❥ | ➳[YeolSoo]

40 |Papa Myungie|

Estuve reventándome la cabeza un mes antes del cumpleaños de MyungSoo para saber que darle ese día especial en los que iba a cumplir algo así como ocho años de vida en edad gato. ¡Sueno como un pedófilo! Pero en mi defensa, MyungSoo lucía ahora como un chico de veinte años, aunque seguía igual de gruñón y pendejo que nunca.

Ah, lo amo tanto...

Así que ese día le di un beso aunque terminé con un rasguño en la mejilla por despertarlo a las siete de la mañana. ¡Pero claro, si luego me voy al trabajo sin decirle nada me dará con una chancla!

Antes de partir a trabajar le murmuré que cuando regresara podríamos salir a comer algo fuera, y tuve que alejarme antes de que me diera otro rasguño.

Horas más tarde estaba entrando a casa gracias a que pedí la tarde libre, y en mis manos llevaba un enorme ramo de rosas para entregárselo. Sin embargo, me quedé en el pasillo de entrada porque de pronto cinco niños me rodearon.

—¡Papa, papa! —gritaron emocionados.

Me reí, pensando que me querían abrazar, sin embargo se quedaron quietos y me tendieron sus manitos, como exigiendo algo.

—¿Eh? ¿Qué quieren? —pregunté confundido.

—¡Foles pala Papa Myungie! —gritó SooYeol sonriendo.

Parpadeé, incrédulo.

¡¿Acaso yo no merecía un poco de su atención?!

Farfullando maldiciones en voz baja, saqué cinco rosas y se las di a SooYeol. Pero, por supuesto, para esos bastarditos no era suficiente.

—¡Yo tamien! —gritó Jiae.

Miré las flores, y le ofrecí cuatro rosas.

—¡Yo, yo! —chilló MyungSung saltando.

Le di tres rosas, sonriendo cuando se rió.

—¡Tamién mi! —soltó Yeollie.

Suspiré, dándole dos.

—¿Miau? —preguntó Jjongie ladeando la cabeza, quitando el chupete de su boca.

Le di una, viendo su carita de satisfacción.

—Ahora, si me dejan pasar... —dije entre dientes queriendo ir a mimar a mi bebé.

—¡No, yo pimelo! —chillaron todos los bebés, comenzando a pelear entre sí.

Por supuesto, yo no discutí con ellos, no iba a rebajarme a pelear con mocosos.

—Dejen de pelear —regañé—, aquí yo seré el primero porque su papi me ama más a mí.

—¡Mientes! —chilló SooYeol.

—¡Claro que no!

—¡Papa Yeol mentiloso! —acusó MyungSung.

—¡Mentirosa tu abuela!

—¡Le dile a nana! —gritó Jiae.

—¡Si le dicen los colgaré de la colita!

—¡Papa Yeol mentiloso y cobale! —chilló SungYeol jr.

—¡¿Cómo me tratan así?!

—Oh, Jjongie, gracias bebé.

Todos nos quedamos callados cuando MyungSoo habló en la cocina.

Nos miramos, notando entonces que Jjongie no estaba con nosotros, y prácticamente corrimos hacia la cocina, viendo a MyungSoo sosteniendo la rosita que le había dado a Jjongie, abrazando al menor con cariño mientras el bebé hacía sonar su chupete, ronroneando.