te ayudaré.

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El día pasó muy rápido sinceramente, agradecí eso porque podría estudiar.  Dylan me iba a dejar en casa ya que se iban a almorzar todos juntos para luego irse a los bolos. Al estar en casa, pedí una pizza, aproveché el momento para darme una ducha refrescante, al terminar decidí ponerme unos shorts cortos y una camisa de Mickey. Cuando iba bajando las escaleras el timbre suena, a pasos lentos me acercó a la puerta,  al abrirla me sorprendo al ver a Harry sosteniendo con su mano izquierda la pizza y su mano derecha una coca cola.

-Qué haces aquí?-pregunté dejándolo pasar.

-Vine a hacer mi jugada, recuerdas?-dijo depositando la caja en el desayunador, yo cerré la puerta y me acerqué a él.

-Por qué no fuiste con los chicos?

-Vengo a ayudarte-contestó sonriendo, yo no respondí solo lo miré -Voy a subir y a ducharme, no te comas toda la pizza-bromeó subiendo, yo abrí la caja y saboree y olfatee el rico olor de la pizza. Me comí tres pedazos dejándole cuatro a él.  Al terminar cogi la caja junto con la coca cola y subí a mi habitación, deje las cosas sobre la cama, me senté en el escritorio y me dediqué a estudiar, al menos a leer lo que podía analizar más rápido.

-Hola-dijo entrando a la habitación,  al darme vuelta, me arrepentí de ello. Harry se encontraba con su camisa en manos. Me volví a voltear y seguí leyendo. Él se sentó a verme mientras que se comía la pizza.

Luego de varios minutos, interminables minutos, Harry se encontraba acostado en la cama observándome,  algo que no ayudaba para nada.

-Cómo vas?-preguntó yo me levanté y me acosté en la cama comenzando una clase de llanto, él colocó su mano en mi espalda y comenzó a dar pequeños movimientos.

-Te ayudaré-dijo levantándose, agarró el libro y volvió a la cama, yo me senté frente a él.

-Sabes que si no aprendo nada te voy a matar-bromeé-Si paso este examen tendré la clase pasada y no me preocupare. Asi que esto está en tus manos.

-Deja de llorar, que he venido a salvarte, voy a leerte y cada vez que pare tienes que responder a mis preguntas si no lo haces no podrás...

-Besarte-dije inconscientemente, haciendo que él sonreirá. No podía evitar ver sus labios. Por dios son demasiados provocativo.

-No podrás besarme si te equivocas- agregó viéndome fijamente, tenía que hacerlo bien, si o si. Él ojeo el libro, viendo lo que debía estudiar, hasta que comenzó a leer. tuve que cerrar mis ojos para concentrarme,  verlo hablar con sus labios a juego no ayudaba mucho. Cuando paraba de leer, abría los ojos y me preguntaba, iba por la pregunta diez y no había respondido ninguna bien, estaba molesta,  frustrada y con ganas de golpearlo pero a la vez comermelo a besos. Él en cambio estaba serio y sonreía cada vez que yo chillaba frustrada.

-Pregunta once, cuándo sucedió la segunda guerra mundial y quién la ganó? Vamos nena, está es facil- me alentó él,  yo cerré mis ojos con fuerza y comencé a romperme la cabeza.

-Fue... fue... 1938... eh... termina... termina... eh...-fechas y fechas iban a mi cabeza-¡1945!-grité emocionada esperando que fuera correcto,  él sonrió.

-Espera, espera, quién ganó esa vez?- Mierda, lo detesto.

-Quién la ganó,  quién...¿Estados unidos?-dije insegura, él dejó el libro a un lado y asintió aliviado, yo salté a sus brazos y lo besé con ganas, con ansias.

-Debemos seguir, tu nota está en mis manos-nos separamos y seguimos estudiando. Después de dos horas ya me sabía todo. Harry me formulaba tres veces las preguntas con distintas palabras, yo respondía menos insegura y con más conocimiento. A las cuatro de la tarde, él deja el libro a un lado y se acuesta exhausto de tantas preguntas, yo le sigo.

-Ahora si tu no pasas ese examen mañana el que va a matar a alguien seré yo- bromeó Harry tomándome de la mano.

-Espero que tu estrategia haya fucionado.

-Oh nena, claro que va a funcionar, todo lo que hace Harry funciona-dijo ingreido. Yo puse cara larga y entre en carcajada.

-No todo-dije alzando una ceja.

-Lo del movimiento va en proceso, contigo debo esforzarme y hacerlo bien-contestó pasando una mano en mi mejilla.

-Hazlo como si fuese una chica más-susurré, él me miró y negó como si le hubiese dolido el comentario.

-Nena, tienes que entender que eres diferente...

-Por qué? Se supone que todas caen en lo mismo-(Deja de presionar, Meggane)

-Porque yo a ellas solo les digo cosas bonitas y le doy unas cuantas sonrisas, contigo quiero que sea diferente... tu te resiste... tu no eres chicas de palabras bonitas y sonrisas, aunque Dylan y todos creen que esto es un juego, lo hago en serio, no sabes como me he partido la cabeza pensando como voy hacer para que esa promesa que le hiciste a tu hermano se vaya al demonio-dijo seriamente, yo me acerqué a él y planté un casto beso en sus labios.

-Eso... la promesa... lo dije sin intención, me deje llevar por la emoción-contesté apenada.

-Si, una jodida promesa ¿Lo sabes? Tu hermano de por si se siente seguro por ello.

-Él se sentirá seguro si vivimos a cien mil kilómetros separados.

-Lo sé,  ya quiero decirle todo, pero siento que si damos ese paso va a ser peor que una segunda guerra mundial-admitió él  pasando un dedo sobre mis labios.

-Valdrá la pena ganarla-confesé yendo a sus labios. Luego de varios minutos de beso, beso, beso, beso, beso, beso, nos quedamos dormidos. Él con sus brazos a mi alrededor y yo acostada en su pecho.

All the love that I have.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora