34 |Primeros Ronroneos|

56 8 0
                                    

—Ma... ma...

—¿Me acabas de decir mamá, gato asqueroso?

—¡MyungSoo, fue su primera palabra!

—¡No soy mamá, SungYeol jr.!

El bebé sonrió, aplaudiendo, y tuve que agarrar a MyungSoo de la cintura para que no se lanzara sobre el bebé. Cuando logré calmarlo me acerqué a SungYeol jr., que seguía balbuceando palabras sin sentido, y lleno de orgullo lo tomé en brazos.

—¡Están tan grandes! —dije feliz.

El bebé volvió a reírse.

—¡Pa... pa! —chilló sonriendo.

Ay, ¿estaba llorando?

No, sólo me sudan los ojos.

Sollocé, conmovido, porque era la primera palabra que nuestros bebés decían luego de diez meses desde que llegaron a nuestra casa, y todo eso me provocaba emoción y satisfacción por tener tan linda familia.

MyungSoo estaba enfurruñado en el suelo, con los brazos cruzados mientras cuidaba al resto de los bebés que estaban jugando en el suelo con unos bloques de plástico. Bueno, casi todos: Jjongie estaba recostado en las piernas de MyungSoo, mirando a sus hermanitos jugar con sus ojos abiertos y enormes mientras chupaba su pie como si nada, sin moverse.

Ahora, los bebés no habían ignorado a Jjongie; cuando estaban en el suelo y les llevé los cubos de juguete, todos habían gateado hacia los objetos, esperándose entre ellos. Jiae incluso había tomado la mano de Jjongie para arrastrarlo, pero el bebé no se movió. No gateó.

Jjongie no gateaba.

Sus cuatro hermanos mayores habían aprendido a gatear meses atrás, pero Jjongie sólo se quedaba en el suelo, esperando pacientemente a que MyungSoo o yo lo tomáramos en brazos y lo lleváramos donde el resto de sus hermanos. Al principio creíamos que era por simple capricho, así que decidimos no moverlo, y Jjongie se quedaba en silencio, observando a sus hermanos jugar por horas y horas, sentadito, apenas moviéndose. MyungSoo había sugerido apoyarlo en sus manos y rodillas para incitarlo a moverse, pero Jjongie rompió a llorar cuando terminó golpeando el suelo porque no podía sostenerse.

Mi gatito se había sentido tan culpable que decidió llevar a Jjongie para todos lados, sin regañarle que no supiera gatear.

Sabía que pronto tendríamos que llevarlo a un especialista, nos preocupaba demasiado que Jjongie no pudiera desarrollarse como correspondía y quedara atrás con sus hermanos, como ocurría en esos momentos.

—¡Mira, SungYeol! —chilló de pronto MyungSoo.

Me volteé, con SungYeol jr. todavía en brazos, y me encontré con la visión de Jiae sosteniéndose al sofá, tratando... de ponerse de pie.

La miré, aturdido, viendo su ceño fruncido en concentración y los pequeños ruiditos que soltaba, y cuando logró estabilizarse, levantó su carita pálida y tranquila.

—¿Papa? —preguntó balbuceante.

Si no hubiera tenido a SungYeol jr. en brazos, habría corrido a abrazarla.

Pero MyungSoo se me adelantó: soltó algo así como un maullido o grito de felicidad, poniéndose de pie y yendo a abrazar a la pequeña, tomándola en brazos.

—¡Te pusiste de pie, Jiae! —dijo emocionado, causando que la bebé se riera—. ¡Eres tan inteligente, como tu papá!

—¡Papa! —aplaudió Jiae feliz.

Comencé a reírme también y pronto los bebés también estaban riéndose. Con MyungSoo dejamos a los bebés en el suelo, y Jiae pronto estuvo sujetándose al sofá otra vez, batallando para ponerse de pie. SooYeol chilló, con admiración, y gateó hasta el sillón también, queriendo imitar a Jiae. Pronto, tuvimos a cuatro bebés aferrado al sillón, farfullando cosas de bebés y queriendo ponerse de pie, balbuceando muchos "pa-pas" y "ma-mas".

Con MyungSoo nos sentimos felices, por supuesto, pero no pudimos evitar mirar a Jjongie, que seguía sentado en el suelo tranquilo, mirando la escena en silencio, como tratando de comprenderla.

Vimos también como fruncía el ceño, moviendo la cabeza, y de pronto sus manos se movieron, aferrándose a otro sofá. Abrió su boca, como si quisiera balbucear algo, pero no hizo ruidito alguno. Sus labios se abultaron en señal de disgusto, pero volvió a concentrarse en el sofá.

MyungSoo soltó un ruido de miedo cuando Jjongie comenzó a empujarse con esfuerzo, pero le tomé la mano para que dejara que el bebé actuara solo. Sabía que mi novio debía tener miedo de que se hiciera daño, yo también temía eso, pero debíamos dejarlo solo en ese instante.

Jjongie se empujó un poco más, sosteniéndose.

Iba a felicitarlo, pero entonces mi pequeño bebé se dio de bruces contra el suelo.

—¡Jjongie! —masculló MyungSoo antes de correr hacia el bebé.

Jjongie levantó la cabecita, un poco aturdido, y su labio comenzó a temblar. Pronto estuvo soltando quejidos y maullidos, sollozando por la situación en tanto MyungSoo lo tomaba en brazos, tratando de calmarlo. Jjongie seguía lloriqueando, ocultando su rostro en el pecho de MyungSoo, y noté entonces que el resto de los bebés también se habían callado.

—Jjongie.

Miré hacia los bebés, sorprendido, notando que MyungSung había dicho eso.

MyungSoo también miró a los pequeños, atónito, y Jjongie dejó de maullar.

MyungSung se sentó en el suelo, seguido de SooYeol.

—Jjongie —repitió Jiae, imitando a sus hermanos. SungYeol jr. no tardó en imitarle.

—¡Jjongie! —gritó SooYeol sonriendo.

—¡Jjongie, Jjongie, Jjongie! —apoyó SungYeol jr. con emoción.

El menor de todos separó su rostro lloroso del pecho de MyungSoo, mirando a sus hermanos mayores con los ojos lagrimosos, y soltó un maullido titubeante.

Entonces, los bebés levantaron sus bracitos hacia Jjongie, sin dejar de repetir su nombre con exigencia.

MyungSoo no lo dudó un poco: se acercó, dejando a Jjongie entremedio de sus hermanos mayores, y los bebés no tardaron en rodearlo para comenzar a abrazarlo o acariciarlo, causando que el menor comenzara a ronronear por el gusto. Los bebés se rieron, llamándolo con todo el cariño del mundo, y pronto Jjongie estuvo ronroneando y vibrando con más fuerza, dejando a sus hermanos mayores felices.

MyungSoo me miró, sonriendo, y se abrazó a mi cintura, apoyando su cabecita en mi pecho.

—Creo que no tendremos problemas para incluirlo —comentó estirándose para darme un beso pequeño.

Asentí, contento.

—Ah, por fin están todos jugando —dije mirando a los bebés en el suelo.

MyungSoo se apretujó más a mi lado.

—Ahora vamos lentamente a la pieza y follemos —murmuró mirándome de forma inocente.

Solté una risa baja, retrocediendo con lentitud mientras los bebés seguían interactuando entre ellos, pero antes de poder alejarnos con MyungSoo lo suficiente, todos levantaron la vista al mismo tiempo, mirándonos.

—Pa-pa —dijo MyungSung.

—¡Pa-pa! —gritó SungYeol jr..

—¡Ma-ma! —chilló SooYeol.

—¡Papa! —exclamó Jiae.

—¡Miau! —dijo Jjongie.

MyungSoo puso una mala cara, otra vez enfurruñado, pero yo sólo me limité a reír, dándole otro beso a mi novio.

—Para la próxima será, bebé —le dije a MyungSoo.

—Voy a tirarlos a un río —murmuró MyungSoo amurrado.

Bueno, al menos dejó de insistir en tirarlos por la ventana.

****

❥ | ➳[YeolSoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora