—Ahora que estamos comprometidos, ¿no crees que ha llegado el momento de que me hables de tu padre?
Justin tensó ligeramente los dedos sobre el volante.
—No.
—Soy muy buena atando cabos.
—No los ates.
—Me lo pones difícil. En cuanto se me mete una idea en la cabeza....
Él le dirigió una mirada asesina.
—No hablo de mi padre. Ni contigo ni con nadie.
Discutió consigo misma sólo un momento antes de tomar una decisión.
—Si de verdad quieres mantener su identidad en secreto, no deberías cambiar de emisora cada vez que ponen una canción de Jack Patriot.
Él aflojó los dedos y los desplazó sobre el volante en un gesto demasiado casual.
—Estás imaginando cosas. Mi padre fue el baterísta de Jack Patriot durante un tiempo. Eso es todo.
—Anthony Willis es el único baterísta que ha tenido. Y como es negro...
—Repásate la historia del rock, nena. Willis se perdió la gira de Universal Omens por tener el brazo roto.
Justin podía estar diciendo la verdad, pero por alguna razón Blue no lo creía.
April había hablado antes de su relación con las estrellas del rock, y Blue había visto cómo los dos se quedaban paralizados al sonar «Adiós, hasta luego» en la radio.
La posibilidad de que Justin fuera hijo de Jack Patriot la dejaba anonadada.
Le gustaba el rock desde que tenía diez años.
Donde fuera que viviera, había llevado sus discos consigo y había pegado recortes de revistas en las libretas del colegio.
La letra de esa canción le había hecho sentirse menos sola.
Un letrero les daba la bienvenida al pueblo de Garrison.
Un segundo letrero anunciaba que el pueblo estaba a la venta, y que si alguien quería comprarlo debía contactar con Nita Garrison.
Blue se volvió en el asiento en cuanto lo pasaron.
—¿Has visto eso? ¿Puede alguien vender un pueblo?
—Vendieron uno en eBay hace tiempo—dijo él.
—Es cierto. ¿Recuerdas cuando Kim Basinger compró aquel pequeño pueblo de Georgia? Había olvidado que estamos en el sur. Sólo aquí puede pasar esa clase de cosas.
—Mientras estés aquí, será mejor que te guardes esa opinión para ti—dijo él.
Pasaron por delante de una funeraria de estilo Partenón y una iglesia.
La mayoría de los edificios eran de color arena y parecían haber sido construidos a principios del siglo XX.
La ancha calle Mayor tenía coches aparcados a ambos lados.
Blue vio un restaurante, una farmacia, una tienda de segunda mano y una panadería.
Al lado de una tienda de antigüedades llamada El Ático de Tía Mirthe había un ciervo disecado de cuya cornamenta colgaba el cartel de abierto.
Justo enfrente, unos viejos árboles daban sombra a un parque con un reloj de arena y unas farolas de hierro negro con tulipas blancas.
Justin aparcó delante de la farmacia.
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Juego de Seducción.
RomanceSrta. Bailey... Usted estará en mi cama... Por siempre. -Sr. Bieber... ¿ y si usted cae en la mía y se enamora primero? -Do you love me? -Yes... -Game Over.