All the love that I have.

¿Quieres hablar de ello?

-Se ven tan tiernos juntos, si les haces algo, te voy a castigar, Dylan…

-No puedes hacer eso-escuché muy lejos.

-Soy tu madre, claro que puedo.

 -Tienes que levantarlos, no puedes permitir esto.

-No voy a levantarlos…

-Entonces lo hare yo-y de pronto sentí que me movían de un lado a otro. Con lentitud abrí un ojo, viendo a Dylan con el ceño fruncido.

-Deja que se despierten, vámonos.

-Pero…

-Pero nada-escuché desde lejos. Cuando terminé de abrir completamente los ojos, me doy cuenta que Harry está a mí lado, con su brazo tendido en mi abdomen, y su cabeza en mi cuello, mandando pequeñas ráfagas de aire, dándome tranquilidad, haciéndome saber que hoy es otro día. Suspiré profundamente, apoyé ligeramente mi cabeza en la de èl, sintiéndole más cerca.

-Buenos días, nena-susurró en mi cuello.

-Buenos días, Hazza-respondí, èl se alejó de mi cuello para quedar frente a mis labios, dejando un casto beso.

-¿Cómo has pasado la noche?-preguntó apretujándome más.

-Mejor de lo que pensé-respondí cerrando los ojos.

-¿Quieres ir a desayunar conmigo?

-¿Eso implica pararme de esta cama?-me quejé.

-Te puedo llevar en mis brazos si quieres-respondió sonriéndome.

-Ya me levanto-eso fue lo que dije luego de caer en un profundo sueño.

Al abrir mis ojos me doy cuenta de mi extrema sudoración, la habitación esta oscura y Harry no se encuentra a mi lado. Me levantó con pereza de la cama y me sorprendo al ver que son las siete de la noche. ¿Por qué he dormido tanto? Fui directo al baño a ducharme y a arreglarme un poco. Al salir con la toalla entre mi cuerpo, veo a Harry con una sonrisa picara.

-Ya venía a despertarte, dormilona-dijo sentándose en la cama, lo primero que hice fue apretujar con fuerza la débil toalla.

-¿Por qué ahorita? Ya no podre dormir-respondí acercándome al armario, cogiendo la ropa interior y regresando al baño.

-Mamá osa me proh…

-¿Mamá está aquí?-dije saliendo del baño de nuevo con la toalla.

-Sip, también me sorprendió cuando me desperté, está aquí desde esta mañana-respondió acercándose a mi-también nos quiere llevar a cenar, así que he venido, aparte de levantarte decirte que tienes que vestirte sexy, aunque no mejor no- dijo negando frenéticamente la cabeza.

-¿Por qué mejor no? ¿A dónde iremos?

-Solo me dijo que a cenar y es mejor que no porque si mal no recuerdo sales con un chico muy celoso y te juro que no estoy para aguantarme a ningún idiota capaz de mirar a mi chica-dijo frunciendo la nariz. Como estaba cerca, solo di un paso y me incliné para  darle un beso fallido, yo y mi estatura compacta-¿Deseas besarme?-bromeó tomándome de la cintura y èl con un pequeño movimiento plantó sus dulces y suaves besos en mis labios. Èl precavidamente puso mi mano sobre mi cintura, bajándola poco a poco, no iba a mentir sobre el acelero incontrolable de mi corazón. Pero tampoco iba a mentir sobre el agrado que se sentía. El beso se intensifico cuando su mano llego al objetivo, haciendo que mi cadera quedara muy cerca de la suya. Causando que de su garganta saliera un ligero gemido. No sé porque pero de alguna manera me gustaba presenciar esto.

-Megg…-los dos nos separamos, empujé a Harry al baño y cerré la puerta cuando Dylan entraba.   

-¿Qué pasó, hermano?-dije tratando de parecer normal.