Capitulo 53.

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Algo rápido chicas.

Veo que hay muuuuuchas visitas y leidas pero nada de votos, este es el último capitulo que subo, si esto sigue asi, me iré de wattpad.

Lo siento por las buenas lectoras que siempre me dieron su apoyo.

Diana <3

*

—¿Te enteraste de lo de Marli Moffatt? —dijo ella.

El azadón dio contra una piedra.

—Imposible no hacerlo. Sale en todas las noticias.

—Supongo que su hija acabará viviendo con la hermana de Marli. Dios sabe que Jack no hará nada más que enviarle un cheque.

Justin soltó el azadón y cogió la pala otra vez.

Ella se puso a juguetear con las pulseras.

—Espero que te hayas dado cuenta de que echarme de aquí no es una buena idea, no si quieres vivir aquí con comodidad este verano. Desapareceré de tu vida en tres o cuatro semanas.

—Eso fue lo que dijiste en noviembre cuando apareciste en el partido contra los Chargers.

—No volverá a ocurrir.

Él clavó la pala en la tierra, luego la levantó.

Ella había estado pendiente de infinidad de cosas durante todo el día.

Era difícil reconciliar esa eficiencia con la mujer drogada que perdía a su hijo con regularidad.

—¿Por qué debería creerte esta vez?

—Porque ya estoy harta de vivir con la culpa. No vas a perdonarme nunca, y no voy a volver a pedirte perdón de nuevo. En cuanto la casa esté terminada, me iré.

—¿Por qué estás haciendo esto? ¿Para qué esta jodida charada?

Ella se encogió de hombros, parecía aburrida... como si fuera la última cliente del bar después de que la diversión hubiera acabado.

—Creí que sería una buena idea, eso es todo.

—¡Oye, Susan! —El electricista salido asomó la cabeza—. ¿Podrías venir un momento?

Justin desenterró otra piedra mientras April se marchaba.

Ahora que había visto cómo ella manejaba esas situaciones, sabía que seria el único en salir perjudicado si la obligaba a marcharse.

Siempre podía volver a Chicago hasta que la casa quedara terminada, pero no iba a permitir que April lo ahuyentara.

Nunca huía de nadie, en especial de su madre.

Aunque tampoco podía soportar la idea de estar a solas con ella, ni siquiera en una propiedad de cien acres, ésa era la razón por la que había dejado que Blue se quedara, más por necesidad que por impulso.

Era su amortiguador.

Imaginó que un cardo era la cabeza de Blue y lo arrancó con un golpe limpio.

La mentira sobre April había traspasado todos los límites.

Aunque había conocido a bastantes mujeres manipuladoras, esta se llevaba la palma, pero antes de enfrentarse a ella, tenía intención de darle suficiente cuerda para que se ahorcara sola.

Cuando los carpinteros se fueron, se había deshecho de la peor parte de maleza sin cargarse las peonías.

Aquel maldito hombro le dolía como un condenado, pero había estado inactivo demasiado tiempo y no le importó.

Le había venido bien un poco de ejercicio físico.

Al salir del cobertizo, le llegó el olor a algo delicioso por la ventana abierta de la cocina.

Blue se había puesto a cocinar, pero él no pensaba quedarse para la cena, pues no tenía ninguna duda de que Blue había invitado a su madre a cenar.

Mientras se dirigía a la casa, sus pensamientos regresaron bruscamente a Marli Moffatt y a la hija de once años que ella había dejado atrás.

Su hermanastra.

La idea era surrealista.

Sabía cómo se sentía uno al ser huérfano, y una cosa era segura: esa pobre niña iba a tener que valerse por sí misma, porque Jack Patriot no se encargaría de ella.

Juego de Seducción.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora