Capítulo 39. (Pt. 2/3)

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Le llevó semanas en bares, semanas emborrachándose, semanas acostándose con chicos y chicas que no conocía superar a Sana.

Junto con la ayuda de sus amigos, quienes habían estado a su lado en todo momento, apoyándolo y haciendo que olvidara su fatídica relación, era duro cuando te enamorabas por primera vez de aquella manera y te destruían con tanta fuerza, dejándote echo trizas.

Había experimentado con chicos, y fue cuando se dio cuenta de que también le gustaban, de que también se sentía atraído por ellos, nunca le había prestado demasiado atención en ese sentido, había estado cegado por Sana.

Ahí entraba Minho, lo había conocido en una de sus borracheras, el chico había llamado su atención: alto, delgado pero no en exceso, pelo castaño y lacio, piel bronceada y bonita sonrisa.

Se habían complementado muy bien el uno con el otro, el chico acababa de dejarlo con su novio, y estaba algo depresivo.

Ambos comenzaron a lanzar mierda sobre sus respectivas ex-parejas, y antes de ser conscientes de nada estaban riéndose de ellos mismos, y solo minutos después habían acabado en la casa de Minho, teniendo sexo.

No le dieron mayor importancia, ambos sabían que se sentían heridos y ambos habían sido un escape para el otro, de todas formas, aquello no les impidió ser amigos, habían intercambiado números telefónicos y hablaban muy seguidamente.

Los amigos de Jimin le habían advertido que tuviera cuidado, no querían volver a verle pasar por un corazón roto.

Jimin no hizo caso, el y Minho solo eran amigos, ¿Que podía pasar?.

Ellos quedaban para tomar un café, para hablar, para ir al cine, para jugar videojuegos, para ver películas en casa del otro...

Cosas de amigos, hasta que se dieron cuenta de que aquello no lo hacían los amigos, ellos eran cariñosos el uno con el otros, sin darse cuenta, muchas veces se agarraban de las manos, otras veces, otras se descubrían mirándose los labios.

Y sin darse cuenta, Jimin había caído otra vez.

Solo habían pasado unos pocos meses desde lo sucedido con Sana, pero Minho le hacía sentir alegre, le hacía sentir cómodo.

Lo que tenía con el era muy distinto de lo que había tenido con Sana, mientras la relación con Sana solo se había basado en sexo, salidas, cenas y regalos para complacer a la chica, lo que tenía con Minho se basaba en complicidad, en pasar tiempo juntos y comprenderse el uno al otro.

No era necesario estar en un buen lugar para que ellos lo pasaran bien, no era necesario hacerle regalos a Minho para que este estuviera contento, era todo tan distinto que Jimin había quedado fascinado, nuevamente.

Ni siquiera fue consciente de cuando sus sentimientos habían cambiado tan drásticamente, ellos pasaban demasiado tiempo juntos.

Había dejado que pasara un tiempo mas antes de contarle sus sentimientos a Minho, y aunque en un primer momento este había estado inseguro e indeciso, aceptó.

Después de todo, Jimin también le hacía bien a el.

Las siguientes semanas a su relación había sido todo alegría y diversión, se complementaban demasiado bien, no había nada que los alejara o que les provocara una discusión.

Minho parecía aceptar todo lo que Jimin dijera, y aunque a este último le pareció algo exasperante que el chico no tuviera algo de voz propia, prefirió ignorarlo, cada uno tenía sus puntos, ¿Verdad?.

Se lo había presentado primero a Taehyung, quien lo había aceptado inmediatamente al ver que se le había levantado el ánimo a Jimin y se encontraba mejor por la presencia del chico.

Por fin había superado su desastrosa relación con Sana.

Namjoon y Hoseok se habían mantenido mas reacios, ya que consideraban que el asunto de Sana había sido muy reciente y no querían ver a su amigo sufrir nuevamente, pero al ver la alegría y lo bien que parecía ir todo con Minho, decidieron ceder también.

Todo iba de maravilla, Jimin jamás se había visto mas contento, todo con Minho era alegría. Demasiado cabe destacar, todo era calma, y aunque Jimin lo vio aburrido, se dijo que aquello era mejor que una relación tormentosa.

No parecía que nada pudiera ir mal.

No hasta que aquel día llegó a su casa y su madre lo recibió diciéndole que Minho había dejado una carta para el.

Jimin la había agarrado emocionado, pensando el motivo de aquella carta.

Era un simple sobre blanco.

-Veamos.-Jimin se sentó en la silla de su escritorio-.No es nuestro aniversario, tampoco es mi cumpleaños...-comenzó a murmurar, tratando de averiguar el contenido del sobre.

Abrió el sobre con impaciencia, parecía ser una carta.

Jimin sonrió-.Hmm.

Minho no solía ser sentimental ni cursi, mucho menos romántico, el chico era demasiado soso y no daba importancia a los pequeños detalles, por lo que le sorprendió que le hubiera dejado una carta de amor.

Su corazón se detuvo por segundos ante las simples palabras que había leído nada mas desdoblar la hoja.

"Mi ex-novio volvió, me he dado cuenta de que lo sigo amando y volveré con el.
Lo siento"

Jimin volvió a leer la carta una y otra vez, pensando que había sido una mala jugada de su mente, había llegado cansado a su casa por el entrenamiento.

No, nada andaba mal, lo que decía en la carta era correcto.

Respiró tranquilamente, dejando la carta doblada a un lado de la mesa, manteniéndose en silencio y quieto, mirando la pared sin ningún sentimiento en su mirada.

Entonces sucedió, Jimin comenzó a soltar insultos a diestra y siniestra, tirando todo el contenido que había sobre su mesa, incluso el escritorio había sido derribado.

La carta había sido echa pedacitos mientras gruñía con los dientes apretados.

Porque nuevamente, le habían roto el corazón.

Conquistando a Hyung. |Jikook| ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora