Capítulo 24. El efecto espejo.

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Toda mi vida he crecido bajo los pensamientos de que la apariencia y el fingir son lo más vital cuando de personas importante se trata. A mis padres les pareció un buen negocio —por más cruel que suene— hacer de su hija un anzuelo andante de dinero. Atraigo a muchos con mi belleza, hombres, chicos, incluso algunos casados.

Cada uno siempre tiene intenciones transparentes detrás en su capa fina de belleza y elegancia, todas y cada unas de sus intenciones, las descubrí y les hice ver que no me dejaría engañar tan fácil. Mis padres siempre me hicieron lucir angelical, dulce, elegante y muy elocuente. Pero a la hora de mostrar mi verdadera cara, las personas se dieron cuenta:

De que sólo es una máscara

Odié tener que ser siempre «perfecta» tener que vestirme de tal manera porque en caso de que yo escogiera mi vestimenta, hubiera sido totalmente «vulgar» e inapropiado desde el punto de vista de mis padres. Esto es lo que me hace pensar: ¿Por qué no puede hacer cada quién lo que le guste y ya? ¿Por qué no simplemente dejar que los demás hagan lo que quieran de sus cuerpos y vidas?

Si a mí me hubieran dado alguna ayuda con mi hijo Tedd, tal vez yo hubiera considerado dejarlo con ellos en un futuro para que le criaran de la mejor forma. Pero en su lugar me echaron a la calle y me hicieron ver como una basura delante de sus amigos diciendo cosas como «esa no es mi hija, es una desgracia para la familia, ha deshonrado a quienes le dieron un hogar y toda su vida».

Mis padres serán siempre esa escoria que no dejará de acecharme por las noches y de seguirme todo el tiempo. me siento atrapada, como si no pudiera escapar de esas voces en mi cabeza, me siento desesperada, aterrada, sólo quiero poder gritar con todas mis fuerzas que estoy harta, que quisiera regresar el tiempo a donde no tuviera esas voces todo el tiempo dentro de mi cabeza. El efecto espejo se creó gracias a ellos, básicamente refleja que lo que hice en mi adolescencia, lo repito en la actualidad misma, ¿Y qué es lo mejor que yo hago? Lastimar, y engañar.

Y ahora pienso en Gian, pienso en ¿Qué voy a hacer? Gian me está buscando, Viviann trata de calmarlo, y yo sólo quiero encontrar la paz entre tanto derrumbe. Tedd está muy pequeño aún para entender todo esto, y me temo que si llegara a tomar la decisión de regresar con Gian, vea a otra persona que no es su tío, aunque sea ese su cuerpo.

No quiero que mi hijo experimente un ambiente de violencia y rechazo —como lo hizo Nate—, tampoco quiero hacerlo débil de la vida, pero como prematura madre, es doloroso ver a tu niño llorar todas las noches con el extrañar a alguien. Está muy pequeño aún para comprenderlo, pero cuando crezca.

Sabrá por qué lo hice

Por ahora sólo puedo recordar, cómo fue mi vida durante el período que estuve bajo el control de mis padres, sin libertad, sin derecho a replicar u opinar, sin la oportunidad de decir algo más que no sea lo acordado que convendría. Siendo básicamente una muñequita de trapo o una marioneta viviente, como si fuera un juguete para niñas el qué manipular.

«Debes ser fina, recatada, educada, dulce y suave. Debes tener gracia, porte, elegancia y debes aprender a sonreír sin que descubran tus verdaderas intenciones, tus pensamientos deben limitarse a «poder, riqueza y buen estatus social» no debes hablar con nadie de clase baja. Debes quitar toda distracción de tu mente, centrarte en tu futuro y enriquecer tu belleza, no serás nunca feliz sin dinero, así que olvida cualquier estilo de vida lejos del que tienes ahora. El amor no te da lujos ni una buena impresión, el dinero sí, por tanto olvídate del amor. Aparta tus sentimientos, conviértete en una masa de hielo, no te enamores, no te quemes y sólo hiere, lastima a quienes se interpongan en tu camino hacia la cima y el éxito. Sé más poderosa que la misma diosa Tetis. Pero sobretodo, siempre, mantén algo presente: No todo lo que está roto está hecho para ser precisamente, arreglado».

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