Valiente

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—¿Cómo es posible que no sepan nada de ellas?

—Sigue la búsqueda señor, pero es poca la información que tenemos.

—Y lo entiendo, pero son unas niñas, tienen que hacer su mayor esfuerzo.

—Y lo hacemos.

—¡Pues no es suficiente! —exclamó Lionel golpeando la mesa.

—Cielo, cálmate. —susurró Lillian.

—Lo siento. —dijo dejándose caer en la silla. -pero son unas niñas, deben estar muy asustadas.

—Lo entendemos señor Luthor, seguiremos buscando. —el hombre salió de la oficina dejando una vez más a Lionel y a Lillian con incertidumbre.

—¿Cómo sigue Alex? —cuestionó Lionel sobándose el puente de la nariz.

—Salió de peligro, pero sigue en coma. Samantha está con ella.

—¿Crees que lo que Sam cree sea cierto?

—¿Que algo tiene que ver el padre de Alex? —el hombre asintió.

—No lo sé, la policía ya lo interrogó, además lo están vigilando.

—Desde que conocemos a Alex y sabemos que ese hombre es capaz de cualquier atrocidad, no confío en la policía.

—No podemos hacer otra cosa, no hasta que Alex despierte. Porque lo hará.

-Así será mi amor. —contestó el hombre acariciando la mano de su esposa.
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—Seguimos buscando, pero necesito que regreses. —Samantha sujetaba la mano de Alex mientras susurraba una y otra vez que la necesitaban. —te necesito Alex. —una lágrima corrió por la mejilla de Samantha. Se inclinó y besó la mano de Alex. —Al. —susurro Samantha al sentir que los dedos de Alex se movían. —¡Alex! ¡Enfermera!

-Ka... Kara. —susurró Alex sorprendiendo a Samantha, quien volvió hasta ella y sujetó su mano.

—Alex, volviste. —Alex abrió y cerró los ojos intentando acostumbrarse a la luz. —tranquila, ya viene el doctor.

—Ka...

El doctor entró seguido de algunas enfermeras, Samantha tuvo que salir. Desde afuera veía cómo atendían a su amiga, con nervios llamo a su madre para informarle.

—¿Cómo está? —cuestionó Samantha en cuanto salió el doctor.

—Le haremos algunos exámenes, pero parece que está mejorando. Puede entrar, pero intente no alterarla. —Samantha asintió.

—Hola. —susurró al acercarse.

—Ho... hola.

—Por fin volviste. —dijo Samantha acariciando su mejilla.

—Ka... Kara. ¿Do... dónde es... está? —Samantha pensó un momento, si le decía la verdad la alteraría, pero necesitaba saber qué pasó. —Sam.

—¿Recuerdas qué pasó?

—Mi... él... Jeremiah...

—¿Él te hizo esto? —cuestionó Samantha, con coraje, no podía describir cuán molesta se sentía. Jamás había odiado a nadie, pero definitivamente odiaba aquel hombre.

—Sí... ¿Dónde está... mi hermana?

—Ella...

—¡Cariño, por fin despertaste! —interrumpió Lillian, se acercó y dejó un beso en la frente de Alex.

—Sam. —el tono en el que habló Alex, le hizo saber a Samantha que no podría seguir evadiéndola.

Samantha cerró los ojos y le comenzó a contar lo sucedido, al menos lo que ella sabía.

—¡No! —gritó Alex intentando levantarse. El dolor le impidió siquiera moverse.

—Tranquila.

—Él... las... tiene.

—La policía ya habló con él, asegura que no sabe nada. —contestó Lillian.

—Es... ¡ah!

—Lo siguen investigando.

—Necesito...

—Necesitas reponerte.
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—K, ven. —Kara se levantó de la cama y se acercó a Lena, tenía la oreja pegada a la puerta. —le habla muy feo a esa chica.

—Está enojado. —susurró Kara escuchando los gritos de su padre. Se hincó y observo por la cerradura. —Da... dame esa servilleta.

—¿Qué haces K?

—La... llave está pegada Le, po... pondré la servilleta bajo la puerta y...

—¿En serio funciona?

—Sí... me... me enseñó Dalí.

—Wow. ¿De dónde sacaste esos pasadores? — Kara señaló se cabello. —¿Por qué no lo hiciste antes?

—No... no había de... dejado la llave. —Lena asintió, mientras Kara trabajaba en la chapa, ella mantenía su oreja pegada a la puerta. En cuanto la llave cayó, Kara jalo la servilleta.

—Sí. —Lena aplaudió y pego un saltito. —vamos, él sigue gritando. —Kara metió la llave y muy despacio abrió la puerta. El pasillo estaba casi obscuro, solo daba una luz tenue que venía desde las escaleras. Lena camino delante de Kara, se acercó a las escaleras y se asomó. No veía a nadie.

—Déjame bajar hasta ahí, después vienes tú. —susurro Lena, Kara asintió sin mucho entusiasmo. La pequeña bajo un escalón tras otro, la voz del hombre se escuchaba algo lejos, al llegar al descanso de la escalera le hizo señas a Kara. En cuanto estuvo al lado de Lena. Ambas bajaron los escalones que quedaban, con tiento caminaron hasta la puerta, Lena abrió, dejó que Kara saliera primero.

—Pero que... ¡vengan aquí! —gritó Jeremiah al verlas en la puerta, Lena salió dando un portazo, tomó la mano de Kara y comenzó a correr. El hombre salió y corrió detrás de ellas.

—¡Vamos K. Corre! —ambas corrían todo lo que sus pequeños pies les ayudaban, por momentos sentían que el hombre las alcanzaba, faltaba poco para llegar a la reja, pero Lena terminó tropezando.

—¡Corre Kara! —gritó la pequeña en cuanto vio que Kara tenía intención de volver por ella. Lena intento ponerse de pie, pero su tobillo le dolió tanto que la regreso al suelo. —¡corre!

—No Le. —gritó Kara regresando para ayudarla. —¡vamos! —Lena se levantó, pero no podía correr. Empujó a Kara para que ella siguiera pero la rubia no hizo caso. —vete.

—Ven acá. —gritó el hombre tomando por el brazo a Lena. Kara estaba a unos pasos.

—¡Ah! —gritó Lena en cuanto su pie toco el suelo. Kara cerró sus manitas en puños y corrió hacia su padre.

—¡Déjala, déjala! —gritó Kara golpeando a su padre con sus manitas. Jeremiah la empujó logrando que cayera. El hombre se inclinó y miró con furia a la pequeña.

—Debí imaginar que serías una molestia. Pero yo te enseñaré. —el hombre levantó la mano con intención de golpear a la pequeña, pero un fuerte golpe en la cabeza lo noqueó. Lena levantó el rostro y vio a la chica que les daba de comer con un palo en las manos. Kara se levantó y corrió hasta su amiga.

—Le. —Kara abrazo a Lena con fuerza.

—Gracias. —le susurró Lena a la chica y sin deshacer el abrazo le sonrió.

—Deberíamos irnos antes de que reaccione. —susurro la chica. —déjame ayudarte. —comentó al ver el rostro de Lena. La tomó en brazos y con su mano libre tomó la mano de Kara.

Mi pequeña héroe  (SUPERCORP)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora