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Peter tragó saliva nervioso, mientras que Pietro lo miraba con una sonrisa maliciosa, el mayor de los dos lo tenía acorralado contra la pared.

—¿Podrías por favor dejarme ir?—Preguntó levantando la botella de vino que sostenía en un una mano.—Las chicas me están esperando, haremos una pijamada.

—¿Una pijamada, huh?

—Sí, y si me disculpas...—Peter se agachó y salió por debajo del brazo de Pietro, pero cuando estaba por llegar a la puerta de la habitación en la que sería la pijamada Maximoff llegó con su súper velocidad y se puso en frente de la puerta. Romanoff bufó.—¿Pero qué mierda quieres, Maximoff?

—Saber cómo estás, Romanoff.—Pietro lo vio de pies a cabeza.—Con que ya tuviste la cirugía del cambio de género, ¿huh? Te ves bien.

—Me siento bien. Bueno, ahora sabes cómo estoy, así que si me disculpas...—Pietro rápidamente lo tomó de la cintura.—¡Maldita sea, Pietro! ¡¿Cual es tu problema?! ¡No te he visto en un año, y la última vez que te vi me llamaste una zorra!

—Vamos Petey, la gente siempre está diciendo cosas que no quiere, ¿no puedes perdonarme?—Sonrió coqueto.

—¡NO!—Chilló.—¡Ahora suéltame o...!

—¿O qué? ¿Irás llorando a contarle a tu mami?

Cuando un látigo de electricidad rodeó el cuello de Pietro éste soltó a Peter y chilló mientras que era electrocutado por Loraine.

—Demonios hermano, deja de ser una perra tóxica.—Dijo Loraine viendo a Pietro con el ceño fruncido.—Vamos Petey.—Le besó la mejilla a Peter y ambos entraron a la habitación en la que sería la pijamada.

—¡Hola chicas!—Exclamó él.

—¡Hola Peter~!—Exclamaron todas las chicas.

—¿Quien quiere vino?—Preguntó levantando la botella. Las chicas rieron. A pesar de que Peter no lo admitía, le gustaba lo popular que era con las chicas.





•••





Cuando se despertó al lado de Pietro, Peter había intentando vestirse silenciosamente e irse sin hacer ruido, pero cuando estaba por salir de la habitación, Pietro usó su supervelocidad para vestirse rápidamente y ponerse en frente de la puerta. Peter bufó molesto.

—Por favor Pietro, le prometí a mi mamá que volvería a casa a tiempo para el desayuno...

—Pero Peter...—Pietro se aclaró la garganta.—¿Esto significa que... estamos juntos otra vez?

Peter suspiró molesto. Ya nada le importaba.

—Sí, de acuerdo, como sea.—Pietro sonrió como si acabara de ganar un premio.—¿Ahora puedes hacerte a un lado? Debo pedirle a Wanda que me maquille para ocultar los moretones que me dejaste.—Pietro abrió la puerta para Peter y ambos salieron.

—¡Sabía que ibas a volver por mí! Después de todo, eres mío, Peter.

Peter miró a Pietro con una mirada de frialdad la cual había aprendido de Nat.

—Yo no le pertenezco a nadie.

—Eso dices ahora.

Peter rodó los ojos, y refunfuñando se fue.





•••





—¡¿Por qué volviste con Pietro?!—Loraine chilló detrás de Peter mientras que ambos intentaban caminar por el mar de gente en el pasillo.—¡Eres demasiado bueno para él, Peter!—Peter la ignoró.—¡Mereces a alguien que de verdad te aprecie y te quiera!

Son Of The Widow [#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora