All the love that I have.

una semana. No, que sean dos.

-no quieres que le digamos, verdad? -preguntó,  yo negué.

-no ahora, Dylan si se entera nos va a matar a los dos... y más si le décimos, pensará que aprovechaste este momento para poder flirtear conmigo.-dije él,  arruga su frente.

-flirtear? -dijo, yo reí.

-si, flirtear, sabes como es Dylan,  Harry, si se entera ahora nos matará-hice una pausa-nos matará porqué para él tú eres el culpable de todo. -reí a carcajadas, él al ver que me estaba burlando me empujó a su cuerpo y me hizo caer en la cama, dejándolo a él encima.

-te da mucha risa, no? -dijo, yo seguí riendome. -ahhh, como que si-comenzó a hacerme cosquillas por todos lados, haciendo que riera aun más fuerte.

-no, Harry,  yaaa, para, para, -risa-Ha, Harry... no, no, para-dije entrecortado,  él para y se ríe conmigo, hasta que me miró fijamente desvaneciendo las risas,  pasó su mano por mi mejilla, se mordió el labio inferior.

-sabes que me has hecho felíz? -dijo con un tono muy dulce, yo no dudé en sonrojarme y sonreír como tonta.

-no, no lo sabía-dijo pegó su frente de la mía,  él apoyaba su peso sobre sus codos, solo nuestro cuerpo se rozaban, nuestra respiraciones chocaban entre sí, el calor que emanaba su cuerpo me hacía sentir segura.

-tienes que saberlo... me haces mucho más que felíz-dijo, yo roce mis labios a los suyo, él sin pensarlo los besó,  me besó dejándome realmente mareada, jadeabamos al terminar.

-debes salir, Dylan seguro subirá a preguntarme como me siento, no quiero que te vea aquí-dije él, asintió y me besó de nuevo.

-nos vemos en una hora-dijo levantándose,  yo asenti, salió y me levanté para ducharme, dejando que toda aquella escena se desvaneciera de mí cuerpo,  no me sentía mal porqué estaba con Harry, finalmente... estaba con él,  al pensar en sus palabras, no dudé en sonrojarme y reír como una absoluta tonta, salí y me puse la pijama, al estar lista escucho que alguien golpea la puerta.

-pase-dije, abrieron la puerta y era mi madre que sujetaba un sándwich y un jugo de naranja.

-cariño,  te traje algo para que comieras, Harry me dijo que no comiste-dijo  muy dulce.

-gracias, mami-dije, comiendo un poco del sándwich,  comenzamos a hablar sobre todo lo que había sucedido, desde la fiesta, el beso y, lo sucedido en la tarde, ella cambiaba su estado de ánimos rápidamente haciéndome reír un poco.

-hija, y entonces, que ocurrirá con Harry?  no me gusta que se den beso así como así-dijo ella, arrugando su frente, yo la miré,  no me quedaba de otra que contarle.

-mami, Harry y yo...-suspire-estamos saliendo.-dije,  al decirlo ella salta de mi cama como una colegiala.

-hija, oh Dios Aleluya-dijo alzando las manos al techo haciéndome reír a carcajadas -y Cuéntame,  como sucedió? por qué me dices ahora? cuando tratabas de decirme? -dijo , yo deje de reír.

-bueno, sucedió está tarde, porqué sacaste el tema, y como no podía ocultarte ya que eres la madre más inteligente que he conocido y ocultarte algo así, sería ponerte el plato en bandeja de plata, preferí decirte.-dije, ella comenzó a reír.

-cielo, me alegro por ti...-ella carraspeo- cariño,  yo sé que para él, está noticia es como lo más encantador posible, se que él te gusta como le gustas tú a él,  no dudó de eso, pero...-suspiró-necesito que te protejas, se que él no hará nada para lastimarte, pero... de igual manera necesito que los dos se cuiden, de acuerdo? vayan despacio que a pasos rápidos se aburriran del uno al otro dijo sobando de mi cabello.

-mamá,  te agradezco todo, me cuidate, tranquila, pero... necesito un favor-dije, ella se desconcerto.

-si, hija?-respondió.

-no le digas a nadie,  sí Dylan se entera lo va a matar, sabes como es él de sobreprotector, si?-dije poniendo mi mejor cara de perrito, yo sabía que sí no le rogaba no aguantaría hasta decirle a Benjamín.

-esta bien, Meggane,  te doy una semana para que Dylan lo sepa-dijo con voz firme.

-que sean dos mamá-dije, ella al principio lo pensó, vacilo y luego fue que asintió.

-está bien, Meggane-dijo levantándose y yendo a la puerta, al abrirla aparece Harry,  él se asombra.

-oh, hola?-dudó,  mi madre me miró.

-que haces a esta hora de la noche en la habitación de Meggane,  Harry-dijo mi madre con su tono de voz autoritaria y firme, yo me asombre, realmente pensé que lo diría en serio.

-ehh... quería-me miró muy nervioso, yo me escogí de hombros-sólo.... no tengo excusas-dijo cabizbajo, mi madre le tocó el hombro haciendo que él la mirara.

-lo se todo, Harry, no le diré a nadie, sólo cuidala como si fuese lo más apreciado en todo el mundo, si le haces algo te juro que te las verás conmigo-dijo mi madre, yo sonreí ya que sabía que hablaba en serio, Harry le brillaban los ojos, abrazó a mi madre y le susurró.

-confíe en mí,  no le haré daño-dijo, yo me quedé como tonta viéndole.

-buenas noches chicos, nos vemos mañana-dijo cerrando la puerta, Harry me ve fijamente.

-le dijiste, pense que no le contarias a nadie-dijo sonriendo.

-mi madre es la excepción-dije yendo al baño a cepillarme los dientes, él entra viéndome al espejo-no deberías verme así-dije con la espuma de crema dental en mi boca, él ríe.

-nena, te he visto vomitando, he visto como duermes y, aun así sigues siendo la mujer más sexy que he visto en mi vida-dijo, yo no dudé en sonreír,  me enjuague la boca y me voltee para verlo, él fruncio el ceño.

-que pasa?-dije, viendo su cara.

-quiero probar algo-dijo, yo alce mis cejas

-qué es?-dije desconcertada, él se acercó a mí y pasó su mano lentamente sobre mi mejilla, suspiró y plantó un suave y dulce beso en mis labios, luego otro y otro y otro. -y, tu punto es?-pregunté susurrandole en los labios.

-mi punto es que puedo besarte muchas veces y aún así, todos son mejores-dijo susurrando, yo me mordi el labio.-creo que debes descansar, esté día ha sido una mierda y, lo que necesitas es dormir-dijo, me tomó de la mano y fuimos a la cama.

-lo único que necesitó lo tengo a mi lado-dije muy bajito,

la idea era que yo sola lo escuchara, pero no fue así él también lo hizo.

-quiero hacerte felíz-dijo, yo le miré y le sonreí,  apagamos la luz y sólo el reflejo de la luna hacía ver nuestros reflejos, él me miraba fijamente mientras que yo jugaba con sus cabellos jodidamente sexy, él se inclinó para besarme los labios, luego siguió a la mejilla, haciendo un camino al lóbulo de mi oreja, haciendo que dentro de mí sintiera un pequeño escalofrío

-te quiero, Meggane-susurró,  yo le miré y planté un profundo beso, haciendo que él gimiera, luego de unos minutos hablando, me acosté en su pecho, escuchando como su corazón latía rápidamente, al sólo escucharlo me quedé rendida en el sueño.