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Promises
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-Me gustas ___- el chico estaba demasiado rojo.
-Tu también me gustas Stanley- sonreí y de pronto el chico se desmayó.
-Maldición si que traes loco al judío- dijo Richie.
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Habíamos llevado a Stanley a mi casa cargando ya que el chico seguía desmayado, estuvimos un buen tiempo con el para cuidarlo, pero después de cierto tiempo los chicos se fueron.
-Que bueno que despiertas- sonreí.
-¿Qué pasó?- miraba mi habitación tratando de ubicarse.
-Me dijiste que te gustaba y te respondí que tu me gustabas también- dije y la cara del chico reflejó sorpresa.
-¿Dijiste eso?- parecía que no podía creerlo.
-Si, pero... ¿Por qué te sorprende mi respuesta?- lo miré confundida.
-No lo sé, simplemente pensé que me ibas a rechazar- movió los hombros.
-No lo haría Stanley, me gustas mucho y no se como no te diste cuenta- tomé su mano y se tensó.
-Me alegra escucharlo- sonrió levemente
-Me gustas mucho- dije eso y sentí que mis mejillas ardían.
-¿Estaría bien si te pregunto si quieres ser mi novia?- estaba demasiado nervioso, pero quería parecer tranquilo.
-Claro que estaría bien- sonreí.
-Entonces... ¿Quieres ser mi novia?- dijo un poco serio.
-Obviamente- respondí emocionada y quede encima de el abrazándolo
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Como un día cualquiera en nuestra vida salimos de la escuela, estaba buscando a Stanley por toda la escuela, pero no lo encontraba y esa es la desventaja de que en las últimas clases no estamos juntos.
Salí de la escuela y ahí estaba mi novio siendo intimidado por Henry y... Sus idiotas.
-Cariño ¿Está todo bien?- llegué hasta donde estaba y le di un beso en la mejilla.
-Esperen... ¿El judío tiene novia?- Henry lo veía un poco sorprendido.
-Y es linda- dijo Victor en voz baja, pero obviamente lo escuchamos.
-¡Oye!- Stan parecía molesto, solo entrelazó nuestras manos
-Apuesto que es una amiga y solo le paga para que actué como su novia- dijo Patrick riendo y solo pude ver como Stan hacía una mueca.