"Gracias

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Los días pasaban y con ellos la amistad de Lena y Kara se hacía más fuerte, aunque ambas eran muy diferentes era increíble como habían conectado.

Kara era una pequeñita muy tímida, introvertida, le costaba socializar, solo tenía una amiga, pero esta había salido de la ciudad por tiempo indefinido. En cambio Lena era intrépida, audaz, lo que se llamaría extrovertida, Lena tenía la facilidad de hacer amigos. Aunque con Kara era con la única que se sentía realmente bien.

—¡No, Le... detente! —gritó la pequeña Kara llevándose las manos a la boca.

—Ella te empujo. —contestó Lena sentada sobre otra niña quien intentaba sacársela de encima, pero al parecer la pequeña Lena era más fuerte. —¡dile que lo sientes! —exclamó.

—Lo- lo siento. —susurró la niña comenzando a llorar. Lena asintió y la soltó. Se levantó y se sacudió las manos y las rodillas.

—Vamos Kara. —dijo la niña tomando a Kara de la mano, caminó con ella hacia una banca y se sentó a su lado. —¿te duele? —tomó la mano de Kara y la observo. —Bah qué boba, claro que te duele. —dijo golpeando su frente.

—Solo es un raspón. —contesto sonriendo de medio lado. Lena observo el pequeño raspón e hizo una mueca.

—Tenemos que limpiarte. —contestó mientras intentaba quitar tierra que se encontraba alrededor del raspón. —lo siento. —susurro cuando Kara hizo una mueca.

—No debiste pelear. —dijo la niña con tristeza.

—No debió empujarte. —contestó encogiendo los hombros.

—¡Lena! —la pequeña cerró los ojos con fuerza al escucha a su hermana, sabía notar cuando era descubierta en alguna travesura.

—Chispas. —dijo girando para ver a Samantha con el ceño fruncido y los brazos cruzados. —¿sí? —susurro sonriéndole a su hermana.

—¿Por que le pegaste a esa niña? —señaló a la pequeña al lado de su mamá.

—No la conozco. —contestó de lo más tranquila.

—Lena, no mientas.

—Pero no estoy mintiendo, no la conozco. —contestó la pequeña con entusiasmo.

—Ahora mismo le irás a pedir una disculpa. —exclamó Samantha.

—No. —contestó Lena cruzándose de brazos.

—Claro que sí.

—No, no lo haré.

La pequeña Kara veía todo sumamente asustada, jamás le habían gustado los gritos y aunque Samantha no gritaba, el que le hablara tan fuerte a Lena le estaba dando miedo, además según ella, estaba en esa situación por su culpa.

—Ella... n- no tuvo la culpa. —susurró Kara.

—¿Entonces?

—¡Esa niña tonta empujó a Kara! —exclamó Lena con furia, arrepintiéndose al instante de sus palabras, pero estaba muy molesta, ella no era mala y no hacía nada solo porque sí. ¿por qué Samantha no podía ver eso?

—¿Eso es cierto Kara? —cuestionó Samantha inclinándose para quedar a la altura de la pequeña. Kara asintió y le mostró el raspón en su mano. —bien, hablaré con su mamá. Deberías ir con tu hermana para que te cure. Despídete Lena, nos vamos. —Kara bajo el rostro y asintió. Ella se sentía muy culpable por todo.

—Lo siento. —susurro sollozando.

—Tú no hiciste nada. —le sonrió y la abrazó. —por favor cuida tu manita. —susurro Lena dejando un beso en la mejilla de la pequeña, comenzó a caminar hacia Samantha.

—¿Le? —la pequeña se detuvo y la observo. Kara corrió y la abrazó. —gracias. —susurro, la sonrisa de la pequeña Lena creció al escuchar a su pequeña amiga, ella estaba orgullosa de haberla defendido. No importaba que la reprenderían, siempre que pudiera lo haría.

—De nada. —al deshacer el abrazo retomo su camino y antes de salir del parque dio un vistazo a donde estaba Kara, esta ya caminaba en dirección contraria, Kara volteo, le sonrió y se despidió moviendo su mano, Lena sonrió e hizo lo mismo.

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—¿Irás así todo el camino? —cuestionó Samantha al ver que Lena seguía cabizbaja y con el ceño fruncido. No obtuvo respuesta. —sabes que lo que hiciste no está bien. —la pequeña solo se encogió de hombros. —bien, tampoco te importara estar castigada. —Lena levantó el rostro y observó a Samantha por el retrovisor. En cuanto esta estacionó el auto, la pequeña salió disparada hacia su habitación.

Al entrar, se arrojó a su cama y se soltó a llorar, ella muchas veces no podía entender a los adultos. Entre lágrimas y berridos se quedó dormida.

Cuando Samantha entro a su habitación, la observo echa un ovillo. Dejo la charola en la mesita de noche y se sentó a su lado.

—Lena. —susurro moviendo su pequeño cuerpo. La pequeña se movió y abrió sus ojitos. Samantha sonrió y acarició su rostro.—lo siento. —dijo regalándole una sonrisa a su hermana. —no debí reprenderte sin antes saber qué había pasado. —Lena la observo y sonrió de medio lado.

—Supongo que tampoco debí pegarle a esa niña. —contestó con una mueca en su rostro.

—No, no debiste, pero solo defendías a tu amiguita. —Lena sonrió y asintió.

—Me gusta defender a Kara. —dijo sonriendo, se acomodó cruzando sus pies. —ella es como un pequeño cachorrito asustado. —comentó haciendo sonreír a su hermana. —siempre se esconde detrás de mí, tal vez por qué soy más grande que ella. —concluyó orgullosa.

—Tal vez. —concordó Samantha. —te traje un poco de leche y galletas. —dijo acercando la charola. —Lena sonrió, se acercó a ella y dejo un beso en su mejilla.

—Gracias Sami. —Samantha asintió sonriendo.

Mi pequeña héroe  (SUPERCORP)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora