Mi pequeña héroe (SUPERCORP)

Emociones

La relación de Kara y Lena avanzaba de la mejor manera, pasaban el mayor tiempo posible junta, también tuvieron "la charla" con Alex, Lillian y Lionel, para Lena había estado bien, para Kara, bueno ella la había pasado bastante incómoda con las insinuaciones de Lionel sobre temas que para ella no era fácil de tocar y menos con ellos. Aunque la molestaban con bromas, sabía que también querían lo mejor para ella y Lena.

Por otro lado, la relación de Alex y Samantha no iba muy bien, Samantha no sabía porque pero Alex estaba bastante extraña, había intentado hablar con ella, pero solo le decía que estaba cansada o que tenía mucho trabajo.

—Creo que es evidente que nada está bien. —exclamó Samantha abandonando los labios de Alex, la distracción de la chica era muy obvia.

—Sam, por favor. —contestó Alex cubriendo su cuerpo con la sábana, Samantha tomó su ropa y comenzó a vestirse.

—Por favor ¿Qué? Ni siquiera ahora, que estamos apunto de hacer el amor despejas la mente, al menos finge que lo quieres. —exclamó Samanta levantando la voz más de lo que hubiera querido.

—No vayas por ahí. —Alex se puso de pie envolviéndose en la sabana. —detente. —tomó las manos de Samantha deteniendo sus intentos por abotonar su blusa. —perdóname. —susurro tomando el rostro de su novia entre sus manos. —tienes razón, he estado muy atareada, pero no te mereces mi comportamiento. —explicó dejando besos por el rostro de su novia. —claro que quiero y deseo hacer el amor contigo.

—Entiendo que tienes trabajo, pero solo quiero que hables conmigo, es frustrante cuando te cierras. —Alex unió sus labios con los de Samantha, la abrazó y camino con ella de vuelta a la cama.
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—No me gusta mentirle a Sam.

—Lo sé cariño. —contestó Lillian. —pero no te adelantes, Lionel ya está investigando los mensajes que recibiste. Hasta no saber de qué se trata, no lo hables con ella.

—Está bien. —contestó Alex con resignación.

—Ahora ve, no la hagas esperar. —Alex sonrió asintiendo.

—Hola cariño. —saludó Lionel entrando al despacho. —creo que Sami te anda buscando.

—Hola y gracias. —saludó dejando un beso en la mejilla del hombre.

—¿Sigue preocupada?

—Sí. —contesto Lillian respondiendo el beso de Lionel. —sobre todo porque no puede decirle lo qué pasa a Sami. ¿Averiguaste algo?

—No, aún no. Pero en cuanto sepa algo se los haré saber.

—¿Crees que sea él?

—No lo sé amor mío, no lo sé. —contestó el hombre abrazando a su esposa. —pero la verdad es que me temo que sí.

—Espero te equivoques.
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—Espera, espera. —susurró Lena en los labios de Kara. —tengo algo para ti.

—¿Así? —Kara se recostó de lado, sonriente observo a Lena quien abandono la cama y camino hasta su bolso, con una sonrisa volvió hasta la cama con su novia. Se sentó cruzando las piernas y con coquetería observo a Kara. —¿Y bien?

—Primero un. —Lena señaló sus labios.

—Oh, ahora me extorsionas. —contestó Kara, se sentó imitando a su novia se acercó a ella y dejó un leve rose en sus labios.

—No es lo que esperaba, pero lo tomare. —comentó Lena sonriendo. —cierra los ojos. —la rubia riendo hizo caso. Lena saco un pequeño sobre y lo puso en las manos de Kara. —puedes abrirlos.

—No entiendo. —Kara frunció el ceño, no lograba entender. El sobre solo tenía una postal con unas montañas y atrás los nombres de Lena y Kara.

—Un viaje, solas tú y yo. —contestó Lena mostrando los nombres.

—Pero...

—Quería que fuera una sorpresa hasta estar ahí, pero bueno, en unos días cumplimos...

—Un mes. —interrumpió Kara. —un mes desde que me pediste ser tu novia. —Lena sonrió.

—El más feliz de mi vida. —dijo fascinada. —era una sorpresa pero, no pude evitar contarte. —Kara sonrió.

—Necesito hablarlo con...

—Ya lo hice. —interrumpió Lena sentándose a horcajadas sobre Kara, quien sonriendo rodeó su cintura. —tenemos el permiso para viajar solas.

—Vaya, ahora sí que me has sorprendido. —contestó Kara dejando un beso en la barbilla de Lena.

—Me gusta sorprenderte. —susurró Lena tomando las manos de Kara, la recostó colocando las manos de la rubia por encima de su cabeza y comenzó a repartir besos por su rostro. —mmm, siempre hueles bien. —besos el cuello de Kara, mientras con su mano libre, acariciaba sus piernas.

—A mí me gustas tú. —contesto cerrando los ojos, se libero, tomó el rostro de Lena y la beso con necesidad. La morena acariciaba el cuerpo de la rubia con cariño, con pasión.

—¡Dios! —exclamó Lena en cuanto abandono los labios de Kara. Dejó caer su cuerpo sobre el de la rubia y escondió su rostro en su cuello.

—¿Estás bien? —susurro Kara acariciando la espalda de su novia.

—Sí no paro ahora, no sé si pueda hacerlo después. —contestó Lena desde su escondite, Kara sonrió asintiendo.

—No podríamos hacerlo. —concordó abrazando a Lena.
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—Ya Imra, no puedes seguir molesta. —exclamó Lena dejándose caer en el sofa al lado de su amiga.

—Observabame. —contesto la chica encogiendo los hombros. —puedo si mis amigas se fugan sin invitarnos. —Imra cruzo los brazos, Lena no pudo evitar reír abiertamente ante la pataleta de su amiga. —¿De qué te ríes idiota?

—Que boquita. —contestó la morena llevándose un pedazo de fruta a la boca.

—Cuando yo salga de viaje con mi novia no te invitaré. —replicó Imra con el ceño fruncido. Kara y Pisi veían la escena encantadas. Pocas veces veían a sus amigas así.
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