Para cuando Pepper Potts tenía tres meses de embarazo se reveló que ella le daría su bebé a Steve y Tony para que ellos lo adoptaran y cuidaran. Todos estuvieron muy felices por la pareja, y Peter no podía estar más emocionado por tener a un hermanito o hermanita.
Peter y Harley esperaron impacientes los siguientes meses por la llegada de el bebé que crecería viéndolos a los dos como sus hermanos mayores, hasta que, un día, en medio de una reunión de Industrias Stark, a Pepper se le rompió la fuente.
En ese momento, Tony entró en pánico y estuvo a punto de ponerse su armadura y llevar él mismo a Pepper al hospital, pero Steve, quien llegó lo más rápido posible tras enterarse, logró calmar a su esposo, y a Pepper, quien también estaba en pánico
Tony y Steve les informaron a los demás Avengers que el bebé estaba por llegar después de que se llevaran a Pepper en una ambulancia. Natasha inmediatamente dejó de lado las clases de ruso que le estaba dando a Peter para prepararlo para que fueran al hospital, recorrieron a Harley en la casa de los Keener y luego fueron al hospital.
—¡Steve!—Exclamó dirigiéndose hacia el rubio junto con los niños.—¿Cómo está Pepper?
—Entró en parto.—Dijo Steve. Natasha nunca lo había visto tan nervioso.—No sabemos cuánto durará. Tony está ahí con ella.—Dijo, y sonrió con emoción.—¡No puedo creerlo, Nat! ¡Seré padre!
Natasha sonrió y abrazó a Steve. Cuando ambos estuvieron casados, de verdad habían querido tener hijos, pero el no haber podido fue lo que terminó separándolos. Natasha había deseado ser madre de la misma forma que Steve había deseado ser padre. El sueño de Natasha se cumplió tras adoptar a Peter, y el sueño de Steve estaba por cumplirse.
Y ambos no podían estar más felices por el otro. Natasha amaba de cuidar de Peter como madre soltera y teniendo la ayuda de sus compañeros, y Steve estaba felizmente casado con Tony y ambos estaban a punto de ser padres.
De alguna forma, Steve y Natasha seguían amándose a pesar de llevar ya más de dos años divorciados, pero no era el tipo de amor romántico, si no el tipo de amor entre hermano y hermana. Se amaban, se cuidaban entre sí y se preocupaban por el otro, pero jamás volverían a haber sentimientos románticos entre los dos. Aquel periodo de sus vidas en el que estuvieron casados se sentía muy distante y lejano, como si hubiera pasado hace muchos años, o como si fuera un recuerdo de una vida pasada. Podría serlo, ya que las vidas tanto del Capitán América como la de Black Widow habían cambiado mucho en los últimos años. Los dos habían cambiado.
Especialmente Natasha. La maternidad la había cambiado. Ahora era más amorosa, más abierta con sus sentimientos, y ahora era más cuidadosa al momento de ir a las misiones, ya que tenía una buena razón para mantenerse viva. Ya no era la fría máquina de matar a la que habían entrenado en la habitación roja, ahora era Natasha Romanoff, agente de Shield, parte de los seis Avengers originales, superheroína y orgullosa madre de un niño al que amaba como nunca antes había amado a alguien en su vida.
Fueron unas largas horas en las que todos esperaron impacientes, pero valió la pena la espera cuando les dijeron que Pepper había dado a luz a una saludable niña. Steve y Tony no pudieron evitar llorar de alegría ahí mismo, en la sala de espera del hospital, mientras que los Avengers, y Peter y Harley, estaban todos alegres y emocionados.
—¿Podemos ir a verla?—Preguntó Carol.
—Por supuesto.—Respondió el doctor—¿Quién quiere ir primero?
—Deberían ser los dos padres.—Dijo Nat sonriendo. Ambos pares de marrón y azul brillaron con emoción. Natasha le dio palmadas en la espalda a sus amigos.—Vayan, chicos. A conocer a su hija.
Los dos hombres asintieron, y el doctor abrió la puerta de la habitación de Pepper en el hospital para que los dos entraran.
—Gracias, doctor...—Tony miró al hombre alto de cabello oscuro.
—Strange. Doctor Stephen Strange.
—Gracias, Doctor Strange.—Tony le sonrió y él y su esposo entraron a la habitación.
