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Tony y Natasha intentaron evitar al otro lo más posible después de aquel beso en el departamento de la pelirroja. Las cosas no podían ser más incómodas y al ver al otro no podían evitar sonrojarse y sentir sus estómagos revolverse con vergüenza.

Los demás Avengers solo estaban confundidos, sin saber la razón por la que Ironman y Black Widow intentaban estar más lejos del otro posible o no podían verse a los ojos. Era muy raro el verlos evitándose entre sí, especialmente teniendo en cuenta que ambos se volvieron más unidos después de que Nat adoptara a Peter y ella nombrara a Tony el padrino de Peter para poder ayudarla con los gastos.

Hasta que, un día, unas semanas después de que tuvieran aquel beso, para sorpresa de Natasha, Tony se le acercó mientras que ella salía de la Torre para poder volver con Peter.

—¡Hey, Nat!—Tony exclamó y Natasha volteó a verlo sorprendida.

—¿Tony?—Él respiraba aceleradamente, señal de que había ido corriendo hacia ella.—¿Qué pasa?

—Solo... quería hablar contigo.—Dijo él tomado aire.

—Peter me está esperando, le prometí que lo llevaría al cine ésta noche... y la niñera me pedirá que le pague más si me tardo en llegar.

—De todos modos yo soy el que paga por la niñera.

—Buen punto.—Nat se encogió de hombros y ambos volvieron a entrar a la torre, subieron y se dirigieron a la sala común solo para poder tener algo de privacidad. A esa hora los demás o ya se habían ido o se encontraban en sus habitaciones.—¿De qué querías hablar? ¿Del beso?

—Bueno, sí, pero también de algo más...—Tony estaba sonrojado y nervioso. Natasha nunca lo había visto así, al arrogante, bromista y seguro de sí mismo Tony Stark.

—Sobre el beso, no quiero que las cosas sigan siendo incómodas entre nosotros... especialmente porque no podemos trabajar juntos de éste modo, así que creo que deberíamos superarlo y hacer que nada pasó. Aquel beso será un secreto entre los dos.

—Estoy de acuerdo.—Dijo Tony asintiendo y él y Nat se dieron un apretón de manos.

—¿Qué más querías decirme?

Tony volvió a sonrojarse.

—Es... Steve...

—¿Qué pasa con Steve?—Preguntó ella confundida. Tony tomó aire y la miró un poco asustado. Natasha empezó a preocuparse.

—Steve me invitó a salir. Ya sabes, como, a una cita.—Tony apartó la mirada y Natasha, sin poder evitarlo, jadeó sorprendida. Ella se estremeció, sin poder creerlo.—Él... me dijo que le gusto, Nat, y yo le dije que no me sentía cómodo yendo a una cita con él porque es tu ex esposo... pero... si soy sincero... creo que, Steve también me gusta un poco, y... no sé qué hacer. Quería pedir tu opinión, ya que no iré a ninguna cita con él si te incomoda.

Natasha tomó aire, intentando ignorar el apretón en su pecho o las ganas de llorar, y le sonrió a Tony.

—Ustedes harían una bonita pareja.—Hace alrededor de un año, cuando Steve le pidió el divorcio y le reveló que había estado teniendo sentimientos hacia alguien más, Natasha, nunca, ni en un millón de años, se hubiera imaginado que aquella persona era Tony Stark.—Steve ya no es mi esposo, Tony, y yo no puedo decidir con quién él puede salir y con quién no. Él no tuvo problema con que yo decidiera seguir adelante adoptando a Peter, y yo...—Tomó aire.—No es problema para mí si ustedes deciden salir a una cita.

Tony sonrió y abrazó fuertemente a Natasha. Ella le devolvió el abrazo y aprovechó para limpiarse rápidamente una lágrima que se había escapado de su ojo.

—Eres un ángel, Nat.—Dijo Tony sonriéndole.—Muchas gracias de verdad... hablaré con Steve, y le pediré que vayamos a cenar.

—Que se diviertan.—Dijo Nat sonriéndole.—Y usen protección.

Tony rió fuertemente junto con Natasha, él estaba a punto de dirigirse hacia el pasillo que daba a las habitaciones cuando volteó a ver a la pelirroja.

—¿Crees que debería decirle sobre el beso?

—¿Cual beso?—Se encogió de hombros. Ella y Tony compartieron sonrisas cómplices y ella se dirigió hacia el ascensor, en el que una vez las puertas de metal se cerraron dejó su dolor salir y sollozó. La verdad era que Natasha no había superado del todo el que ella y Steve se separaran. Steve había sido su primer amor en mucho tiempo. Había amado al Capitán y cuando él le pidió el divorcio ella sintió que su corazón se partía. Ahora ella estaba dividida en dos partes, la primera: la que todavía amaba a Steve Rogers, y sentía esperanza de que él volviera con ella. Y la segunda: que quería que Steve fuera feliz, y que estaba dispuesta a dejarlo ir.

Escucharía a la segunda.

Ya era muy tarde para ella y para Steve. Él podría empezar de nuevo teniendo una relación con Tony de la misma forma que ella empezó de nuevo al adoptar a Peter y convertirse en madre.

Llegando al departamento suspiró y cerró la puerta. Vio a Peter sentado en el sofá hablando con la niñera, quien era una joven agente de Shield en entrenamiento.

—¿Sabes? Creo que voy a presentarte a mi hermanita. Ella tiene tu edad.

—¿En serio?—Le preguntó Peter a la azabache.

—Sí, MJ es muy tierna, algo seria para su edad ya que hace activismo y lee libros de Shakespeare, pero es adorable. Su cabello es tan esponjoso que vas a querer enterrar tu rostro en él.

—Gracias por quedarte con Peter, Jessica.—Dijo Natasha dejando su bolso encima de la mesa de la cocina. La adolescente la vio y le sonrió.

—Fue un placer, Agente Romanoff.—Dijo Jessica sonriéndole a Natasha. La chica tomó su bufanda morada y su chaqueta de cuero.—Peter es un niño encantador. Estoy dispuesta a seguir cuidándolo si usted quiere.

Nat le sonrió y después de que Jessica se despidiera de Peter ella se fue. Natasha puso todos los seguros en la puerta, se dejó caer en el sofá al lado de Peter y suspiró.

—¿Mal día?—Él apoyó su cabeza encima del hombro de Natasha. Ella le besó la frente a Peter y lo tomó de la cintura, acurrucándose con su hijo.

—No tienes idea.—Suspiró.—Lo siento bebé, pero no tengo energía para ir al cine. ¿Qué te parece si nos quedamos aquí, rentamos una película y comemos mucho helado?

Peter rió ligeramente.

—Me parece perfecto. Jessica trajo algunos DVDs.—Dijo apuntando a la mesa con su mirada. Nat se inclinó y tomó los DVDs para empezar a buscar entre ellos uno que ver con Peter.—Trajo la trilogía de Volver al futuro, pero no podemos verla porque le prometí a Tony y a Steve que la vería con ellos la próxima vez que fuera a la torre.

Natasha intentó evitar mostrarse dolida ante las menciones de los nombres de Steve y Tony, quienes eran las últimas personas en las que quería pensar. Ahora mismo solo quería despejar su mente y pasar un tiempo madre e hijo con su pequeño Peter.

—Veamos... Legally Blonde, jamás la he visto pero la esposa de Clint me la recomienda. ¿Qué crees? Es una película para adolescentes pero tú vas a cumplir once, así que serás un casi-adolescente.

Peter rió. A Natasha le encantaba escuchar su risa, verlo feliz. La primera vez que lo había visto él estaba asustado, entristecido, ansioso. Y sabía que estaba haciendo un buen trabajo como madre al ver que Peter dejaba atrás su timidez y su doloroso pasado para empezar una nueva vida con ella, al igual que Natasha estaba empezando una nueva vida con Peter.

—De acuerdo, veámosla...—Se asomó a ver la portada de el paquete del DVD. Al ver a la chica rubia y bonita se sonrojó fuertemente. Natasha lo miró con una ceja alzada y él al notar la mirada de su madre se estremeció e hizo como si nada.

—Huh, y eso que todavía no has visto a Alicia Silverstone...

Son Of The Widow [#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora