Vil

3.6K 502 38
                                    

—Tranquila, por favor mi amor.

—Mamá, Kara, ella... —Lena no había parado de llorar desde que el padre de Kara salió con ella de aquella forma, ella jamás había sentido tanto enojo, pero al ver cómo sujetaba a su pequeña amiga, las lágrimas de Kara, al ver la desesperación en sus ojos. Lena no podía parar de llorar, ella le había prometido a Kara que siempre la cuidaría, le había fallado. O al menos eso era lo que pensaba. —Kara no... ¿Él la engañó? —sollozó con desespero.

—¿Tú sabes algo de aquella sorpresa? —cuestionó Alex hablando por primera vez desde que su padre se había llevado a su hermana.

—Sí. —contestó Lena limpiando sus ojitos con la manga de su suéter. —Kara me dijo que no podía decir nada.

—Ahora esta bien, puedes decirnos. Por favor. —Lena asintió.

—El padre de Kara le dijo que él quería que tú y Kara vivieran con él, que él quería hacerlas felices, le dijo a Kara que ella hablaría con un jez...

—Juez cariño. —susurró la madre de Lena.

—Juez. —se corrigió. —que sí ella le decía que quería vivir con él, ustedes tres podrían estar juntos, tú ya no necesitarías trabajar más, Kara... ella solo quería ayudar. ¿Por qué le mentiría? —susurro Lena rompiendo nuevamente en llanto. Alex asintió, se hincó frente a Lena y tomó sus manos.

—Muchas veces las personas lo hacen cielo. —dijo Lilian.

—Pero eso no está bien. —contestó Lena.

—Tienes que tener algo muy presente pequeña. Tú no tienes la culpa de nada, Kara tampoco.

—Yo... yo le prometí a Kara que siempre la cuidaría. —dijo Lena bajando aún más su rostro. Parecía que Alex intuía la culpa de la pequeña. —lo siento.

—Y lo has hecho. —Alex la abrazo y dejo un beso en su cabeza. —la has cuidado. Esto no es tu culpa. —Samantha y su madre no pudieron evitar llorar con ellas, la intensidad con la que Alex amaba a su hermana, era notoria. Pero la forma en cómo Lena había conectando con Kara, era única, ni Samantha ni su madre habían visto algo parecido.

Después de un rato de hablar, de pensar cómo podía solucionar las cosas, no lograban encontrar una solución. La realidad es que legalmente ellas no podían hacer nada. Y eso se los hizo saber el abogado, la decisión estaba tomada y Alex solo tenía que aceptarlo.

—Por fin se durmió. —dijo Samantha entrando a la sala. Con mucha dificultad, su madre y ella lograron convencer a Alex para que pasara unos días en su casa. No le haría bien estar en su departamento sola.

—Podrían... —la madre de Samantha sopesó sus palabras. —no, es una locura.

—¿Qué pensó? —inquirió Alex, a estas alturas, ella aceptaría lo que fuera.

—Huir con Kara, mi esposo y yo podemos...

—¡Mamá! —exclamó Samantha. No podía creer lo que su madre estaba planteando.

—Lo siento hija. Solo... lo siento no debí...

—Claro, podría irme con Kara, muy lejos. —la mirada de Alex se iluminó. Había una posibilidad de que Kara y ella estuvieran juntas nuevamente.

—Alex. Es una locura. —Samantha tomó las manos de su amiga, le dio temor ver su mirada. —¿No hablaras en serio?

—¿Por qué no? —cuestionó poniéndose de pie. —no dejarán que regrese conmigo, tú escuchaste al abogado, puedo apelar, pero de poco me serviría. Ahora mismo no se como este mi hermana, él pudo...

—No te atormentes pensando eso. —interrumpió Samantha acercándose nuevamente a ella. —entiendo que no es fácil, pero si hicieras eso, tendrías que estarte escondiendo. No estarían tranquilas.

—Sami tiene razón Alex, disculpa por comentar eso. —la mujer mayor se puso de pie y caminó hasta Alex y su hija. —pero te apoyaremos en lo que decidas, solo piensa las cosas con la cabeza fría. Por favor. —Alex asintió respondiendo amablemente el abrazo que la mujer le daba. —ahora las dejare solas, tengo que hablar con mi esposo.

—Ven. —Samantha tomó la mano de Alex y caminó con ella. Al llegar al jardín Samantha se giró para observar a su amiga. —lindo. ¿Cierto?

—Mucho. —contestó la chica observando a su al rededor. Un enorme jardín con bastantes flores, de varios tipos se imponía frente a ellas.

—Quisiera ayudarte más, también quiero que Kara regrese contigo. Pero no quiero que te metas en problemas. —dijo Samantha acariciando las hojas de una flor.

—Ella no debería estar pasando por esto. —comentó Alex caminando por el lugar. —Su mirada antes de que él cerrara. —Alex sacudió la cabeza. —ahora mismo haría lo que fuera para que ella volviera conmigo, hasta pasar por encima de la ley. —dijo Alex abrazándose así misma.

—Te apoyare en lo que decidas. —dijo Samantha después de un rato. Alex la observo con sorpresa pero asintió.

—Gracias. —dijo Alex abrazando a su amiga.

Kara corriendo, Kara llorando, Kara pidiendo su ayuda. Esas eran las pesadillas que Lena tenía, en reiteradas veces Lena se despertó gritando el nombre de Kara.

—¿Cómo está?

—Parece que está bajando la fiebre. —contestó Lilian, había decidió dormir en la habitación de su hija. Al ver que estaba pasando tan mala noche.

—Deberíamos llamar a Eric.

—Tranquilo Lionel, ella se pondrá bien.

—Con permiso. —susurró Alex entrando a la habitación. —aquí están las compresas. Sam está preparando un poco de té. —informó la chica mientras colocaba una compresa en la frente de Lena.

—Kara... Kara... no, ella... ¡suéltela! —gritó Lena moviéndose incómoda. Alex lamentaba mucho ver a Lena en ese estado.

                            ____________

—Has algo, pero que deje de gritar.

—La pequeña... tiene un poco de fiebre.

—Pues dale algo para que se le pase. —exclamó el hombre, al ver que la mujer desapareció, regresó su atención a la televisión y al trago en su mano.

—Solo un monstruo igual a él, dejaría que un angelito como tú, quedara en sus manos. —susurró la mujer apartando el cabello de la frente de la pequeña. —shhh, yo cuidare de ti. —Kara se encontraba en la cama con temperatura y constantemente llamaba a su hermana o a Lena. La mujer que estaba con ella, era la esposa del padre de Kara.

—Alex... Al... yo... —los gritos de Kara eran más constantes. —Le... n... no me dejes.

—¡Te dije que hicieras que se callara! —gritó el padre de Kara al entrara a a habitación. —ahora verá.

—¡No! —exclamó la mujer parándose entre Kara y su padre. —si la tocas llamaré a la policía. —los ojos del hombre eran pura rabia. —hablo en serio.

—Ni siquiera es tu hija. —dijo con una risa burlona. —la tuya...

—¡Sal ahora mismo de aquí! —escupió la mujer con rabia.

—Idiota. —dijo el hombre dando la vuelta. —si la escucho gritar otra vez, ambas lo lamentaran. —la mujer no hizo mucho caso. Se acercó a la puerta y la cerró con seguro.

—Él no te dañará, a ti no. —susurró la mujer acariciando el rostro de la pequeña.


__________________

Para que le pongan rostro al malvado, gracias por sus votos, comentarios. Sigan por aquí, se viene lo bueno 😍😍😍😬

Mi pequeña héroe  (SUPERCORP)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora