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La primera vez que Peter volvió a poner pie en la mansión X desde su rompimiento con Pietro fue una semana después de Año Nuevo. Natasha vio preocupada a su hijo mientras que éste salía del auto.

—¿Seguro que estarás bien aquí?—Preguntó ella.

—Sí, te lo prometo.—Dijo Peter sonriéndole.—Te llamaré cuando quiera que vengas a recogerme, ¿de acuerdo?

Natasha asintió, con un movimiento de la mano le indicó a Peter que se acercara, y cuando lo hizo sacando su rostro por la ventana le besó la frente.

—Si Pietro intenta algo contigo, avísame y ésta vez tu tío Clint no evitará que lo mate.

Peter rió entre dientes, se dio la vuelta y entró a la mansión. Notaba las miradas sorprendidas siguiéndolo. Había ganado "popularidad" en la mansión X durante el tiempo que fue amigo de los Maximoffs y novio de Pietro, por lo que muchas personas lo conocían ahí, y sin duda sabían lo sucedido entre él y su ex novio.

—¡Chico Romanoff!—Peter reconoció de inmediato la voz de Scott Summers cuando éste lo llamó por el apodo que le había dado la noche que se conocieron, cuando Peter tenía diez años.

Peter volteó y vio a Scott dirigirse hacia él acompañado de Kurt Wagner y de Alex, el hermano mayor de Scott. Suspiró para luego sonreírles y saluda de manera tímida.

—Hey, chicos, tiempo sin verlos...

—¿Cómo has estado, enano?—Preguntó Alex sonriendo.

—Es bueno volver a verte Pete.—Dijo Kurt también sonriendo.

—Sí. Pensé que jamás volvería a verte por aquí después de lo que pasó.—Scott dijo.

—Es bueno volver a verlos también.—Peter se rascó la parte de atrás del cuello.

—Oí que estuviste manteniéndote ocupado con una francesita.—Dijo Scott sonriendo burlón. Kurt lo miró sorprendido y Alex con el ceño fruncido, y Peter sintió su cara arder.

—Uh... sí, p-pero... terminamos...—Dijo tras tragar saliva.—Ninguno de los dos quería una relación a distancia, así que...

—¡Peter!—De repente Peter sintió unos brazos delgados pero musculosos rodeándolo en un abrazo.—¡Qué bueno volver a verte!—Dijo Loraine con una enorme sonrisa.

—H-Hey, Lori...—Se aclaró la garganta.—¿Está tu hermano aquí? Quiero hablar con él.

Loraine lo miró sorprendida al igual que Kurt, Alex y Scott.

—Está en la cocina con Charlene.

—¿Charlene?

—Ah, sí, olvidé que tú no la has conocido. Es nuestra hermanastra, la hija del profesor Charles.—Explicó Loraine.—Ella no ha estado aquí en años, ya que se había ido a la universidad y volvió hace dos semanas.

—De acuerdo, gracias.—Peter le sonrió a Loraine, quien en su parte lo miró de manera seductora. Ignorando esto, Peter, sintiendo su corazón latir por los nervios, fue hacia la cocina del instituto.

—¿Cómo es posible que te guste comer las papas de McDonalds sumergiéndolas en el helado?—Escuchó a una voz femenina preguntar.

—Por lo menos no me gusta la pizza con piña, como alguien que conozco.—Sintió un escalofrío al escuchar la voz de Pietro. Suspiró y entró a la enorme cocina, y ahí estaba Pietro, sentado en la isla acompañando de una bella chica de cabello castaño, pecas y figura de reloj de arena.

La primera en notar su presencia fue la chica, Charlene, y cuando Pietro notó que ésta miraba en dirección a la entrada de la cocina, volteó encima de su hombro y casi se cae de la silla al ver a Peter.

—Hey, Pietro...—Peter saludó nervioso.

Charlene miró a Pietro, luego a Peter, y pareció darse cuenta de algo. Salió de la cocina por una puerta que daba al patio de atrás, llevando consigo una caja de nuggets de McDonalds.

—¡Peter!—Pietro se levantó rápidamente y fue hacia él, viéndolo ansioso, como si quisiera abrazarlo pero sabiendo que no podía.—Uh... hola...

—Hola...—Se aclaró la garganta.

—Uh... si estás aquí, supongo que recibiste mi regalo de navidad...

—Sí...—Peter esbozó una sonrisa.—Pinky siempre ha sido mi fantasma favorito de Pacman...

—Yo... estoy feliz de verte...—Pietro sonrió, pero su sonrisa desapareció inmediatamente.—Así que... oí sobre tú y la chica francesa esa...

—Sí, pero, terminamos antes de que volviera a Nueva York.—Pietro lo miró sorprendido.—Ninguno de los dos estaba listo para una relación a larga distancia.—Se encogió.

—Así que...—Pietro se aclaró la garganta.—¿Qué haces aquí?

—Quería... hablar contigo...—Peter bajó la mirada.—Lo he querido hacer desde que leí tu carta...—Pietro suspiró.—¿Por qué terminaste conmigo?—Apretó los puños y levantó la mirada, encontrándose con la expresión sorprendida de Maximoff.—Y dime la verdad.

Pietro volvió a suspirar, lo tomó de la mano y lo llevó a su habitación en las instalaciones, para que tuvieran más privacidad para hablar.

—Peter... yo...—Pietro lo miró con tristeza y arrepentimiento en sus ojos. Peter no sabía si era de verdad o si estaba actuando.—Conocí a alguien más, ¿de acuerdo?

Peter jadeó, lo miró sorprendido y sintió un fuerte apretón en su pecho.

—¿A-Alguien más?—Jadeó.—Dios mío, Pietro, ¿me fuiste infiel?

—¡No!—Pietro exclamó de repente, y Peter sintió que el apretón en su pecho se ponía un poco ligero.—¡Te prometo que no fue así!

—¿Entonces cómo fue?—Preguntó al borde de las lágrimas.

—Yo...—Pietro se rascó la parte de atrás del cuello, suspirando.—Conocí a ésta chica... y ella... se la pasaba coqueteándome, invitándome a citas, y algunas veces hasta intentó besarme, pero, nada pasó entre nosotros, te lo juro... aún así... yo... me sentía... tentado, por ella... me sentía mal y culpable... por lo que... decidí terminar contigo, antes de que terminara haciendo algo de lo que me arrepintiera...

Peter lo miró sorprendido, sintió las lágrimas salir de sus ojos y bajar por sus mejillas. Apretó los labios y sin poder evitarlo sollozó.

—Pietro...

Pietro fue y lo abrazó fuertemente.

—Pete, perdóname, ¿sí? Te amo, ¿de acuerdo? Hablo en serio, no quería lastimarte, pero lo hice, y de verdad lo siento...

Peter se estremeció y sintió algo cálido en su pecho al escuchar esas palabras. Te amo...

Jamás había escuchado aquellas palabras salir de la boca de alguien que no fuera parte de su familia. Y, le gustó eso, el sentirse amado por Pietro.

—Pietro, yo...—Lo abrazó, ocultando su rostro en el pecho de Pietro, sin querer mojando su camisa de Pink Floyd con sus lágrimas.—Yo... también te amo, y... te perdono...

Escuchó a Pietro jadear. Maximoff tomó el rostro de Romanoff entre sus manos y lo besó.

Peter no sabía que acababa de cometer el primero de muchos errores.

Son Of The Widow [#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora