¿Estamos bien?

48 0 0
                                    

Me sobresalté cuando sentí un apretón en mi mano. Al mirar a mí alrededor me encontré a Harry acostado a mi lado, apoyando su cabeza en la cama. La luz del sol comenzaba a entrar en la habitación, deshice el agarre de Harry en mi mano y me levanté de la cama, tomando la intravenosa, yendo al baño. Mis ojos estaban hinchados y mis labios resecos. Hice lo posible para parecer presentable. Cuando salí del baño Harry miraba a todos lados, cuando fijó su mirada en la mía, se calmó.

-Hola-su voz era tan rasposa que tuve que cerrar mis ojos para contemplarla.

-Hola-susurré yendo hacia èl.

-¿Cómo te sientes?-preguntó pasando su mano por mi mejilla.

-Creo que mucho mejor-esta vez era verdad, me sentía como si hubiesen quitado el bolso lleno de problemas de mi espalda. Me sentía tan ligera. Èl puso su mano en mi barbilla y me acercó a èl, plantando sus labios sobre los míos.

-Buenos días-habló James entusiasmado.

-Buenos días-respondió Harry en mis labios. Alejándose de mí con una sonrisa.

-Hoy es tu día de libertad ¿Emocionada?-preguntó James mientras que me sentaba en la cama.

-Realmente si, estar aquí me estresa las horas pasan muy lentas. Son muy eternas.- recordé ayer cuando las horas fueron muy miserables. Recordando que ayer Harry había desaparecido. Al igual que mi madre.  

-Hola chicos-dijo la doctora Alexia-¿Cómo amanecen?

-Hola doctora, me siento mucho mejor. Realmente-admití. Aunque ahora me sentía desconcertada. ¿Por qué ayer los tres habían desaparecido? ¿Por qué Dylan necesitaba a Harry?

-Vamos a revisarte, veremos si realmente estamos bien ¿De acuerdo?-habló la doctora. Yo asentí. La doctora comenzó a hacerme unos análisis. Que tardaron varios minutos. Harry me veía seriamente. Sin siquiera mostrar un poco de felicidad a su rostro, podría decir que estaba molesto ¿Por qué? No lo sé. Pero lo iba a averiguar.

-Ya  regreso-dijo la doctora yéndose. Me voltee a ver a Harry un momento. Èl me sonrió pero volvió la seriedad a su rostro.

-¿Qué sucede?-pregunté.

-No sucede nada-respondió como que si en verdad nada estuviese sucediendo. Pero lo conocía demasiado bien como para creerme su mentira.

-¿Seguro?-volví a insistir.  

-Muy seguro, nena-contestó plantando un beso en mis labios. (¿Por qué será que no le creo ninguna palabra?) Opino lo mismo Willy. La doctora regresó con unos papeles en sus manos.

-Bueno querida Meggane, te dejo en libertad, aquí tienes mi numero-me dio una tarjetica-para cualquier cosa que necesites hablar, llorar, maldecir, cualquier cosa solo llámame y yo te atenderé ¿De cuerdo? También quiero que sepas que debemos aprender  a respirar, poder controlar esto, si, dejar salir lo que nos molesta-yo asentí-Y por último, te prohíbo al menos por esta dos semanas, tener emociones bruscas, lo que te dio fue muy fuerte, no quiero que tengas secuela de esto. Te lo pido, como te dije solo respira, profundamente. Cierra tus ojos y concéntrate en respirar.

-De acuerdo-volví a asentir.

-Hasta luego, querida, cuídate-dijo yéndose.

-Ya regreso-habló Harry, cuando salió, James entra.

-Hola bonita-dijo James.

-Hola James-contesté con una sonrisa. Vi a Harry parar a la doctora.

-¿Cómo sigues?-Ellos voltearon a verme y miré a James.

-Mejor que ayer, gracias-me enfoqué en ver cómo me quitaba la intravenosa. En la manera que la aguja salía de mi piel. La sangre saliendo del pequeño orificio de mi piel, causándome nauseas, causándome ese subí y baja. Tape mi boca con fuerza, James me ofreció un envase, pero el baño estaba más cerca. Corrí con toda mis fuerza, llegando a tiempo que depositaba el liquido de mi boca, la doctora, James y Harry estaban en la puerta, hice una seña con mi mano y todos se fueron. Menos Harry, quien entró cerrando la puerta. Tomando mi cabello, dando suaves movimientos en mi espalda. Cuando termino mi tortura me senté en el suelo, con la mano en mi boca.

-¿Estás bien?-preguntó.

-Creo-respondí sintiendo el acido en mi garganta. Me levanté del suelo y me enjuagué la boca junto con la cara.

-¿Estamos bien?-preguntó desconcertándome. Yo me volteé para mirarlo.

-Estamos bien-afirmé sonriendo,  èl se acercó a mí y me abrazó, como si de eso se tratara su vida. Con fuerza y con sutileza-¿Qué sucede?-di un paso hacia atrás y le tomé de las mejillas. Èl cerró sus ojos. Sintiendo mis manos.

-¿Sabes que te amo?-preguntó haciéndome sonrojar y a la vez sonreír.

-Lo sé-asentí sintiendo mi corazón latir fuertemente.

-Quiero que siempre lo recuerdes, a pesar de cualquier cosa-dijo serio, abriendo sus ojos viéndome fijamente.

-A pesar de cualquier cosa-una promesa salió de mis labios.

Luego de salir del hospital, me sentí realmente mucho mejor. Como si el peso que hubiese sentido durante tanto tiempo se hubiese disminuido. Harry volvió a ser el mismo. Bueno, siempre fue el mismo, solo que lo notaba extraño. No sé si fue porque me abrazó. No sé si fue porque esa pequeña promesa salió de mis labios. Realmente no sabía porque de un momento a otro su extrañeza desapareció, pero lo que si sabía era que le había prometido que a pesar de cualquier cosa lo iba a amar y eso, realmente eso lo iba a cumplir. A pesar de cualquier cosa, nada y absolutamente nadie podía cuestionar mis sentimientos hacia èl. Tal vez iba a ser en vano, a fin de cuentas, èl se iría de nuevo, yo me quedaría, tendría que superarlo, de nuevo, pero mientras que lo tuviese aquí a mi lado. Todos los días, iba a disfrutarlo, saciarme de èl, amarlo, quererlo y odiarlo, todo a la vez. Hasta el último día juntos

All the love that I have.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora