All the love that I have.

nanananana

-despierta, mi sol de cada mañana -escuché muy vago, hasta que comencé a sentir pequeños besos sobre mi rostro, abrí débilmente los ojos y vi a Harry sonriendo de oreja a oreja. -buenos días, princesa. hoy es domingo y uno se van tus padres y dos es para nosotros.-dijo, yo me estiré y me senté en la cama.

-buenos días, cielo-dije débilmente, él plantó un suave beso en mi frente.

-voy a bajar para que Dylan no sospeche y para preparar el desayuno. Te espero, cielo-dijo parándose de la cama, yo me levanté y fui directo al baño, me cepille, me duché. Al salir tomé la toalla y me envolví en ella, quedando con los cabellos húmedos. Al salir del baño, fui directo al armario y me coloque la ropa interior, luego busque una camisa y unos shorts cortos, me seque el cabello con la toalla y salí de la habitación, bajando la escalera me encuentro con Dylan.

-buenos días, mocosa dormilona-dijo Dylan mientras que colocaba sus manos encima de mis hombros.

-ay, buenos días escarabajo -respondí riendo a mi propia broma.

-Cómo dormiste, mocosa?-preguntó él, mientras que llegábamos al piso de abajo.

-bien, Dylan. Para serte sincera, dormí sabroso, exquisito...

-y, eso?

-eh... ya sabes soñé con el amor de mi vida, era como si estuviese a mi lado, sintiendo su calor, era tan real-dije llegando a la cocina y viendo a Harry que me miraba con sus ojos verdes y esa sonrisa hermosa que hacía que su hoyuelo se notara.

-por qué ves a Harry?-preguntó Dylan, mientras que Dylan miraba a Harry y yo a Dylan.

-es que él tiene los mismo ojos que él chico a quien quiero, bueno el de mi sueño. Entonces, es como verle y que este allí, junto... a mi-dije bajando la voz, Harry miró a Dylan y se cruzó de brazos.

-si no fuese mi hermana diría que tiene fantasías-dijo Dylan riéndose de mí, yo suspire y comencé a comer del cereal que Harry me había preparado, terminamos de comer cuando nuestros padres bajan.

-buenos días, chicos. Ya veo que han desayunado-dijo benjamín, sonriendo.

-si, papá. Cómo amanecen? espero que no como Megg, que soñó con el amor de su vida...

-ah sí? y quién era el afortunado?-preguntó mi madre.

-afortunado?-interrumpió Dylan.

-eh... no... este... tenía los ojos como Harry-dije excusandome, haciendo que todos voltearan a verme y luego a Harry, para disimukar comencé a servir judo de naranja y tomando a pequeños sorbos.

-si, Harry es el afortunado-dijo Benja, al oír eso Harry y yo nos miramos, pelando los ojos, Dylan sin previo aviso golpeó a Harry en la nuca, haciendo que yo escupiera el jugo de naranja de mi boca por la carcajada que no pude contener.

-Demonios, Dylan que te ocurre? ahora que hice?-dijo Harry.

-eres la fantasía de mi hermana.-dijo mirando a mi madre.

-hijo, ya deja a Harry. él no tiene la culpa de que tu hermana sueñe con chicos. Controlate y deja la violencia.

-y tu señorita...-Harry me miró fijamente, y pare de reir-me la pagaras, por haberte reído de mí.