—No, pero quiero hacerlo. —Alex asintió, Kara observo el lugar, no le gustaban esos lugares, era bastante triste. —solo es un cementerio Kara. —susurro, suspiro y entró.
Se detuvo frente a una lápida y sonrió amargamente.
—Hola. —dijo hincándose. —no había encontrado el valor para venir. —comentó apartando las hojas. —era bastante duro, pero aquí estoy. —Kara limpio una lagrima en su mejilla y sonrió. —Alex me dijo que estas eran las flores favoritas de mamá. —Kara llevo las flores hasta su nariz. —lavanda, a decir verdad, también son mis favoritas.
Kara acomodo las flores sobre la lápida y sonriendo acarició el nombre.
—No sé si lo necesites, no sé si haga falta. Pero estoy aquí para perdonarte. —la rubia limpio sus mejillas y se levantó. —Te perdonó papá.
Tras un último vistazo, Kara dio la vuelta y se alejó de ahí. Sintiéndose por fin libre y a salvo.
—Hola.
—Le. —Kara sonrió al ver a Lena parada afuera del cementerio se veía hermosa, se cubría del sol con una sombrilla, pero la luz que se calaba, lograba darle un brillo especial. —no tenías que venir.
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—Sí tenía. —contestó sonriendo, cerró la sombrilla y se acercó a ella. —¿Estás bien?
—Ahora lo estoy. —contestó entre lanzando sus manos detrás del cuello de Lena, la morena la tomó de la cintura y la atrajo hacia ella.
Lena sonriendo cerró la distancia entre ellas, acarició los labios de Kara con ternura, perdiéndose una vez más en ellos. Por más tonto que sonara, para Lena siempre sería como la primera vez que besaba a la rubia, experimentaba un sinfín de sensaciones, su cuerpo reaccionaba con solo el rose de sus labios. Para Kara no era diferente, de todo lo que amaba de Lena, sus labios estaban en primer plano, besarla le hacía perder la razón totalmente.
—¿Vamos? —susurró Lena juntando su frente con la de Kara.
—Vamos. —Kara sonrió dejando un fugas beso en los labios de Lena. La morena sonrió y camino con Kara hasta el auto. _______________________________
—Maggie. ¿Qué haces aquí?
—Hola Sam. Necesito hablar contigo.
—Pasa. —Maggie entró un tanto nerviosa. —dime.
—No sé si lo que haré, me hace una persona bastante estupida. —Maggie jugó con su manos temblorosas. —pero amo a Alex como jamás había amado a nadie. —Samantha se movió incomoda.
