All the love that I have.

Esta princesa quiere peligro

Al entrar en casa, no se escuchaba nada. Todo estaba apagado.

-¿Hay alguien en casa?-grite, Harry se acercó a la nevera-Al parecer no han regresado.

-¿Quieres Coca-Cola, agua, jugo de fresa?-me preguntaba mientras que abría una lata de Coca-Cola. Yo me acerqué a èl y le quite la lata.

-Quiero esta Coca-Cola, gracias-respondí sonriendo, èl se acercó por detrás y me abrazó. Yo me di la vuelta, dejando la Coca- Cola sobre el desayunador.

-Al parecer estamos solos…

-Y…

-Podemos hacer cosas malas-se mordió el labio lascivamente. 

-¿Cómo qué?-èl sonrió y me besó, no duró mucho ya que fui derramaba lentamente con la Coca-Cola.

-¡Harry!

-Cosas malas, nena-èl comenzó a dar pasos hacia atrás, mientras que yo negaba muriendo con mi propia carcajada.

-Y vas a huir, afronta tus responsabilidades, Styles-èl arqueó una ceja y se acercó a mí, sin titubeos.  

-No huiré de mis responsabilidades, Meggane-su voz era suave y ronca y, y, y demonios. Negué.

-No te muevas-èl no me hizo caso, sus manos fueron a mi camisa, tocando el borde de ella.

-Cuando se trata de ser responsable, soy muy responsable-yo asentí, èl no dejaba de verme, sus dedos se estaban deslizando por mi piel, levantando la camisa lentamente, cuando pensé que iba a seguir, me besó lentamente, una de sus manos se encontraba en mi nuca y la otra en mi espalda, manteniéndome a su lado. Su lasciva lengua rozó mi labio inferior, desconcentrándome, sorprendiéndome cuando su mano me alzó y mis piernas quedaron en sus caderas, automáticamente mis manos se fueron a sus mejillas.

-Debo ducharme, Dylan preguntara…-èl siguió en mis labios. Pero esta vez con destino arriba, comenzó a subir las escaleras hasta tropieza con una y casi nos caemos. Los dos comenzamos a reír como tontos, aunque eso no impidió que al estar arriba y llegar a mi habitación concluyera los besos, èl cerró la puerta y me bajó, sus manos deshicieron la camisa, dejándome en sujetador, volviendo a mis labios, por una parte le agradecía, así no sentía tanta vergüenza. Sus manos fueron depositadas en mis caderas para volver a alzarme, esta vez deje de pensar y me concentre en sus labios, en cada sonrisa escapada. Hasta que pequeñas gotas cayeron sobre nuestros cuerpos.

-Vamos a ducharnos-sus ojos se veían intensos, sus labios estaban hinchados y provocativos.

-No podemos hacer eso…-èl me apoyó sobre la pared.

-Si podemos hacerlo, tu hermano seguro está teniendo intimidad con Kristen-yo me quede viéndole, si seguía pensando iba a pasar el tiempo, mis manos fueron a su camisa con la misión de quitársela, èl me veía como si fuese la única chica a la que sus ojos querían ver. Sus labios, sus dulces labios fueron a mi cuello, haciendo que mi cuerpo se arqueara, sus labios fueron bajando hasta que llegaron al centro de mi sujetador, abrí mis ojos sorprendida, èl me miró esperando confirmación. Esto lo quería, joder que sí. Asentí controlando mi respiración, sus manos subieron por mi espalda hasta encontrarse con el broche de mi sujetador. Èl volvió a verme y yo volví a asentir. Si no era con èl no iba a hacer con nadie. Las tiras se deslizaron por mis hombros, sus manos se ubicaron en mis hombros, sobre las tiras, sus ojos con mis ojos, mis nervios estaban descontrolados. Mis senos fueron liberados, al mismo tiempo que el calor comenzaba a tomar camino desde mi cuello hasta llegar a mis mejillas.

-Nena…-yo negué, poniendo mis dedos sobre sus labios. Èl de pronto, solo,  fui sorprendida al sentir sus labios sobre ellos, no se sentía mal, nada mal, se sentía bien, jodidamente bien, Dios estaba causando una explosión dentro y fuera de mi, èl me bajó de repente y fue directo hacia mis labios, devorándolos, amándolos, mordiéndolos, estaba volviéndome loca. Lo próximo que hizo fue sacarnos de la ducha, me llevó a la cama y su cuerpo quedó sobre mí, ligeramente. Mis manos tomaron sus caderas y lo acerque más, su pecho estaba contra mi pecho, su cuerpo húmedo emanaba calor hacia el mío, se sentía bien, me erguí un poco y planté mis labios sobre èl. Toda se volvió lento. Respiraciones, movimientos… todo.

-Cielo…-yo abrí mis ojos-tengo que ir a tu ritmo-sonrió ligeramente.

-Mi ritmo, mi ritmo… que ritmo… yo quiero tu ritmo-susurre, asintiendo.

-Hoy no-me quejé, èl carcajeo-Tenemos que dar pasos para poder complacerte, no quiero que, te sientas incomoda-al oír la palabra con C mis mejillas volvieron a sonrojarse-Megg, quiero que sea… maravilloso-mis manos bajaban y subían por su espalda.

-Lo será, Harry, lo es-èl asintió confirmando mis palabras.

-Vamos a vestirnos-èl se levantó estirando sus manos hacia a mi-Ven princesa en apuros.

-Esta princesa quiere estar en peligro a menudo-respondí volviendo a su cuerpo.

-Tengo que protegerte antes que tu dragón hermano me mate vivo-planté de nuevo mis labios sobre los de èl.

Harry fue un momento a su habitación a cambiarse la ropa, yo me puse unos shorts y una de sus camisas, me recogí el cabello en un moño y bajé, Harry estaba limpiando el desastre con la Coca-Cola.

-Hola, novio.

-Hola novia-respondió botando la lata, yo fui al sofá y prendí la televisión. Un minuto después Harry se sentó a mi lado, yo lo veía fijamente, no podía creer lo que había sucedido hace unos minutos atrás, èl estaba viendo un comercial de las nuevas mesas despegables para tu verano, fije mi mirada a la televisión procurando no pensar mucho.

-¿Por qué estas tan lejos?-èl estaba al otro extremo del sofá. Gatee hasta llegar a su lado, èl puso sus dos manos sobre mis mejillas y plantó un casto beso en ellos-Gracias-susurró, me acosté en sus piernas mientras que èl seguía viendo la televisión. Mis ojos se fueron cerrando deliberadamente.