All the love that I have.

tu y yo de nuevo

Benja y mamá ya tenían todas sus maletas preparadas para volver a irse. Dylan, Harry y yo estabamos parados en el pórtico. A veces me gustaría que estuviesen más en casa pero sé que es imposible. Ellos entran al auto con una mirada melancólica y llena de felicidad a la vez. Lo sé es algo complicado.

-Mis niños portense bien. Dylan cuida a tu hermana y no maltratates tanto a Harry-dijo mi madre quien nos veía a los dos.

-adiós, mami, buen viaje...

-No esperen mucho para eso...-dijo viéndonos a los dos,  ignorando a Dylan.

-Esperar qué?-preguntó desconcertado.

-No lo haremos, confíe en nosotros- respondió Harry con tanta seguridad que por un momento mi cuerpo sintió una ola de emociones.

-Adiós, mis chiquitos, Dylan cielo avisame cualquier cosa.-

-Si madre, deja de preocuparte,  tengan buen viaje- respondió él colocando su brazo sobre mi hombro. Benja retrocedió y se despidieron con una mano. Cuando el auto desapareció de la vista Dylan plantó un beso en mi cabeza.

-Bueno chicos, este guapetón de aquí tiene una cita ardiente con una chica igual de ardiente. Así que en pocas palabras, me iré.  Tú...- señaló a Harry autoritario- un metro lejos de mi hermana. Y tú...- me sonrió, aish este hermano tan bello- sólo sé mi hermana bonita. Nos vemos en la noche.

-Que te diviertas- dijimos Harry y yo a la vez, haciendo que Dylan se detuviera.

-No hagan eso por el amor de Dios- contestó sonriendo. Entró a su auto y se fue. Harry al ver que se había ido completamente me tomó de la mano con fuerza.

-Tu y yo de nuevo otra vez- dijo Harry con una media y preciosa sonrisa en su rostro. Tuve que tragar para entrar en razón. Me puse frente a él y pase mi mano por su cabello hasta parar en su cuello.

-Soy toda tuya, Harry- susurrè. Al escuchar eso sus ojos se cerraron y suspiró audiblemente.

-Qué has dicho?-balbuceò.

-Tengo ganas de comer pizza. Qué escuchaste tu?-bromeè plantandole un beso rápido en sus labios. Antes de que pudiera huir, él me tomó del brazo sutilmente y devolvió el beso con más furgor, con más fuerza y deseo. Yo solo... bueno, yo solo desaparecí de esta tierra. Me fui al nunca jamás,  esto era... increíblemente maravilloso. Al separarse agitado de mí,  suspira dejando un breve y casto beso en mis labios.

-Eres la única chica que puede causar tantos sentimientos reales en tan solo unos segundos- susurró mordiéndose el bendito labio.

-Tu él unico a quien yo puedo amar- admití nerviosa. Él sonrió y volvió a mis labios.

-Vayamos a comer pizza- habló entre mis labios causando cosquilleos en ellos.

La tarde pasó entre besos, pizza, miradas empalagosas y  la furia de Harry al notar la vista de otros chicos en mi cuerpo. Cuando llegamos a casa, por suerte, aún estaba vacía,  Dylan no había dado señales de vida y por ahora iba bien.

-Ya que hemos almorzado y tenemos la casa para nosotros dos, qué es lo que se te ocurre?-pregunta dejando las llaves en el desayunador. Yo tomó la orilla de mi camisa nerviosamente y juego con ella.

-Yo me iré a duchar- susurrè subiendo más la camisa, haciendo que mi abdomen quedara libre. Harry estaba luchando con sus instinto. Sus ojos verdes oscuros y su respiración agitada lo delataban. Era impresionante como un poco de movimiento podía hacerle sentir tan deseado. Dios como lo amo. (Ahora que te das cuenta) Calla Willy. No es hora de que parlotees.