19 |Bebé Conejito|

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Luego de que SungYeol se desmayara, MyungSoo me pidió llamar a DongWoo para llevar a su novio al hospital. Yo no entendía muy bien lo que pasaba, pero obedecí, y DongWoo llegó unos minutos después, con el cabello todo despeinado, alarmado totalmente.

—¿Qué pasó aquí? —preguntó viendo a SungYeol en el suelo.

MyungSoo ladeó la cabeza, aburrido.

—HoWon le dijo algo de que iba a tener una camada y creo que no lo proceso bien —contestó MyungSoo mirando sus uñas.

DongWoo se atragantó con su saliva.

—¿Camada? —DongWoo puso una expresión de shock—. MyungSoo, ¿estás embarazado?

El gatito se encogió de hombros.

—Puede ser —respondió cuidadosamente—, pero por ahora, tenemos que llevar a Yeollie al hospital. ¡Puede pasarle algo, y yo no pienso cuidar a mis crías solo!

DongWoo me miró a mí, que sólo lo observé con una sonrisa enorme. Luego miró a SungYeol, todavía en el suelo, y terminó suspirando.

Segundos después, todos estábamos en el auto de DongWoo camino a la clínica. Aunque como yo no tenía nada que hacer y SungJong se había quedado solo, me dejó en casa para que lo cuidara. Estaba en mitad de su celo, así que alguien debía atenderlo.

Así que me despedí de mis amigos antes de entrar a casa, contento de ver a mi bebé conejito. ¡Jjongie era muy lindo! Era como una bolita de nieve que me daban ganas de apretar y besar todo el día.

Entré a casa, y su olor a celo me golpeó fuertemente. Seguí el aroma, llegando a la habitación de DongWoo, y al entrar lo encontré acostado en la cama, envuelto en las sábanas, con el rostro todo colorado.

¡Se veía muy lindo!

Me lancé a él, comenzando a besarle sus bonitas y apretadas mejillas logrando que riera.

—Hoyaaaaa —comenzó a protestar cuando lo abracé por la cintura.

—¿Qué ocurre, bebé conejito? —pregunté inocentemente.

—¿Me das un besito, HoWon? —preguntó sonriendo, sus ojos desapareciendo tras esa bonita sonrisa que tenía.

—Nono, conejito —dije preocupado—, ¿no sabes que si te beso puedo dejarte preñado? ¡Y todavía eres un bebé como para tener a mis cachorritos!

Hizo un gesto enfurruñado, acurrucado entre las mantas.

—Pero siempre dices que quieres darnos bebés a mí y DongWoo —reclamó lastimosamente.

—Sí, pero es más adelante —razoné—. Además, ¡DongWoo está ocupado ahora con SungYeol! Lo tuvo que llevar al hospital porque se desmayó cuando se enteró que MyungSoo espera bebés —le sonreí ampliamente—. ¡Seremos tíos, SungJong!

SungJong puso una expresión incrédula mientras yo saltaba sobre él debido a la felicidad. ¡Me estaba imaginando unos mini-Myunggis corriendo por todo el departamento de SungYeol, maldiciendo y gruñéndole a todo el mundo!

¡Sería hermoso!

—Pero HoWon —balbuceó SungJong—, MyungSoo es macho. Sí, le gusta que se la metan, pero sigue siendo macho.

Dejé de saltar mientras arrugaba el ceño, confundido.

—Pero olía a mamá —contesté haciendo un puchero—. Olía a bebé también. ¡Su estómago olía a bebito! Apuesto a que tendrá más de dos.

SungJong negó, todavía atónito, para luego abrazarme por el cuello, comenzando a besarme las mejillas mientras yo me reía.

—Pero no es justo —dijo enfadado—, ¡yo igual quiero bebés! Sería mejor mamá que MyungSoo...

—¡No lo creo! —negué dándole besitos también—. MyungSoo es una muy buena mamá. Me estaba dando un baño y me protegía de los pepinos —fruncí el ceño—. ¿Por qué los gatos le tienen miedo a los pepinos, Jjongie?

—Porque son tontos —contestó riéndose.

También me reí, ¡la risa de mi bebé conejito era muy linda!

Pero dejó de reírse de pronto, haciendo una mueca de dolor, y se encogió en la cama, contra mis brazos.

Lo miré, preocupado, acariciando su frente, y su olor a celo se hizo más fuerte.

Lo abracé por la cintura, comenzando a darle besitos cortos en el cuello para que tratara de calmarse. Sabía que con DongWoo debían hacer cosas de gente grande, ya que por eso me mandaban con Yeollie y MyungSoo esos días, pero sabía que mi presencia lograría calmarlo un poco. Al menos, hasta que DongWoo regresara a casa.

¡No es que yo no quisiera hacerme cargo de mi bebito! Es que me ponía nervioso y todavía era muy pequeño para eso. Quería que, cuando estuviéramos juntos de esa forma, ¡todo fuera lindo y perfecto! Además, DongWoo también tenía que estar presente, porque los tres nos amamos y me gusta darle amor a los dos.

—¿Te sientes bien, bebé conejito? —pregunté pellizcándole sus bonitas mejillitas.

—Estoy un poco cansado —admitió dejando que le besara el rostro—. Pero si me mimas me sentiré mucho mejor, Hoaegi.

¡Por supuesto que lo hice! ¿Cómo no iba a querer mimarlo? ¡Si es un conejito tan adorable y bonito! No importaba que a veces fuera gruñón como MyungSoo o tan llorón como SungYeol, ¡SungJong era demasiado adorable para este mundo!

Además, tenía motivos para estar asustado de la vida. Me contó toda su historia unos días después que llegué, y luego de eso mi sentido innato de protección apareció con él. No quería que nadie más le volviera a hacer tanto daño como antes. Quería cuidarlo de todo lo malo en el mundo.

Así que toda la tarde me dediqué a darle muchos mimos causando que se riera y terminara durmiéndose en mis brazos. ¡Había hecho un buen trabajo, así que estaba muy orgulloso de mí!

DongWoo llegó una hora más tarde con expresión cansada, entrando al cuarto, y al mirarnos a los dos acurrucados sonrió y terminó acostándose entremedio de los dos, dejando que también lo llenara de besitos.

Cuando paré, ambos acurrucamos a SungJong en nuestros brazos, que seguía durmiendo como si nada.

—¿Qué pasó con MyungSoo? —pregunté en medio del silencio.

DongWoo suspiró, besándole la nuca a SungJong.

—Le van a hacer muchos exámenes —dijo con seriedad—. Mañana acompañaré a SungYeol a buscarlos. Está con un ataque de nervios debido a ello.

—¿Por qué? ¡Si tener bebitos es muy lindo! —dije frunciendo el ceño.

—Claro que sí, HoWon —contestó cariñosamente—, pero ambos no estaban preparados para ello. Además, MyungSoo es un macho supuestamente...

—Yo igual quiero tener crías —dijo de pronto SungJong, amodorrado—. No es justo que sólo MyungSoo pueda tener bebés...

—¡Lo haremos hasta que quedes preñado entonces, bebé conejo! —dije sonriente.

DongWoo rodó los ojos, pero sólo me abrazó, y comencé a reír, feliz de tener a dos personitas que me quisieran mucho.

Entonces, se me ocurrió algo repentino:

—Si Jjongie tiene tus bebés, DongWoo, ¿serían *cernejos?

La expresión de DongWoo decía que iba a golpearme.


*cernejos= cerdito + conejito

***

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