Justin apoyó una de sus manos en un lado de la caravana.
—Me sorprende que tu madre supiera de la granja.
—No creo que lo supiera. Oí sin querer a mi padre mencionar este lugar mientras hablaba por teléfono.
Riley parecía oír sin querer un montón de cosas.
Justin se preguntó cómo se habría enterado su padre de lo de la granja.
—Dame tu teléfono —dijo—, así podré llamar a tu casa para decirles que estás bien.
—Sólo está Ava, y no le gusta que el teléfono la despierte tan temprano. Molesta a Peter. —Riley se mordisqueó el esmalte de uñas azul del pulgar—. Peter es el novio de Ava.
—¿Ava es tu au-pair? —preguntó. «Bonito trabajo, Jack.»
Riley asintió.
—Es muy guapa.
—E increíblemente competente —intervino Blue arrastrando las palabras.
—No le he hablado a nadie sobre ti... ya sabes —dijo con seriedad—. Sé que es un gran secreto. Y creo que mi madre tampoco lo ha hecho.
Secretos.
Justin se había pasado casi toda su infancia creyendo que su padre era Bruce Springsteen.
April incluso se había inventado una historia sobre que Bruce había escrito «Candy's Room» pensando en ella.
Pero sólo lo había hecho con la mejor de las intenciones, claro.
Cuando Justin tenía trece años y April había hecho un alto en el camino en Dios sabía dónde, le había contado impulsivamente la verdad, y el ya demasiado caótico mundo de Justin se había venido abajo.
Finalmente, él había encontrado el nombre del abogado de Jack entre las cosas de April, junto con un montón de fotos de April y Jack juntos y la prueba del dinero que Jack desembolsaba para su manutención.
Había llamado al abogado sin decirle nada a April.
El tío había intentado sacárselo de encima con evasivas, pero Justin había sido tan terco entonces como lo era ahora, y al final, Jack le había llamado.
Había sido una conversación breve e incómoda.
Cuando April se enteró, desapareció del mapa durante un largo fin de semana.
Justin y Jack tuvieron su primer encuentro cara a cara —una reunión secreta y embarazosa— en un bungalow del Chateau Marmont cuando Jack había hecho una parada en Los Ángeles durante la gira de Mud and Madness.
Jack había intentado actuar como si fuera el mejor amigo de Justin, pero Justin no había picado.
Después de eso, Jack había insistido en verlo un par de veces al año, y cada encuentro secreto era más deprimente que el anterior.
A los dieciséis, Justin se rebeló.
Jack lo dejó en paz hasta el segundo año de universidad de Justin en USC, cuando su rostro apareció en el Sport Illustrated.
Jack empezó a llamarlo de nuevo, pero Justin lo había expulsado de su vida.
Aun así, Jack había ido a verlo jugar algunas veces, y Justin había oído comentar que se había visto a Jack Patriot en un partido de los Stars.
Bueno, ahora tenía que centrarse en el presente.
—Necesito tu número de teléfono, Riley.
—Nunca me acuerdo de ese tipo de cosas.
—¿Te has olvidado de tu número de teléfono?
Ella asintió con rapidez.
—Pues me pareces una niña bastante lista.
—Lo soy, pero... —tragó saliva—. Sé mucho de fútbol americano. El año pasado, completaste trescientos cuarenta y seis pases, sólo te placaron doce veces, y te interceptaron diecisiete.
Justin solía pedirle a la gente que no le recordara lo de las intercepciones, pero no quería inquietarla más de lo necesario.
—Estoy impresionado. Es interesante que puedas recordar todo eso y no tu número de teléfono.
*
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Diana<3
Pasen por mi otra novela, Universidad Hampton.
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Juego de Seducción.
RomanceSrta. Bailey... Usted estará en mi cama... Por siempre. -Sr. Bieber... ¿ y si usted cae en la mía y se enamora primero? -Do you love me? -Yes... -Game Over.