Son Of The Widow [#1]

9

—¿Vas a inscribirlo en una escuela?

Natasha dejó de limpiar los platos durante un momento y volteó a ver a Tony. El hombre estaba sentando en la mesa del comedor con una taza de café entre sus manos.

—Sobre eso... he estado pensando y creo que lo mejor es que no.

—¿Qué?—Preguntó Tony confundido.—Nat, sé que no puedo decirte cómo debes ser madre, pero, ese niño necesita educación.

Natasha suspiró.

—Lo sé, pero, he estado leyendo e investigando y al parecer hay muchos casos de niños, preadolescentes y adolescentes trans siendo molestados en las escuelas.—apretó los labios y pasó la esponja por el plato para luego enjuagarlo.—no quiero que Peter pase por eso. Mejor prevenir que lamentar.

Tony suspiró.

—Entonces, ¿qué vas a hacer?

—Yo misma le enseñaré en casa.—dijo simplemente.—sé muchas cosas, Tony. Podría ser una maestra si quisiera.

—De acuerdo, pero, ¿qué tal si te ayudo con eso?

Natasha volteó a ver a Tony con una ceja alzada.

—¿Qué quieres decir?

Tony sonrió ampliamente.

—¿Olvidas que el padrino de Peter y tu mejor amigo es un genio multimillonario? Si quieres puedes traer a Peter a la torre y tú, yo y Bruce podríamos darle clases.

Natasha sonrió.

—De acuerdo, pero si mi pequeño se convierte en un nerd será su culpa.—rió y Tony rodó los ojos. El timbre sonó y ella se enjuagó las manos y apagó el fregadero para luego mirar por la mirilla y abrió la puerta. Le sonrió a Magda Maximoff, quien traía consigo a Peter y a Pietro.

—¿Cómo les fue, niños?—Preguntó dejando que los menores entraran al departamento.

—¡Peter me enseñó a jugar Pac-Man!—exclamó el Peter de Natasha con una amplia sonrisa. La pelirroja sonrió, feliz de que su hijo estuviera haciendo amigos.

—Eso me alegra.—miró a Magda.—Gracias por cuidar de Peter.

—No hay de qué.—Magda sonrió ampliamente..—vendré por Pietro en unas horas. Que se diviertan, niños.—le sonrió a los menores para luego irse y Natasha cerró la puerta con llave.

—¿Podemos jugar videojuegos en mi habitación?—Preguntó Peter con los ojos brillando.

—De acuerdo, pero, primero, Tony y yo queremos hablar contigo. Pietro, ¿podrías dejarnos a solas?

El de cabello plateado asintió y fue a la habitación de Peter, no sin antes saludar tímidamente a Tony.

—¿Hice algo malo...?—Preguntó Peter nervioso mientras que Natasha lo tomaba de la cintura y lo levantaba—era muy pequeño y ligero a pesar de tener diez años.—, haciendo que se sentara encima de la mesa.

—No te preocupes, Peter. No es algo así.—dijo Tony sonriéndole.

—Tony yo hablamos y pensamos que, si quieres, él, Bruce y yo podríamos darte clases en casa, para que puedas aprender.

Los ojos de Peter brillaron con emoción.

—¡¿Tony Stark y Bruce Banner serán mis profesores?!

—Y Natasha Romanoff.—Ella rió.—¿qué dices?

Peter asintió rápida y emocionadamente.

—¡Sería un honor! ¡Un sueño hecho realidad!

Tony y Natasha rieron y ambos le acariciaron el cabello a Peter, despeñándolo.