Contigo

3.3K 457 64
                                    



—Come algo K, por favor.

—No... no tengo hambre.

—Entonces yo tampoco tengo hambre.

—Am, Le, tu... tu pancita no... no piensa igual. —susurró Kara al escuchar los gruñidos del estómago de Lena.

—Panza traicionera. —susurro Lena poniendo sus manos en su estómago. Kara sonrió. —al fin sonríes.

—Gracias. —contestó Kara tomando un pan, lo partió y le dio una mitad a Lena. —come Le.

—Gracias. —contestó Lena viendo a Kara llevarse su mitad a la boca.

—¿Crees que hoy venga?

—No lo sé, espero que sí, porque quiero salir de este feo cuarto ya.

—Le.

—Mmm.

—¿Me perdonas?

—¿Qué, por qué?

—Por... por mi culpa, tú... es... estás aquí. —Kara bajo el rostro y jugó con el pedazo de pan que aún le quedaba.

—Kara. —Lena tomo el pan de las manos de Kara y lo dejo en la bandeja, tomo una de sus manitas y con la otra levantó su rostro. —tú no tuviste la culpa de nada K, yo estaría muy triste si no estuviera aquí, contigo.

—Pe... pero, tú...

—Yo estoy feliz de estar aquí, contigo. —Kara sonrió y presionó la mano de Lena.

Había pasado una semana desde que Kara y Lena estaban con aquel hombre, desde que el padre de Kara las llevo ahí ellas no habían salido de aquel cuarto, al parecer él no estaba mucho en la casa, ya que la comida se las daba una chica, quien solo entraba, dejaba la bandeja y salía. Lena estaba comenzando a dudar si su padre las encontraría, claro que la pequeña no le decía nada a Kara, no quería ponerla más nerviosa. Las noches no eran buenas para ella, la mayoría se levantaba llorando, por las pesadillas que tenía, Lena intentaba calmarla, sobaba su espalda y la abrazaba hasta que volvía a dormir.

—¿No puedes dormir Le?

—No K, parece que no tengo mucho sueño.

—Te... te puedo... yo puedo... cantarte. —susurro Kara jugando con una de las manos de Lena.

—Eso sería muy lindo K. —contestó Lena girando su cuerpo de lado para ver a Kara. La pequeña rubia hizo lo mismo, las dos quedaron frente a frente.

Kara comenzó las primeras líneas de una canción que Lena no logro reconocer, pero sonreía por la agradable voz de su amiga. La pequeña rubia siguió cantando, mientras veía a Lena sonreír, al terminar la canción, Lena dejó un beso en la mejilla de Kara.

—Gracias K, es una canción muy linda.

—De nada. Alex me... ella me la cantaba cu... cuando no podía... dormir. —contesto Kara sonriendo. Levanto su manita y llevo un mechón del cabello de Lena tras su oreja.

—Gracias. —susurro Lena cerrando los ojos.

—Descansa Le.
_______________________________

—¿Cómo están?

—Como estaría alguien que lleva una semana encerrada. —el hombre sonrió con descaro y caminó hacia las escaleras.

—Hola niñas. —dijo al entrar a la habitación. —¿no saludaras a tu padre cómo se debe Kara?

—Queremos salir. —exclamó Lena con seriedad.

—Pues eso no es posible.

—Hasta esta casa fea tiene jardín, queremos ir un rato. —el hombre sonrió camino hasta la pequeña y se inclinó hasta quedara su altura.

—Tú no me tienes miedo ¿Cierto?

—No. —contestó Lena con seguridad. —papá me enseño a ser valiente.

—Ya veo. —contestó él caminando hacia Kara. —tú deberías ser como ella.

—Déjala en paz. —gritó Lena parándose frente al hombre. —ella es valiente.

—Sí, bueno. No podrán salir de aquí. —contestó el hombre sonriendo. —nadie puede notar siquiera qué hay dos niñas rondando por aquí.

—¿Por qué eres tan malo? —cuestionó Lena.

—No soy malo, soy práctico.

—Eso ni siquiera tiene sentido. —contestó la pequeña con el ceño fruncido.

—Bueno, verás...

—¿Sa... sabes algo de... de mi hermana? —interrumpió Kara con el rostro cabizbajo.

—Oh, me temo que...

—Ella esta bien. ¿Cierto? —Lena veía al hombre con coraje, temía que Alex no lo estuviera, pero tampoco quería que Kara se pusiera mal.

—Lo está. —contestó el hombre sonriendo. A Lena comenzaba a molestarle aquella sonrisa de superioridad. —bueno, me voy. Nos vemos pronto mis niñas. —comentó cerrando la puerta tras él.

—¿Re... realmente crees que... que lo está Le?

—Lo está K, lo está. —contestó Lena sentándose al lado de su amiga.
________________________________

—Buenos días Le.

—Buenos días K. —contestó Lena tallando sus ojitos. —¿Hace mucho que despertaste?

—Un poco, ven... mi... mira esto. —dijo Kara estirando su mano. Lena se levantó y camino hasta ella. —mira por aquí. —Lena se asomo por el pequeño agujero que había entre las tablas que cubrían la ventana.

—Está nevando. —exclamó Lena sonriendo.

—Verdad que... es lindo.

—Lo es K, muy lindo. Me encanta la nieve.

—A mí también Le. —contestó Kara observando a Lena, le gustaba verla sonreír, eso la llenaba de alegría, hacia que su pequeño corazón latiera más rápido y que su pancita pareciera tener todo un zoológico bailando.

Mi pequeña héroe  (SUPERCORP)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora