La música comienza y con ella mis movimientos. Relajo mi respiración en suaves y lentas inhalaciones para exhalar el dióxido de carbono y regresar a inhalar otra vez, mis pies se elevan del suelo con los entrechat y un cabriole al haber pasado de los grand jeté. Pero a la hora de llegar a efectuar un fouetté con cinco giros, al encontrarme en mi habitación mi madre tiene la certeza de que estoy ensayando para la competencia de este domingo, por ende, siempre solicita que me encuentre sola mas no sin supervisión.
Lo cierto es que está llegando a hartarme la vida con todo esto, no sólo con la danza, ni los estudios, sino con la bajeza de caer a vigilarme con tal de que no haga nada indebido ¿Cómo pueden haber padres tan desconfiados de sus hijos cuando ellos los están matando lentamente?
Concéntrate Mia o terminarás chocando de cara contra el piso.
De mis labios se escapa un fugaz y corto suspiro al momento de darme cuenta de que estoy bailando sin pensar bien en mis pasos y que en cualquier momento caeré contra el suelo. Entonces cuando estoy por ejecutar un aéreo frontal, tropiezo con el listón suelto de mis zapatillas llegando a caer de espaldas contra el suelo para proceder a quejarme entre gruñidos sin control.
Carajos, sí que duele
—Para ya o terminarás sacándote las vértebras de una sentada—escucho una voz en la puerta.
Y de inmediato me levanto del suelo con mi rostro hecho una esfera rojiza de la vergüenza ante el hecho de saber que he caído de la forma más patética delante de mi hermano Gian, quien al verme de esta forma sonríe y se acerca a abrazarme.
Gian se podría decir que es el único que consigue entenderme, él si pudo renunciar a ser esclavo de mis padres al aceptar ir con mis tíos paternos a Portsmouth, mis padres no quisieron volver a considerarlo como posible aprendiz por el hecho de que Gian decidió dejarlos para vivir con el resto de mi familia. Y claramente que su reemplazo fui yo, y ahora es a mí a la que la están torturando indirectamente con esto, para cuando se dio todo esto yo tenía tan sólo dos años de vida, supe de Gian hasta que cumplí los siete, para cuando él ya tenía sus ocho años de edad, desde entonces ha estado conmigo desde siempre, entrando algunas veces por mi ventana o ya sea, bajo la torpe admisión de mis padres.
Quienes ni la palabra le dirigen
—¿Cómo has estado pequeña Mia? Veo que aún continúas teniendo problemas con los aéreos frontales—se burla tomando asiento en el borde de mi cama mientras me mira con atención—También puedo notar que el tono rojizo no es tanto por la vergüenza—si hay algo que sé a la perfección, es que de nada sirve mentirle a Gian.
—Ya no puedo más, Gian—sollozo en voz quebrada y débil—Cada vez es peor, no puedo salir ni ver a nadie sin que me estén supervisando—los ojos verdes que posee mi compasivo y empático hermano, destellan un lucero cargado de pena y tristeza al ver que me derrumbo contra el suelo apegándome a la pared con mis rodillas juntas en mi pecho y mi rostro escondido entre ellas al paso que las lágrimas salen sin control y cierro mis ojos.
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Broken
Fiksi Umum[HISTORIA DESTACADA DEL MES DE JULIO EN EL PERFIL OFICIAL DE @FicciónGeneral_ES 1-1-7-19] Tras quedar embarazada y desamparada en una ciudad nueva, Mia afronta los fantasmas de su pasado mientras sale adelante por su hijo de cuatro años, con la ayud...