Lee SungYeol me estaba engañando.
Sé lo que deben estar pensando, mocosas y mocosos de pacotilla. "Ay, MyungSoo, eres un celosito, mira que SungYeol te está engañando, si ese idiota te ama, no seas irracional", pero cualquier otro día yo les habría dado la razón menos este porque estoy cien por ciento seguro que mi novioso (novio y esposo) me estaba engañando con una mujerzuela.
Todo comenzó luego del desastre que hizo SungYeol al salir con mis pequeños. Tuvimos una horrible pelea que acabó conmigo llorando y con SungYeol enojadísimo (y también llorando, por supuesto). Fue algo así:
—¡SungYeol, perdiste a los niños, eres un idiota!
—¡Te dije ya quince veces que fue un accidente, MyungSoo!
—¡Accidente! ¡Accidente! ¡Se te perdieron porque estabas más pendiente de esas tontas zapatillas de mierda!
—¡MyungSoo, el lenguaje!
—¡Me cago en el lenguaje, SungYeol! —ya no aguanté y me puse a llorar—. ¡¿Qué hubiera pasado si no los hubieras encontrado?! ¡¿Qué mierda habría pasado, SungYeol?! ¡Son nuestros hijos, nuestros bebés!
—¡Lo sé, MyungSoo, por Dios, también estuve histérico y asustado! —quiso acercarse y abrazarme, pero solté un siseo en señal de advertencia. SungYeol fue lo bastante sensato para no seguir avanzando, sus ojos llorosos, pero en esa situación no me sentía capaz de conmoverme.
No, estaba asustado y aterrado de no haber visto más a mis pequeños gatitos. Sé que podía parecer por momentos que me tenían cansado y agotado de toda la atención que debía ponerles, pero eso no significaba que quisiera verlos desaparecer de mi vida. SungYeol y ellos eran lo más importante que tenía, eran mi mundo entero, y si algo les llegaba a ocurrir, entonces yo estaba seguro que me podría morir.
Y que SungYeol hubiera sido tan descuidado, tan irresponsable cuidándolos, hacía que mi corazoncito de pollo se rompiera.
Podía amar mucho a SungYeol, pero esto me había alterado a puntos inimaginables.
—Bebé, por favor... —pidió con voz suave.
—No te dejaré más al cuidado de ellos —sollocé hipando entre maullidos, odiando que me pasara eso porque cuando lloraba mi sentido felino salía más a flote—, no luego de esto.
SungYeol estaba llorando también, pero pude notar su expresión de pronto algo enojada.
No me importaba.
—¡Son mis hijos también, MyungSoo! —regañó.
Normalmente me habría sentido afectado por sus gritos, pero yo estaba demasiado enfurecido también.
—¡Hijos que perdiste! —gruñí girándome para ir hacia el cuarto—. ¡Eres el peor padre de la vida, Lee SungYeol!
Él no me siguió.
Cuando subí las escaleras, llorando, me encontré con mis cinco gatitos lloriqueando también por los gritos, asustados por todo lo que nos dijimos. Limpié mi rostro, tomé en brazos a Jjongie, le agarré la mano a Jiae, y los demás me siguieron cuando los llevé al cuarto matrimonial.
Estaba tan afectado por lo ocurrido que preparé un pequeño nido en la cama, llenándolo de almohadas, subiendo a mis bebés uno por uno para después acurrucarlos a mí alrededor, calmándolos con palabras suaves, frotes y ronroneos. Luego de una hora, estaban durmiendo profundamente, el rastro de lágrimas en sus caritas, y los arropé para que así no pasaran frío.
SungYeol durmió en el sofá toda esa semana.
Apenas hablamos el resto de los días. Los niños notaron la tensión, por supuesto, y estuvieron más callados que nunca. No hablaban mucho durante las cenas, cuando conversaban lo hacían en voz baja y no andaban detrás de ninguno de los dos pidiendo cosas.
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❥ | ➳[YeolSoo]
Fanfiction⇊FAVOR DE LEER⇊ ↝**AVISO IMPORTANTE**↜ ↬¡TENGO! la ¡AUTORIZACIÓN! de su autora original, Cotota, la cual le doy las gracias por ¡PERMITIRME! adaptar su obra original, , al YeolSoo. ↬Por lo tanto, esta historia NO me pertenece. Derechos reservados© a...