12 |Citas|

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—¡No pienso salir! 

—¡Vamos, MyungSoo! 

—¡No quiero! 

Asomé mi cabeza por encima de la caja donde estaba escondido, hecho bolita, encontrándome con la enfadada mirada de SungYeol de pie bajo la puerta. Le siseé, mostrando mis colmillos, y volví a esconderme en mi adorada cajita que llamé Betty Boop. Definitivamente no iba a salir de allí y menos para ver a toda esa gente metida en mi casa. 

—Tienes cinco segundos para salir o... 

—¿O qué? —lo miré, desafiante, volviendo a mostrarte mis colmillos, y lo vi bufar con incredulidad, haciendo ese tonto triángulo con sus labios que encontraba adorable. 

—Bueno, ¿sabes qué más? Quédate con tu tonta caja, yo iré a divertirme —SungYeol salió del cuarto, cerrando con un portazo, y sólo cuando sentí sus pasos alejarse salí de Betty Boop para echarme sobre la cama, aliviado de que por una vez SungYeol no me obligara a salir de allí. 

Ese tonto veterinario que le dijo a SungYeol que estaba de mal humor porque no estaba con gente de mi misma especie era un idiota. Un reverendo, malnacido y pendejo idiota. 

¡No estoy de mal humor! Sólo me hace falta que SungYeol me mime más y voy a estar feliz, ¿acaso ese tonto humano no puede darse cuenta de que quiero su polla en mi culo? ¡Ni que fuera tan difícil notarlo! 

Enterré mis uñas en Nemo, gruñendo en voz baja, comenzando a frotarme contra él, cuando escuché las carcajadas de SungYeol viniendo del comedor. 

Me alejé de mi estúpido peluche, levantando mis orejitas, y volví a escuchar la risa de SungYeol, sólo que amortiguada también por la risa del cara de guarén y otra risa de limpiavidrios que reconocí como la de SungGyu. 

—¡Yo quiero que el perro me dé perritos! —gritó alguien que reconocí como HoWon. 

Gruñí con disgusto. 

¿Acaso SungYeol se estaba divirtiendo sin mí? 

Maldito, tonto humano. ¡Soy su gato, yo debería ser su centro de atención! ¡Para eso fueron creados! ¡Para adorarme a mí, su dios, Kim Genius MyungSoo! 

Abrí la puerta levemente, asomando mi cabeza, escuchando a un ratucán protestar contra las palabras de HoWon, y me escabullí ágilmente, sin querer ser notado, escondiéndome detrás de un sillón. Asomé mi rostro lo suficiente para ver a SungYeol sentado detrás del mesón de la cocina junto con SungGyu y DongWoo observando con expresión encandilada a tres tontos híbridos que estaban sentados en la alfombra del comedor, conversando entre sí. 

HoWon estaba lloriqueando debajo del feo de WooHyun, diciendo que quería perritos, en tanto SungJong estaba sobre WooHyun mordiendo su hombro para alejarlo de allí. 

Idiotas. 

Sin buscar llamar la atención, me deslicé otra vez por detrás de los sillones hasta saltar sobre el regazo de SungYeol, comenzando a besarle la mejilla para que me mirara sólo a mí.  Me gustaba que SungYeol me mimara, me llenara de besos y me abrazara todo el día, aunque nunca se lo dijera. ¡Me gustaba que yo fuera su mundo entero! Sé que a veces podía parecer obsesivo, pero me daba mucho miedo que un día dejara de quererme y me echara de su casa. ¡No iba a permitir que nadie me lo quitara! Lee SungYeol era sólo mío, nadie más tenía permitido mirarlo. Sólo dejo que ustedes lo miren porque son feas y nunca podrán enamorarlo, estúpidas. 

El bonito de mi dueño me agarró de la cintura y ronroneé con satisfacción, contento de haber llamado su atención, pero antes de poder hacer otra cosa, me levantó y agarró también de los muslos. 

Chillé cuando se puso de pie, pero no podía hacer nada si no quería caerme. 

Escuché la carcajada de SungYeol, que caminó hacia donde estaban esos tontos híbridos, que me observaron con burla, y me sentó en el suelo, frente a ellos. 

—Todo suyo, chicos —dijo SungYeol antes de soltarme. 

Pensaba salir corriendo de allí, pero antes de poder hacerlo, HoWon se lanzó contra mí. 

—Gatito lindoooooooo —dijo antes de lamer mi mejilla. 

Volví a chillar, escuchando las risas maliciosas de SungJong y WooHyun, y traté de quitarme de encima a HoWon. 

Estuve a punto de lograrlo, sin embargo, de pronto WooHyun se tiró sobre HoWon y mi respiración se cortó. 

—Hola MyungSoo —saludó el tonto perro, y le gruñí. Sabía que debía estar moviendo la cola el muy pendejo—, ¿cómo estás, gatito gruñón? 

—¡Pú... dran... se! —jadeé mientras HoWon pasaba su lengua por mi cuello, riéndose. 

—Oye, se supone que venimos a tener esta cita contigo porque estás de mal humor —dijo SungJong asomándose, sin dejar de sonreír—. Bueno, con peor humor del normal. 

—¡No los necesito! —maullé, pegándole a HoWon en la cabeza y logrando que se quejara—. ¡SungYeol, ayúdame! 

—¡No seas aburrido! —regañó WooHyun tapándome la boca—. ¡Hace mucho que no pasamos tiempo juntos! 

—¡DFGJGBFDHDJDBJHGDBJH! —grité todavía con las manos de WooHyun sobre mis labios. 

—Claro, Myunggie, te daré muchos gatitos —dijo HoWon sonriendo con esa tonta sonrisa cuadrada que tenía siempre. 

Miré a SungJong con súplica, pidiéndole silenciosamente que me ayudara, y lo vi rodar los ojos con diversión. Parecía decir con claridad que iba a deberle esto, pero no me importaba en ese momento, sólo quería un poco de aire y espacio personal. 

—Ay, Hoya, ¿no me darás conejitos a mí? —preguntó el ratucán con falsa tristeza. 

Y como si hubieran presionado un botón, HoWon echó a un lado a WooHyun, que soltó un quejido al caer de culo en el suelo, y el zorro se lanzó contra SungJong, comenzando a besarle las mejillas. 

Antes de que cualquiera pudiera moverse, me lancé también contra esos dos tontos, botándolos al suelo, dejándolos bajo mi cuerpo. 

—El rey del swag ha ganado —dije triunfal, olvidando a otro idiota. 

Por supuesto, WooHyun se lanzó contra nosotros y SungJong quedó hecho puré de rata. 

Qué original soy. 

Oí las carcajadas de SungYeol, DongWoo y SungGyu al mirarnos luego de que SungJong se enderezara, lloriqueando algo de que ahora no tenía culo, y me enfadé con esos tres humanos que se divertían a nuestra costa. ¿Ellos eran los únicos que podían reírse de nosotros? Ya les daría yo un buen motivo para reírse. 

Me acerqué hacia WooHyun, que seguía pidiéndole perdón a SungJong, y me incliné contra su oído. 

—WooHyun, ¿quieres ver celoso a SungGyu? —le pregunté inocentemente. 

WooHyun sólo me sonrió y asintió como el perro idiota que era.

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Al finnn pude actualizar, ayer wttpd andaba igual que siempre, esto nunca cambia. En vdd que estas cosas desaniman a uno 🙄🙄🙄

Estas de que uno al fin tiene el tiempo y los ánimos de actualizar y wttpd no tira las notificaciones a tiempo o te sale "error al publicar" 🙄🙄🙄

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