36 |Yeollie|

58 6 0
                                    

SungYeol jr. era el bebé más dormilón de todos.

Pero cuando estaba despierto, era también el más desordenado entre los cinco.

Con dos añitos, Yeollie ya sabía patear una pelota sin caerse, y lo aprovechaba para tirar la pelota de plástico que tenía para todas partes, llegando incluso a botar los feos jarrones que con tanto cariño mamá nos había regalado. Subía y bajaba las escaleras corriendo, por lo que había que tener un ojo sobre él todo el tiempo, además de que no le gustaba compartir sus juguetes con nadie.

Pero por sobre todo, se peleaba con Jiae ya que tampoco quería compartir a Jjongie con ella.

El menor de los hermanitos no entendía nunca sus peleas, sentado en el suelo cuando eso ocurría, escuchando todo el griterío.

—¡Es mío! —chillaba Jiae.

—¡No! —chillaba SungYeol jr.—. ¡Es mío!

—¿Miau? —farfullaba Jjongie.

MyungSung se sentaba al lado de Jjongie mientras SooYeol comía papilla en silencio, ensuciando toda su carita sin dejar de reírse.

—Miau —le decía MyungSung a Jjongie sonriendo.

Y Jjongie se ponía a ronronear, dejando que MyungSung le tomara la manita y se lo llevara lejos de allí ignorando la pelea.

Jjongie estaba recién aprendiendo a caminar con dos añitos.

Tomé en brazos a SungYeol jr., que parecía a punto de lanzarse sobre Jiae en tanto mi gatito hacia lo mismo con la niña.

—No peleen —regañé llamando su atención, viendo de reojo como MyungSung y SooYeol comenzaban a jugar con Jjongie—, los hermanos no pelean.

—Y miren por lo que pelean —bufó MyungSoo—, aquí Jjongie es mío, no de ustedes dos mocosos sucios.

Las palabras de MyungSoo provocaron que los dos niños empezaran a gritar.

Otro motivo de pelea por posesión era por Nemo Segundo, como MyungSoo lo había apoyado, su nuevo peluche que compré luego de la muerte del primero (que en paz descanse).

SungYeol jr. solía meterse a nuestra habitación para buscar el peluche de Nemo Segundo, sacándolo y llevándoselo al cuarto de bebés, durmiendo abrazado a él como si nada para después esconderse cuando MyungSoo chillaba que su Nemo no estaba.

Aunque claro, mi novio siempre lo descubría y la pelea del siglo comenzaba.

—¡Este peluche es mío! —gritaba MyungSoo como un niño pequeño—. ¡Suéltalo, maldito demonio!

—¡Mío! —chillaba SungYeol jr. tirando del pobre Nemo Segundo—. ¡Mío, mío! ¡Papa Myung malo! ¡Malo!

—¡No soy una jodida papa! —reclamaba MyungSoo sin soltar a Nemo.

—¡MÍO! ¡MÍOOOOOOOOOOOOOO!

Por supuesto, no iba a meterme en esa pelea. SungYeol jr. no sólo tenía ojitos de gato, sino que también uñas que sacaba cuando las cosas no le parecían bien, y no dudaba en atacar a la persona más cercana.

Aunque Yeollie fuera algo desordenado y su maldad se comparara a la de SooYeol –que robaba las galletas que compraba para mí y seguía quitándome la atención de mi novio–, era también dulce y tierno gran parte del tiempo, sobre todo cuando se trataba de dormir.

—Tuto —balbuceaba gran parte del tiempo, frotando sus ojitos con sueño mientras bostezaba en mis brazos.

—Duermes mucho, ¿lo sabes, bebito? —pregunté sonriendo.

❥ | ➳[YeolSoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora