Mi pequeña héroe (SUPERCORP)

Apoyo incondicional

—¡No!

—Cariño...

—No quiero huir más. —interrumpió Alex levantándose del sofá, ella hablaba con Lionel y Lillian sobre lo ocurrido. Les había hablado de la plática que tuvo con Kara y de cómo lo había tomado. —voy a enfrentarlo.

—Nosotros siempre te vamos apoyar en lo que decidas. —comentó Lillian caminando hasta Alex, tomó sus manos y le sonrió. —tú y Kara son muy importantes para nosotros, no dejaremos que nada les pase.

—Gracias por todo, por siempre estar ahí, por ser una familia para nosotras. —Lionel se acercó y dejó un beso en la cabeza de Alex.

—No tienes nada que agradecer. —Alex se abrazó fuertemente a Lillian, ella siempre se sentiría protegida con ellos a su lado. —necesitamos hacer algo.

—Hablaré con Kara, le dire que no...

—Kara y Lena tendrán que irse por un tiempo. —interrumpió el hombre con una mueca.

—Pero...

—Él amenazo con lastimarlas, viste las fotos que envío, las vigila en todo momento. Por más que intentemos protegerlas, él puede llegar hasta ellas. —Alex sintió cómo un nudo se le formaba en la garganta, sabía a lo qué Lionel se refería.

—¿Por cuánto tiempo? —cuestionó Alex cerrando los ojos, una lágrima resbaló por su mejilla.

—El que sea necesario. —contestó Lionel limpiando el rostro de Alex. —yo tampoco quiero separarme de ellas, pero las quiero a salvo. —dijo el hombre intentando trasmitirle un poco de calma a Alex, pero cómo lograr eso, cuando él mismo sentía que la vida se le estaba yendo con aquellas palabras.

—Lo siento. —susurró Alex sollozando.

—¿Qué? ¡No! —Lillian abrazo a Alex y camino con ella hasta el sofá.

—Ustedes no deberían estar pasando por...

—Ni lo digas. —dijo Lionel sentándose al otro costado de Alex. —somos familia y siempre estaremos para apoyarnos.

—Pero Lena...

—Ella estará bien, las dos lo estarán sí están juntas. —comentó el hombre acariciando las manos de Alex.

—¡No! —exclamó Kara entrando al despacho, su rostro estaba cubierto de lágrimas, ella había escuchado todo. —ella no estará bien si está cerca de mí. —los tres la observaron con sorpresa, fue Alex quien se levantó para llegar hasta ella.

—Cariño no...

—Es verdad Al. —Kara se abrazo fuertemente a su hermana. —tenemos que irnos, solo así él los dejará tranquilos. —sollozo sintiendo que el corazón le caía a pedacitos.

—Kara no digas eso. —dijo Lillian entre lágrimas, toda la situación había rebasado a todos. —nosotros las protegeremos siempre.

—Lo sé. —susurró la pequeña rubia regalándole una sonrisa triste a la mujer. —por eso es mejor que nos vayamos. No podemos permitir que los lastimen. —nadie dijo más, por más que les doliera parecía ser la opción más viable.

Ya más calmados Kara le pidió a Alex que le explicara todo, como es que Jeremiah había aparecido nuevamente y la policía  no había hecho nada. Él apareció primero con anónimos, con fotos de ellas y notas diciendo que las tenía vigiladas, después llegaron las amenazas, diciendo que ellas nunca estarían tranquilas. Amenazo con lastimarlas a ellas y a todos a su alrededor. La policía no había hecho nada por las mismas razones que antes. De alguna manera él volvía tener las influencias para tener todo de su lado. Ni siquiera los contactos de Lionel pudieron lograr algo.

—¡Él no puede tener tanto poder! —exclamó Kara arrojando las fotos que tenia en sus manos. —podemos ir con esas notas, pueden ayudar en algo.

—Nunca asegura ser él, mis abogados tienen todo y levantaron la demanda, pero dicen que no es suficiente porque en ningún momento está su nombre. Ni siquiera su letra. —Kara cerró sus ojos negando con la cabeza. —estuve apunto de usar sus artimañas. —aceptó Lionel no muy orgulloso. —pero mis contactos me dicen que esto va más allá de eso, va más allá del dinero, es una persona astuta, por eso espero tanto para aparecer.

—¡No! —exclamó Lillian negando con la cabeza. —Ustedes no van a ningún lado. —aseguró hincándose frente a Alex y Kara. Tomó sus manos y les sonrió. —ustedes se volvieron mis hijas cuando entraron por aquella puerta. —comentó la mujer permitiéndose llorar. —las amo como amo a Lena y a Sam. No las dejare solas. —ambas chicas la abrazaron, sus corazones latina con fuerza al sentir la magnitud del amor que Lillian les tenía.
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Había pasado una semana desde que Kara hablo con Alex, Lillian y Lione, por más que intentaba estar tranquila no podía, en más de una ocasión Lena le había preguntado si estaba bien, igual que sus amigas, pero ella solo decía que estaba cansada.

—Uy, tranquila. —dijo Imra al ver que Kara se había asustado. La rubia permanecía sentada en el capote de su auto, en el estacionamiento de la escuela. —no quería asustarte. —comentó sentándose al lado de Kara.

—No te preocupes. —susurro sacudiendo la cabeza.

—¿Estás bien? —cuestionó Imra frunciendo el ceño.

—Ehh am sí. —contesto sonriendo o al menos intento hacerlo, acto que para su amiga no paso desapercibido, pero lo dejo.

—¿Y Lena?

—Aún no sale.

—Ya, parece que nos tocará esperar aquí a nuestras respectivas novias.

—Pi no vino hoy a la escuela.

—No, pero viene para acá. Vamos a ir al cine. —comentó sacando un paquete de cigarros de su chaqueta.

—Eso no es bueno. —comentó Kara viendo de reojo a su amiga.

—Nada que da placer lo es. —comentó Imra encogiendo los hombros.

—Pisi te...

—Ella no está aquí. —interrumpió Imra arrojándole el humo a su amiga en la cara.

—¡Oye! —exclamó Lena a lo lejos. —deja de molestar a mi novia. —reprendió a su amiga golpeando ligeramente su hombro.

—Soy inocente. —comentó Imra levantando los brazos.

—Ajá. —Lena se coloco en medio de las piernas de Kara y la tomó por la cintura. —hola.

—Hola. —contesto Kara dejando un beso en los labios de su novia.

—¿Y P? —cuestiono Lena.

—Justo ahí viene. —comentó Imra viendo al otro lado de la calle. Pisi la saludó con la mano y después de observar sí no venía carro, cruzó.

Todo pasó tan rápido, ninguna lo vio venir hasta que fue demasiado tarde.

—¡Pisi! —gritó Imra viendo cómo su novia era envestida por un auto. De un salto bajo del carro y corrió hasta ella, Kara y Lena la siguieron horrorizadas. La rubia observo el auto y su cuerpo se paralizó, cuando la ventana trasera bajó por completo, su padre le sonrió guiñándole un ojo.

—¡No!
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Por favor no me odien 😟 me costo hacer esto, pero les prometo que es para el desarrollo de la historia 👉🏻👈🏻 pensé bastante en hacerlo diferente, pero entonces cambiaría todo lo que tenía planeado 🥺 sé que a muchas no les gusta el drama, pero es necesario 🤭 nos leemos pronto. 😘😘