¨Tengo miedo¨

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Meses después.





—Han pasado algunos meses desde que nos conocemos Alex, creía que me tenias confianza.

—Te la tengo Sam, estoy bien, en serio. —Alex presiono la mano de Samantha y sonrió, después de conocerse gracias a sus pequeñas hermanas, Samantha y Alex habían logrado entablar una agradable amistad, aún cuando era poco tiempo el que podían coincidir debido al trabajo de Alex, cuando lograban quedar en el parque, se la pasaban platicando mientras Lena y Kara jugaban.

—Te diré lo que me dice Lena cuando intento ocultarle algo. -Alex la observo con el ceño fruncido, pero sin borrar su sonrisa. —no debes guardarte las cosas tristes aquí. —Samantha señalo su pecho. —porque después te dolerá y eso no debe ser bonito. —Alex sonrió, en su sonrisa había tristeza. O al menos eso le pareció a Samantha.

—Es una niña muy inteligente. -contesto observando como las pequeñas corrían a unos pasos de ellas.

—Lo es, igual que Kara. -Alex asintió.

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—¿De verdad tenemos que irnos?

—Si Lena, es un poco tarde y Alex tiene que trabajar mañana.

—Tampoco es tan tarde, aún hay luz. —contesto la pequeña con el ceño fruncido.

—¿Te gustaría un poco de chocolate caliente? -Alex se inclino y toco la nariz de la pequeña haciéndola reír.

—¡Sí! —exclamo la pequeña juntando sus manitas. —vamos Sami, por favor. —su hermana la observo y después a Alex, esta ultima asintió.

—Por favor, sera un rato. —susurro Kara. Samantha sonrió al ver lo ruborizada que estaba la pequeña rubia.

—Esta bien, vamos. —las pequeñas aplaudieron y emprendieron camino tomadas de la mano.

—Vayan al sofá mientras preparamos el chocolate. —dijo Alex al entrar al departamento. Las niñas corrieron encantadas. Aunque llevaban meses tratándose, era la primera vez que Lena y Samantha entraban ahí. El lugar era pequeño, al entrar solo se veía un sofá, un pequeño mueble para la televisión y una pequeña mesa de centro. En la cocina, estaba una pequeña mesa con dos sillas, un pequeño refrigerador y una estufa. —creo que Kara volvió a poner esa película que tanto le gusta.

—¿Moana? —Alex asintió. —ahora entiendo porque le gusta a Lena.

—¿En serio?

—Sí, le pidió a mi madre que le regalara la película, a papá le pidió un libro para colorear. Y poco a poco a ido llenando su habitación de cosas de Moana. —Alex asintió.

—Creo que les llevare su chocolate al sofá. —dijo Alex, en cuanto el chocolate estuvo listo, les llevo dos tazas con chocolate y bombones encima, las pequeñas encantadas las tomaron. —¿Quieres bombones? —cuestiono Alex al regresar a la cocina.

—Claro.

—Aquí tienes. —Alex dejo la taza frente a Samanta, se sirvió la suya y se sentó frente a la chica.

—Gracias. —Samantha podía sentir que Alex no estaba bien, su mirada se lo decía todo, desde que la conoció noto que era reservada, un tanto desconfiada, pero ella fue entrando y logro que Alex se abriera más, se sentía mal al ver a su amiga en ese estado y no saber como ayudarla.

—Tengo miedo. ¿Sabes? —susurro Alex después de un rato en silencio. Mantenía la cabeza baja mientras jugaba con la taza en sus manos. —después de la muerte de mamá pensé que no podría haber nada que me diera más miedo que quedarme sola con una bebé. —Samantha tomo la mano de Alex en señal de apoyo. —creía que no seria capaz de criarla y cuidarla. —Alex observo a Kara, esta sostenía su taza de chocolate con ambas manos y sonreía viendo la película.

—Pero lo hiciste, eres grandiosa. No debes tener miedo, lo estas haciendo genial.

—Me equivoque, Sam. —la chica la observo con el ceño fruncido. —si hay algo que me da más miedo, me da terror.

—Alex.

—Perderla. —dijo Alex sollozando.

—No, tú no la...

—Mi padre volvió, él nos encontró. -Samantha tomo las dos manos de Alex y las presiono. —la trabajadora social me ha dicho que él quiere pelear la custodia de Kara.

—Él no puede, él las abandono. —Alex soltó las manos de Samantha, se levanto tomo una servilleta y se limpio las mejillas.

—Él no nos abandono. —Alex bajo el rostro y se permitió llorar en silencio, no quería que las niñas la vieran. Samantha se puso de pie y camino hasta ella, la abrazo y acuno lo más que pudo. —después de que mamá murió, yo me salí de la casa con Kara, él tomaba mucho Sam. -Alex se giro y bajo un poco el suéter que traía puesto, dejando así al descubierto su hombro.

—¡Por Dios! —exclamo Samantha al ver la gran cicatriz en el hombro de la chica.

—El día que me hizo esto, llego muy tomado, mamá estaba muy mal y no podía firmarle unos papeles que él quería, intento pegarle, pero yo no lo deje. Tomo un cuchillo de la cocina y me corto. No lo vimos hasta dos semanas después.

—¿Qué clase de padre hace eso? —cuestionó Samantha con lagrimas en los ojos. Ahora entendía porque la desconfianza de Alex, porque parecía que sobreprotegía a Kara. —debería estar tras las rejas.

—Él es policía. —Samantha nego limpiando las mejillas de Alex. —no sé como nos encontró, después de tanto años, Sam. He vivido bajo el radar para evitar que él diera con nosotras, pero...

—Tranquila, él no se les acercara.

—Me muero si me la quita. -sollozo Alex.

—No estas sola Alex, no lo están. -Alex asintió y se abrazo a su amiga, Samantha la abrazo con fuerza intentando darle el mayor apoyo posible.

Mi pequeña héroe  (SUPERCORP)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora