Abro mis ojos con el jaloneo que comienzo a recibir por parte de Tedd pidiendo despertarme para preparar su desayuno. Me froto los ojos incorporándome sobre la cama para mirarle somnoliente y murmurar un «está bien Teddie, te alcanzo en un minuto». Me levanto de la cama para dirigirme al baño y lavarme el rostro con agua tibia antes de entrar a la ducha.
En menos de lo pensado ya estoy lista y vestida para bajar a preparar el desayuno del niño que se encuentra sentado al final de las escaleras.
—¿Qué quieres de desayunar Teddie?—indago lavándome las manos en el fregadero para tomar una toalla y secar los restos de agua que chorrean de ellas.
—Quiero huevos y jugo mamá—responde luchando porque sus pequeñas piernitas alcancen la silla de madera.
Riendo en lo bajo le tomo de las axilas levantándolo del suelo hasta sentarlo en la silla y depositar un beso en su mejilla regresando al mostrador para prepararle su comida.
—Bien, en lo que yo preparo tu desayuno, quiero que te laves las manos ¿Vale?—el niño induce una mueca de puchero que en el fondo, me hace enternecer.
—Sólo un poco más ¿Sí? Es que me gusta mucho jugar con él, es mi favorito, sólo un poco más—ruedo los ojos divertida bajo una sonrisa.
—Está bien. Pero para el momento en que estés comiendo no te quiero ver con él y con las manos sin lavar ¿Entendido?—el niño asiente.
Rendida me dirijo a la alacena para sacar una sartén y preparar lo que me pidió el niño. Con el silencio que hay en los alrededores me doy cuenta de que no hay nadie en casa y es cuando decido preguntarle a mi niño Tedd para corroborar mis pensamientos. El niño levanta la vista del juguete en sus manos hacia mí para asentirme y acto seguido encogerse de hombros inocente.
—Oye mi amor—el infante conecta sus ojos marinos con los míos esperando que continúe—¿Sabes si... el hombre extraño que te cuidó ayer y su hermano salieron?—el niño de dorados cabellos asiente para un segundo después encogerse de hombros con inocencia.
—Sí, creo que dijeron algo de nepra... nepratoria—cierro mis ojos con fuerza apretando los labios en una sonrisa buscando no reír ante su inocencia.
Es tan sólo un bebé
—Preparatoria Tedd—respondo pasando un dedo por la punta de mi nariz antes de suspirar—Está bien, ahora ¿Qué dices si cuando venga de trabajar vemos una película?—el niño asiente emocionado para bajarse con cuidado de la silla y correr torpemente hasta mí para abrazarme.
—Te quiero mamá—mi corazón se detiene lacónicamente con esas cortas palabras.
«Te quiero mamá»
Nunca pensé que un error me traería una sensación tan hermosa como la que se siente el que Tedd me diga eso, y aunque es posible de que en un futuro no me diga más eso por lo que le haré, se siente demasiado hermoso escucharlo decir eso. Depende de mí, es un bebé, y después de todo es inocente de los errores tan estúpidos que cometí.
Confía en mí
Y en tanto eso siga así, seré plenamente feliz con mi bebé, sin importarme que otros digan que sólo fue un error. Después de todo, fui yo la que se echó a perder la vida, pensando que esa persona me amaba... me entregué a él, sin pensar muy bien en las consecuencias. Y después de ver que no tengo en lo absoluto el apoyo de nadie, me di cuenta de que estamos solos.
Salvo de Gian, porque pese a que me lastimó de una forma que nunca me esperé, me dio su apoyo durante los tres años de vida de mi hijo Tedd, junto a Viviann han representado mucho para mí y sería una malagradecida al decir que no tengo a nadie y que he estado sola en estos años.
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Broken
Narrativa generale[HISTORIA DESTACADA DEL MES DE JULIO EN EL PERFIL OFICIAL DE @FicciónGeneral_ES 1-1-7-19] Tras quedar embarazada y desamparada en una ciudad nueva, Mia afronta los fantasmas de su pasado mientras sale adelante por su hijo de cuatro años, con la ayud...