Capítulo 29

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-¡Suéltame! ¡La voy hacer picadillo!

Patalee al aire tratando de safárme del agarré que ejercía Gil sobre mi, tan firme que me mantenía alzada del suelo.

Frente a nosotros Cassandra estaba sorprendida de mi furia.

-Pero, ¿Qué sucedió entre ustedes? Parecían llevarse bien. - cuestionó confundido. -Creí que ya eran amigas.

-Eramos, hasta que decidió convertirse en ti y hacer que casi diga que te a...-me mordí la lengua con fuerza, haciéndome sangrar. ¡Uf, demonios, casi se me suelta la lengua!
Pero de la mordida.

-¡Auch!

-Eres una idiota. -exclamó, apurandose a revisar mi boca. -Saca la lengua.

Obedecí. Mientras me ascultaba, ví que su hermana aprovecho para huir. No sin antes gritarme "cuñadita"

-Demonios, está sangrando mucho. Creo que no me queda de otra que curarte.

Me sonroje ante su "curarte".

-Nod, vad a fodnicad mi mende pasa cudadme.

Traducción: no, vas a fornicar mi mente para curarme.

-No planeaba hacer eso. Aunque no es mala idea. -me dedicó una sonrisa ladina.

-Imbedil... Miedda.

Odiaba sonar así, como si fuera un monstruo.

-Ven. - claramente burlándose de mí, él me condujo hasta un árbol cerca del acantilado. Cortó una verde hoja y la partió a la mitad para ofrecermela. -Es un árbol de maana, absorbe magia para crecer y florecer, pero a su vez, su estructura sana como ofrenda a la naturaleza por dejarla existir. Ponla en tu lengua y sanarás.

Titibee. ¿Por qué rayos pondría una planta en mi lengua de procedencia sospechosa?

-Hazlo o tendré que entrar a tu mente como la otra vez.

Su amenaza me emociono. Eso no era normal. Sin embargo, la hoja parecía ser la manera más rápida y no tendría necesidad de sudar.

Abrí la boca y saque la lengua, Gil la colocó en ella, de inmediato empecé a sentir como escosia.

-De diente dado...

-Es normal, está reconstruyendo el tejido herido. -su tono de voz era burlón mientras oía mi voz. De repente, tomó mi mano. -Ven, mientras sanas te enseñaré un lugar.

-¿Eh?

Fui arrastrada por él. Corrimos en medio del bosque, largo y oscuro, pero extrañamente tranquilo. No existían animales, por lo visto, pero tampoco se encontraba solo, se de tía como si fuéramos vigilados.

Atravesamos la maleza. Mi lengua dejo de escoser mientras era conducida por él por el advenedizo camino.

-¿A dónde vamos?

-Al único lugar de aquí que vale la pena. Mira.

Con un raro entusiasmo proveniente de él, abre paso entre arbusto para dejarme entrever un hermoso cielo azul estrellado. Estiré la mano sintiendo que era capaz de tocar las constelaciones con mis dedos. Estaba el el universo. El silencio y el infinito del lugar me daban una sensación de libertad asombrosa.

-¡Wow, es, es maravilloso!

Sonrió como diciendo "lo sé" y tomó mi mano, sus grandes dedos se enredaron con los míos.

-Queria que lo conocieras antes de todo. Aquí veníamos Jon y yo cada que necesitábamos despejarnos.

Asentí comprendiendo. Si yo fuera ellos, hubiera hecho lo mismo, este lugar lleno de calma y soledad era ideal para reflexionar.

Sueños HúmedosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora