All the love that I have.

Viernes... Viernes...

La semana pasó extremadamente rápida, ya era viernes, estúpido viernes, detesto este viernes. Leendy no dejaba de amenazarme de que si pisaba su casa iba a ser la última vez que respiraba, obviamente mantuve mi cabeza alta y disimule no inmutarme pero internamente, yo sabía, presentía que algo malo iba a suceder, qué? No lo se, pero no iba a bajar la guardia.

-Te lo advierto si tan solo llegas a tocar mi casa, te arrepentirás-dijo tropezando conmigo al salir de la última clase.

-Tanto que lo dices pierde su efecto de realismo-respondí con flojera, ella me miró con su cara de asesina y yo seguí mi camino. Al estar en el estacionamiento,  me encuentro con todos los chicos, menos Harry, Dylan, Perrie, Sophia  Zayn y Kristen.

-Hola chicos bonitos y chicas bonitas-dije soltando un suspiro.

-Hola, preciosa-respondió Louis mientras que le dejaba pequeños besos a su novia.

-Eleanor no quiero problemas pero tu novio coquetea conmigo-bromee, ella sonrió y siguieron dandose besos.

-Al fin es Viernes!-Chilló Lenna.

-Si al fin podré comer pizza-agregó Niall emocionado.

-Bien por ustedes, no saben como detesto este día...

-Por qué, Megg?-preguntó Liam, quien se acercaba a mi para ofrecerme sus brazos. Él sabía cuando lo necesitaba. Este era uno de esos momentos.

-Tengo que ir a la fiesta de Leendy...

-Qué? Tu yendo a la fiesta de la Perris? A mi me invitó y realmente no voy a ir-Habló Lenna viendo a Niall con puchero.

-Todos nosotros vamos. Ella lo llama "tradición o algo así"-comentó Louis poniendo mala cara.

-Si pues, Harry me invitó dijo que quería ir conmigo-fingí llanto-No quiero ir, siento que no regresaré a mi casa.

-Ya que tu vas puedo ir igual, así mataré a quien sea que se te acerque-opinó Lenna. Como la amaba.

-Si, todos nosotros igual iremos, Dylan no dejará que nadie te toque-respondió Liam dejando un beso en mi frente-Todos vamos a protegerte Megg.

-Si, linda, no hay porque preocuparse, yo también tengo mis contactos podríamos hacer que la secuestren por un  mes si llega a hacerte algo-la buena idea de Eleanor no estaba tan mal.

-Manten esa idea en tu cabeza, no la descartaremos...

-Suelta a mi chica, Vamos, niño batmatico-dijo Harry llegando a nosotros. Niall, Eleanor y Louis se miraron confundidos.

-Batmatico es una palabra?-preguntó Liam sonriendo.

-Ahora la es...

-Tu chica? Están saliendo?-preguntó Niall.

-Sip, pero Dylan no sabe-respondí viendo a los lados.

-Eso es una patada en el trasero. Él los va a matar-Louis opinó.

-Yo opinó lo contrario,  Dylan no puede vivir sin ustedes dos-contestó Lenna

-Y Cómo pasó? Digo, por qué somos los únicos que no lo sabemos?-preguntó Louis.

-Yo lo sé-opinó Lenna.

-Igual yo-agregó Liam.

-Osea que los prefieren a ellos?-preguntó dolido Niall.

-No es la gran cosa, igual solo llevamos una semana...

-Una semana!-gritaron los tres sorprendidos.

-Callen, no quismos decir nada porque pensé que era lo mejor, pero ya me estoy hartando de eso, digo... ya creo que es hora de que todos lo sepan...

-Saber qué?-preguntó Dylan dejando sus cosas de hockey sobre el auto. Todos nos callamos.

-Sobre... sobre que yo... iré a la fiesta de Leendy-tartamudeé.

-Por qué harás algo tan estúpido?-preguntó él viendo a Harry que me miraba.

-Alguien estúpido me invitó-miré a Harry sonriéndole.

-hablas de este estúpido? -todos inevitablemente reímos

-Si, ese.

-Por qué me dicen estúpido?

-Por qué la invitaste? Si no lo fueras no la hubieses invitado, no sabes que Leendy la odia-dijo entrando en furia Dylan.

-Quería estar con ella-respondió Harry mirando a Dylan, retandolo con la mirada, todos contando conmigo, nos quedamos en silencio.

-Este... creo que deberíamos irnos, amor-Dijo Lenna a Niall rompiendomel silencio.

-Sip igual nosotros-contestó Louis.

-Yo iré por mi hermosa novia que debe estar por salir-dijo Liam,  me estaban dejando sola con estos dos salvajes.

-Chao chicos, nos vemos en la noche-dije entrando al auto, cerrando la puerta un poco fuerte, haciendo que Dylan me viera adolorido y furioso.

-Enanaaa! No me tires la bendita puerta- chilló mientras que iba al otro lado, miré a Harry y luego entró.

-Lo siento, se me fue la mano, cobró vida por un segundo,  lo lamento-dije con una mueca de sonrisa. El camino iba en silencio. Loa dos chicos iban dándose miradas asesinas,  no sé que fue lo que pasó,  el comentario no ue tan fuerte como para que se odiaran por un minuto, digo no creo que Dylan se enoje con algo tan estúpido no? (No sabemos, Megg, quizá algo sucedió, ellos tardaron más de lo usual, ellos siempre salen primero que tu ¿no? ) no lo sé pero no me gusta que estén así. Pareciera que fueran a matarse con la mirada (Como Tu y Leendy?) No, ella realmente me quiere muerta, yo no le deseo la muerte pero tampoco tengo pensamientos bueno de ello, así que  no. (Rompe el hielo, vuelve a ser esto normal)

-Quieren ir a comprar vestidos conmigo?-pregunté sin quisiera pensar. Dylan me miró por el retrovisor y Harry volteo su cabeza.

-Enana, en serio? Por qué?

-Por qué no?-Dylan volvió su mirada asesina a Harry.

-Es que no hemos salido los tres juntos y así aprovechamos y volvemos a aquellos momentos donde éramos los tres-dije acercándome a ellos.

-Y qué tiene que ver con vestidos? Digo, nosotros nunca fuimos a acompañarte a comprar vestidos-Dijo Dylan xon una sonrisa en su rostro.

-Claro tu nunca me dejabas ir a fiesta. Ahora mira no salgo de una-bromeé.

Fuimos al centro comercial, al final Dylan había comprado una camisa para está noche al igual que Harry, mientras que yo, aproveché para comprarme un vetido negro, sin escote, Dylan me quería sacar de la tienda porque el vestido era corto y no iba a dejar que su hermanita usara cosas así.  Digo era corto, si pero no tanto, podía sentarme sin que se me viera el mundo. Eso era lo importante. Harry trató de no opinar para no arruinar el momento que estabamos pasando juntos. Algunas veces cuando Dylan no veía me tomaba de la mano disimuladamente. Cuando terminamos fuimos a comer a Mc Donalds, donde empezamos a recordar cosas de pequeños. La hora pasó.  Habiamos estado cinco horas en un centro comercial. Eran las seis de la tarde y ya era hora de irnos a casa a arreglarnos.