Inmediatamente, Natasha, sus compañeros, su mejor amiga, su hijo y el mejor amigo de su hijo, fueron y se asomaron hacia la habitación. El doctor abrió la boca para decir algo, pero luego la subió y no impidió que todos observaran aquel encantador momento.
Pepper sonreía cansada acostada en la camilla mientras que Tony cargaba en sus brazos a una pequeña bebé y él y Steve la miraban con enormes sonrisas y los ojos llenos de lágrimas. Steve le besó la frente a su esposo y luego a su hija.
—Muchas gracias por esto, Pepper...—Dijo Steve volteando a ver a la rubia.
—No hay de qué, Steve.—Dijo Pepper.—Sé que la estoy dejando en buenas manos al dejar que ustedes la adopten, y que podrán cuidarla bien y darle una buena vida.
—Sin duda los haremos.—Dijo Tony volteando a ver a su amiga.—La cuidaremos con nuestras vidas.
—Oh, chicos...—Natasha jadeó, y ella y Carol se acercaron a sus amigos, mirando con enormes sonrisas a la hermosa bebé de piel clara y mejillas sonrojadas y regordetas que descansaba pacíficamente en los brazos de su padre.—Es bellísima...
—¿Qué nombre le darán?—Preguntó Carol, entrelazando sus dedos encima de sí.
—Todos ustedes, conozcan a Morgan Stark-Rogers.—Dijo Tony, y una lagrima bajó por la mejilla de Steve.—Hola, mi princesa, yo soy tu papá Tony...
—Y yo soy tu papá Steve...—El rubio, junto con algunos de los demás presentes en la habitación, se limpió las lágrimas.
—Pequeña Morgan, éstas son tus tías Nat y Carol.—Dijo Tony con una gran sonrisa.—Son dos mujeres fuertes como la que te trajo a éste mundo.
—Awww, es un gusto conocerte, pequeña...—Saludó Carol enternecida.
—Hola, Morgan...—Nat se acercó y con delicadeza plantó una beso en la frente de su sobrina.
—Y todos ellos son tus tíos. Sé que son muchos, pero eso es bueno, porque significa que somos una gran familia.—Dijo Steve tomando con cuidado en sus brazos a la bebé, la cual parecía diminuta estando en los musculosos brazos de Steve.
—Peter, Harley, vengan aquí.—Tony miró a ambos preadolescentes, los cuales, sonriendo con timidez, se acercaron y Steve con cuidado se agachó para que ambos vieran mejor a la bebé.—Morgan, estos son Peter y Harley, tus hermanos mayores. Chicos, saluden a su hermanita.
Peter y Harley se vieron entre sí con las miradas brillando de júbilo y ambos miraron enternecidos a la bebé.
—Hola, Morgan, yo soy Harley...
—Y yo soy Peter... y prometemos que seremos los mejores hermanos mayores del mundo.
Natasha rápidamente se limpió una lagrima. Era más abierta con sus sentimientos, sí, pero no le gustaba que la vieran llorando. Se inclinó y le besó la frente a su hijo.
—¿Quieren cargarla?—Preguntó Steve.
—¿Podemos?—Preguntó Peter un tanto nervioso. Harley miró al castaño sonriendo.
—Tú puedes ir primero.
Peter asintió y Steve y Tony lo ayudaron a cargar a la bebé con delicadeza. Era la primera vez que Peter cargaba a un bebé, y se encontraba feliz de que aquella bebé fuera su hermanita. Sintió algo cálido en su pecho, ¿el instinto de hermano mayor creciendo, tal vez? Llevaba literalmente menos de cinco minutos de conocer a Morgan, y ya sentía que la quería con todo su corazón. Que cuidaría de ella como su hermano mayor y jamás dejaría que algo le pasara.
Peter no podía estar más agradecido de ser parte de una familia tan grande que lo quería y lo aceptaba como era. No solo tenía una maravillosa madre, una increíble tía, muchos tíos y un hermano en Harley, ahora también tenía a una hermana menor.
—Bienvenida a la familia, Morgan.
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Son Of The Widow [#1]
Fanfiction[SAGA "ROMANOFF", LIBRO #1] Natasha adopta a un Peter Parker de diez años después de que él quedara en un orfanato tras las muertes de sus tíos.