Capítulo 38. Conexión.

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Desde aquella noche en la que Cameron y yo perdimos toda cordura, las cosas entre nosotros sorprendentemente han cambiado. Al encontrarnos por el corredor o por cualquier rincón de la casa, nos dedicamos sonrisas y alguna que otra mirada llena de complicidad. Durante el día todo luce como si nada entre nosotros fuera más allá de una amistad, en la noche obtenemos beneficio haciendo lo que se nos antoje.

El ciclo era siempre el mismo. Durante las noches, cuando todo estuviera en calma y no hubiera ningún obstáculo, comenzábamos nuestros ratos de juegos, cuando nadie estuviera en casa incluso de día, la diversión para nosotros recién comenzaba. Una y otra vez, día tras día, la tensión entre nosotros se fue borrando.

Con el paso de los días, las cosas fueron cambiando y Cameron y yo comenzamos a ser un poco más unidos más allá desde el ámbito de la obvia tensión sexual entre nosotros. Con el paso de los días descubrí que está bien comenzar a encariñarse con nuevas personas, que está bien conocer nuevos parajes en otros ojos.

Y que está bien sentirse asustado

En un domingo por la tarde suelo pasar tiempo con Tedd, y justo por ser un domingo con diluvio, siento que este es un gran día. Bajo las escaleras con Tedd en brazos para dirigirme a la cocina y dejar al pequeño en su silla tomando asiento a su lado mientras escucho a los gemelos quejarse y a su vez charlar sobre sus materias.

—Madre mía si vuelvo a tocar ese libro quedaré ciego —se queja Damon dejando caer con frustración el libro de química— ¿Podría alguien decirme por qué hago esto?

—Tal vez para que podamos seguir dentro del equipo querido hermano —responde irónico su hermano Cameron, quien ladea una sonrisa al verme— Buenos días Mia.

—Buenos días Cam —respondo correspondiéndole la sonrisa.

—Veo que están más cercanos ¿Algo de lo que me haya perdido? —inquiere el inocente Damon mientras enarca una ceja en dirección a Cameron y a hacia mí.

—Nada de lo que debas preocuparte hermanito —responde burlón Cameron para acto seguido dar un sorbo a su café— Y en lugar de estar de reportero. ¿Ya ensayaste la coreografía de esta semana? —alzo la vista cuando Damon se atraganta con su desayuno al escuchar esas palabras salir de los labios de Cameron.

—¡Mierda! Lo olvidé por completo. Oigan, voy a salir unos momentos, tengo que comprar nuevas vendas porque las actuales están ya muy desgastadas. ¡Qué pasen buen día! Esto llevará horas, hasta luego Mia —asiento en silencio— Hasta luego Cameron, te hablo por teléfono en una hora o más para que ensayemos en Bullet Park —abro la boca para cuestionar algo mas soy interrumpida cuando Damon sale de la casa y Cameron se adelanta a responder mi pregunta antes de que siquiera la formule.

—Hay algunos estudios de baile norteamericanos que trajeron sus salones a Inglaterra —asiento algo mareada— En realidad son más de lo que piensas.

—¿Practican ahí siempre? —inquiero con curiosidad. Cameron tuerce sus labios en una mueca que me indica una especie de respuesta parecida a «a veces»

—Cuando tenemos prisa solemos ensayar ahí. Pero casi siempre lo hacemos en el estudio —responde con un encogimiento de hombros— Tal vez quieras venir —añade pasado un tiempo.

Sonrío ante esa posibilidad. ¿Y por qué no? Hace ya tanto que no contemplo la belleza del ballet que hasta he olvidado cómo es bailar en pas de deux. Y creo que mi Teddie merece conocer un poco del género, quién sabe, puede que en un futuro le agrade y hasta decida convertirse en un talentoso bailarín.

Aunque sólo sea un sueño de su madre

—Está bien. Si Tedd puede ir, entonces con todo gusto los veré a ambos —Cameron asiente con una sonrisa mientras mira al pequeño comer de los panqueques que le serví minutos antes de que Damon se retirara.

BrokenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora