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-Por favor Richie, ella es muy diferente a ti- dijo Stan.
-Exacto, si ella se pone a hablar contigo y a conocerte seguro que quedará traumada- dijo Eddie.
-Eso no importa, ella es una chica muy linda- dije sin dejar de mirarla.
-Soy yo o Richie esta cambiando- preguntó Stan.
-Chicos s-s-si Richie e-e-está enamorado d-d-debemos de creerle- me defendió.
Al parecer estábamos hablando muy fuerte ya que ___ nos miró y al ver que nosotros hacíamos lo mismo se sonrojó y dejó de vernos.
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Salí de la escuela algo cansado, sin duda necesitamos unas vacaciones, estaba por cruzar la calle cuando vi a ___ en una florería y sin dudarlo fui hasta ella.
-Hola- dije un poco nervioso.
Ella se tensó al escucharme, giró la cabeza lentamente y se sonrojó-
-Ho-Ho-Hola- ella dejó de mirarme.
-Que coincidencia encontrarte aquí- me recargué en la pared.
-Richie me gustaría seguir hablando contigo, pero es el cumpleaños de mi madre así que tengo que comprarle unas flores- sabe mi nombre.
-Claro, tienes razón- me quedé en silencio.
Ella seguía viendo demasiadas flores, cuando por fin decidió comenzó a caminar hasta el mostrador, no podía dejar que se fuera.
-¡___!- grité haciendo que dejará de caminar.
-¿Si?- regresó hasta donde estaba.
-¿Qué flores puedo regalarle a la persona que me gusta?- pregunté un poco nervioso.
-Richie no puedo creer que me preguntes eso, acabas de ver que tarde mucho eligiendo unas flores-
-Por favor- dije triste.
-Esta bien... Puedes darle rosas, así serás un poco más formal- ella sonrió, se dio la vuelta y comenzó a alejarse.
Me acerqué hasta el lugar donde estaban las rosas, tome una y corrí hasta ella, la tomé de la muñeca y me miró confundida.
-¿Qué haces?- ella me miró raro.
-Es para ti- le ofrecí la rosa.
-¿Por qué?- sus ojos se habían abierto más.
-Me gustas-
-No es cierto, no puedo gustarle a Richie Tozier-
-¿Por qué no? Eres muy linda, amable y me gustas- repetí con seguridad.
-Richie... Me gustas también- sonrió.
-¿En serio?- dije sorprendido.
-Ya te dije que si, no me hagas repetirlo- dijo sonrojada.