Capítulo 52.

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Jimin metió las llaves en la cerradura de la puerta de su casa con dificultad, a penas pudiendo mantenerse de pie.

Su cuerpo dolía por completo, su cabeza no dejaba de palpitar.

Empujó la puerta con su cuerpo, cerrándola con un portazo, tirando las llaves al suelo, no importándole que ahí estuvieran también las de su coche, no le importaba nada en ese momento.

Quitó sus zapatos y los tiró con desinterés a un lado, caminando descalzo directo hacia la cocina.

Necesitaba colocar algo en su rostro, estaba bastante golpeado, nada exagerado, pero lo suficiente para ser doloroso y molesto, y aun así, extrañamente lo que mas le dolía era el corazón, el pecho, una sensación incómoda y pesada yacía sin descanso ahí, pinchando dolorosamente.

Pudo oír voces provenientes de la sala, su madre y Jihyun parecían estar discutiendo amistosamente sobre alguna tontería que el menor hubiese echo, incluso podía imaginarse a su padrastro mirando todo con gracia mientras bebía una cerveza tranquilamente.

Sacando una bolsa de guisantes del congelador la colocó sobre su rostro, soltando un suspiro satisfactoria, la comisura de sus labios ardía dolorosamente y su pómulo izquierdo palpitaba.

Su cuerpo también se quejaba ante los movimientos bruscos, el maldito de Yugyeom había pateado su estómago con fuerza, incluso comenzaba a creer que había roto alguna de sus costillas, o al menos le habría creado alguna fisura.

No le importaba de todos modos.

Volviendo a meter la bolsa de guisantes en el congelador tras un tiempo, cuando ya sentía menos dolor en su rostro, abrió la parte baja de la nevera, necesitaba tomar algo de agua.

Agarró una botella y dio grandes sorbos, como si no hubiera bebido en días, devolviéndola cuando quedó satisfecho, estuvo a punto de cerrar la puerta del frigorífico pero algo llamó su atención.

Algo de color morado, algo plano, una caja.

La agarró y sintió escalofríos cuando la reconoció.

Fue aquella caja de bombones que Jungkook le había regalado cuando se enfermó, aquel día que había escapado del instituto solo para ir a verlo, a él.

¿Como había aparecido en la nevera?.

El recordaba haberla tirado.

Entonces lo supo, su madre. Ella seguramente habría visto la caja impecable en el tacho de basura y la habría agarrado para guardarla, es decir, la caja estaba nueva y aún cerrada.

De todas formas no la había hundido en la basura, solo la había dejado caer.

Hizo lo que debió haber echo aquel día, rasgó el envoltorio de plástico con parsimonia, retirándolo poco a poco, pero lanzándolo al suelo sin cuidado. Después retiró la tapa de la caja y vio la gran variedad de bombones que componían la caja, pero eso no era todo, un pequeño papel cuadrado de color amarillo chillón, el cual estaba plastificado, yacía en una esquina.

Jimin lo agarró con manos temblorosas, realmente no quería leerlo, no quería saber que ponía.

"Espero que Jimin Hyung se recupere pronto y vuelva a sonreír, la sonrisa de Hyung es la mas bonita de todas.
                               Jungkookie te quiere."

Y Jimin se derrumbó, todo explotó en su interior, todo por lo que había luchado para ocultar y eliminar aparecía con fuerza.

Se dejó caer al suelo, pegando su espalda junto a la nevera, con la pequeña nota en mano, sin quitar la vista de esta hasta que sus ojos se volvieron borrosos y tuvo que limpiarlos con su antebrazo.

Conquistando a Hyung. |Jikook| ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora