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Lo bueno era que las cosas entre Steve y Tony se arreglaron rápidamente.

Lo malo era que se debía a que en cuanto Natasha se enteró de que Tony había reclutado a Peter sin su permiso y le había hecho un traje alto en tecnología que le permitía balancearse por los aires con sus telarañas, ella enloqueció.

Ahora, Steve, Tony y Peter se encontraban sentados en la mesa del comedor de la cabaña, los tres cruzados de brazos y mostrándose avergonzados, y con notables marcas rojas en sus rostros causadas por Natasha y su cinturón. 

—¡Tú—Nat apuntó a Steve.—Le ocultaste a tu esposo que el hombre que fue tu padrino en su boda mató a sus padres! ¡Tú—Apuntó a Tony, quien tembló en el asiento.—Creaste un robot que casi nos mata a todos, y también, RECLUTASTE A MI HIJO Y LE HICISTE UN MALDITO TRAJE DE HÉROE SIN DECÍRMELO!—Natasha apretó fuertemente su cinturón, como si quisiera volver a golpear a Tony con éste.—¡Y TÚ, JOVENCITO!—Natasha apuntó a Peter, quien casi se cae de la silla.—¡¿COMO PUDISTE OCULTARME QUE TONY TE HABÍA RECLUTADO?! ¡¿POR QUÉ ACEPTASTE SIN DECIRME?!

—¡Porque quiero ser un Avenger, te guste o no, y estoy arto de que no me dejes aprovechar de los poderes que tengo, madre!

Peter tembló ante la mirada de furia de Natasha. Ella caminó hacia el chico, lo hizo levantarse, y se quedó detrás de él, tomándolo de los hombros, mirando a Steve y a Tony.

—Les daré un ultimátum.—Dijo con frialdad.—O arreglan esto de manera civilizada que no incluya una guerra y mi hijo siendo un superhéroe, o me llevaré a Morgan y a Peter y nos iremos a Rusia, jamás volverán a vernos.

—¡¿QUÉ?!—Exclamaron Peter, Steve y Tony al mismo tiempo. Estos últimos dos se levantaron rápidamente de la mesa.

—¡¿Llevarte a Morgan?! ¡¿Qué... de qué hablas?!—Tony jadeó.

—Ustedes me nombraron la madrina de Morgan, por lo que yo cuido de ella si algo llega a pasarle a ustedes, y muchas cosas están pasando con ustedes. Y si no arreglan éste desastre como los adultos que son, y o se reconcilian o se divorcian, pediré que me den la custodia de Morgan, y la llevaré a Rusia a que viva con Peter y yo.

—¡No quiero vivir en Rusia!—Peter chilló.

Cierra la boca.—Susurró hablando en su lengua madre. Él tragó saliva. Natasha miró con frialdad a los dos hombres.—La pobre Morgan tiene tan solo cuatro años, y la están haciendo sufrir con esto que están haciendo. Les daré hasta el fin de semana para responder.

Y sin más preámbulos, Natasha se llevó a Peter, en una mano sosteniendo el maletín que llevaba el traje de Spider-Man de Peter.

Cuando entraron al auto de Natasha, estacionado afuera de la cabaña, Peter miró a su madre sorprendido mientras que ésta tomaba su bolso negro de cuero, lo abría y metía el rostro adentro, soltando un fuerte y largo grito el cual terminó siendo ahogado por el bolso. Cuando terminó, Natasha golpeó a Peter en el costado usando su bolso.

—¡Niño mocoso, malcriado, malagradecido e irrespetuoso!—Chilló.

—¡¿Discúlpame?!—Peter miró ofendido a su mamá.—¿¡Soy esas cosas solo porque quiero ser un héroe?!

—¡Eres eso y más!

—¡¿Pero qué no entiendes, mamá?! ¡Quiero ser un héroe porque quiero ser como tú!

—¡¿Quieres ser como yo?!—Nat soltó una risa irónica.—¡¿Quieres pasar noches atormentado por pesadillas, quieres dormir con un cuchillo bajo tu almohada, quieres ser el causante de muertes y quieres sentir que en tus manos está la sangre de una persona a la que amabas?! ¡¿Quieres estar constantemente sintiendo que no estás seguro y no saber cuándo terminarás muriendo durante una misión, eso quieres?!

—¡Mamá!—Peter jadeó.—¡Quiero ser un superhéroe, como todos los demás en la familia! ¡quiero salvar y ayudar a personas, salvar al mundo como lo han hecho tú y mis tíos y tías! ¡Ya no soy ese Niño tímido y llorón al que adoptaste, tengo dieciséis años, y pronto voy a tener por fin la cirugía del cambio de género! ¡Y tú me has entrenado desde que obtuve mis poderes, sé que puedo hacer esto, mamá!

Natasha apretó fuertemente el volante.

—Peter, como tu madre lo que quiero es que llegues a tener una vida mejor que la que yo he tenido...—Suspiró aguantando un sollozo y se pasó la mano por el cabello.—Solo intento protegerte. No sabes lo suertudo que eres de tener a toda una familia que te ama y quiere cuidarte, mucho más suertudo que yo: apenas me acuerdo de mi madre y mi padre me golpeaba cuando era niña.

—... Mamá, ¿acaso olvidaste cómo eran las cosas para mí antes de que me adoptaras?

—¿Qué? No, Peter...

—Mamá, me han lastimado en el pasado, y a pesar de lo mucho que lo intentes, dudo que vayas a siempre poder evitar que me sigan lastimando en el futuro, sé que solo quieres cuidarme, pero estoy harto de sentir que no confías en mí!—Sollozó.—¡Ponme en una prueba, la que sea, y si la paso, te demostraré que sí puedo ser un héroe! Por favor, mamá. Tú has sido mi heroína toda mi vida, ahora yo quiero ser tu héroe...

Natasha apretó fuertemente la mandíbula y sin decir nada empezó a conducir lejos de la cabaña.

—Creo que esos dos son más dramáticos que nosotros...—Murmuró Tony después de que él y Steve hubieran observado a Nat y a Peter desde una ventana. Ambos rieron, pero luego las risas se apagaron lentamente, y se miraron entre sí con tristeza.





•••





Knock knock!

¡Tío Steve, tío Tony!—Exclamó Peter sonriendo emocionado mientras que ambos entraban a la habitación de hospital de Peter. Nat los miró sorprendida a ambos mientras que éstos dejaban los regalos que le habían traído a Peter en una mesa junto con otros regalos de parte de sus tíos y tías.

—Hey, Petey.—Saludó Steve, sonriente.—¿Cómo te sientes? Te ves bien.

¡Me siento bien!—Peter exclamó con una sonrisa que ni nada ni nadie podría borrar. Natasha rápidamente se limpió las lágrimas que tenía en los ojos mientras que veía a Peter con una sonrisa de orgullo.—¡Estoy tan feliz de por fin haber podido tener la cirugía de cambio de género!

Natasha se levantó del sillón que estaba al lado de la camilla de Peter y le besó la frente.

—Nat, ¿podemos hablar a solas?—Preguntó Steve. La pelirroja asintió y acompañó al rubio afuera de la habitación. Tony se sentó en donde anteriormente estaba sentada Natasha y le sonrió a Peter.

—Así que, supongo que las cosas están mejores entre tú y tío Steve...

—Supones bien. Steve y yo hablamos mucho, entre nosotros y con tus tíos Sam y Bucky, y te alegrarás de saber que no solo no habrá guerra civil, si no que también Steve y yo todavía estaremos juntos.

—Oh, gracias a Dios.—Peter suspiró aliviado y Tony, riendo, le revolvió el cabello.

—¿Cómo van las cosas con tu madre?

—Tiene mi traje encerrado en su caja fuerte y se niega a dármelo.—Peter suspiró.—No hemos vuelto a hablar del tema, pero ella sabe que seguiré insistiéndole con que me deje ser...—Miró a sus alrededores, estaban en una sección privada del hospital y la puerta estaba cerrada, así que no habría problema con que lo dijera.—Spider-Man.

—Personalmente pienso que serías un gran héroe, Peter, por eso te hice el traje, pero tu madre sigue muy enojada conmigo por lo que hice, así que no puedo ayudarte con eso de convencerla. Ella solo está preocupándose por ti...

—Eso es lo que ella siempre me dice.—Peter suspiró y Tony le besó la frente.

—Superhéroe o no, todos estamos muy orgullosos de ti, hijo mío.

Cuando Peter se vio en el espejo en ropa interior tras volver a casa tras tener la cirugía del cambio de género, se vio a sí mismo con una enorme sonrisa y ganas de llorar: por primera vez en toda su vida se sentía feliz con su cuerpo.

Había valido la pena esperar.

Son Of The Widow [#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora