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“Llore suficientes lágrimas, para ver mi propio reflejo en ellas, y luego todo se volvió tan claro, no hay manera de negarlo, realmente lo extrañó tanto.”

—Ariana Grande: My Everything.



—Cariño, ¿Estás bien? — la voz de mi madre taladró mis oídos.

—Vete — solté.

—Traje el desayuno, abre la puerta cariño — sonó como si estuviera cantando, lo que me hizo irritarme más.

—No quiero. Vete — solté nuevamente, giré mi cuerpo en dirección de la ventana, cubrí mi cuerpo con la manta.

—Vendré más tarde, descansa un poco — ni siquiera tuve ánimos de responderle.

Mis ojos tiraban lágrimas como si fuera una llave abierta, sin ser capaz de poder cerrarse. Mis ojos pesaron de un momento a otro, mis párpados se cerraron por si solos.

Un pasillo.

Un pasillo de baldosas blancas y muy limpias, era lo único que lograba ver, alrededor solo del pasillo de baldosas había obscuridad, total y profunda obscuridad.

Dí un paso hacía enfrente, fue entonces qué me dí cuenta que tenía puesto un vestido de novia, uno grande, esponjoso y muy decorado. Llevé mis manos a mi cabello, pude sentir el velo cayendo hacia atrás y mi cabello echo un moño muy elegante, algunos mechones de cabello caían de mis patillas, ambos estaban rizados.

Mire hacia abajo, con ambas manos levanté mi vestido y pude ver las zapatillas color plata que tenía puestas, se veían muy lindas y elegantes.

Unos aplausos llamaron mi atención, levanté la cabeza. Los alrededores que antes estaban inundados de obscuridad, ahora había muchas personas, las cuales algunas no conocía y otras que se me hacían parecidas. Todos me miraban, mientras aplaudian. Mi mirada se posó en la figura que estaba parado a lado del padre, su cabello negro, sus hombros chicos y esa forma de pararse única. Mis manos temblaron y mi ritmo cardíaco aumento.

Sin ser conciente de mis actos, ya me encontraba caminando hacia él, lentamente, tanto que podría decir que dolía...y realmente lo hacía.

Cuándo estaba a un paso de ponerme a su lado, el soltó una risa, burlona y a la vez, temerosa. Y fue ahí, cuando se giró completamente hacia mí, sus ojos formaban medias lunas por la sonrisa que tenía plasmada en sus labios, sentí que mi mundo caía a pedazos mientras su risa se escuchaba por todos lados, y no acabo ahí...los invitados también empezaron a reírse.

Se reían de lo patética que debía de verme, de lo patética que me sentía y de lo tonta que fui y soy. Jamás debí confiar ciegamente en alguien.

—¡Lisa despierta...! ¡Maldición está ardiendo en fiebre! — esa voz se escuchó lejana a mi sueño.

—¡Lisa despierta! — NamJoon, esa voz la reconocí al instante.

Miré a mi alrededor, todos los invitados y Yoongi, los cuales se reían de mí...desaparecieron, quedé sumida en la obscuridad, vestida de novia y con un ramo de rosas en mis manos. Me puse de cunclillas y empecé a llorar.

—¡Lisa despierta! — abrí mis ojos, estos estaban pesados y ardían...mi cabeza dolía. —¡Está reaccionando! — ví una sonrisa en el rostro de NamJoon, pero solo fue por unos segundos, porque volví a cerrar mis ojos.

—¡NamJoon, tenemos que llevarla a un hospital! ¡Pero ya! — volví a entre abrir mis ojos, los cuales pudieron ver a un SeokJin preocupado.

—¡Nadie la va a sacar de aquí! — la voz de mi madre hizo eco en mi habitación, un silencio reino.

—¿Qué? — miré a NamJoon, quién tenía el rostro rojo de ira contenida.

—Ni tú, ni nadie la va a sacar de aquí, nadie la va a apartar de mi lado, no otra vez — una comisura de mi labio se estiró hacia arriba. Mamá estaba preocupada por mí.

—¡Necesita un maldito doctor! — NamJoon se señaló con la mano.

—El doctor de cabecera viene para acá — contestó tranquilamente.

—No sé que estas tramando...pero Lisa no es una fuente de dinero, y eso lo tienes que tener claro — la señaló.

—Soy tu tía, y por lo tanto merezco respeto...no me estés señalando, mocoso insolente — mamá quito de un manotazo su dedo, que la señalaba.

—Vete — mi voz ronca llamó la atención de todos los presentes.

—Ya la oíste, vete — NamJoon señaló la puerta a Mamá.

—No — pronuncie con dificultad. —Ella no — tragué saliva, lo cuál me arrepentí, porque me ardió la garganta, gracias a que estaba seca. Cerré los ojos, los cuales me pesaban. —Tú — señalé débilmente con mi dedo índice a NamJoon. —Vete...no te quiero ver.

—Lisa, pero... — su rostro se contrajo en una mueca de tristeza, como si lo que acababa de decir no fuera creíble para él.

—No lo dejen entrar...a menos que yo así lo quiera — dije, mirando a mamá, quién me dió una sonrisa cálida y asintió.

—Vamos NamJoon, te mostraré la puerta — NamJoon se veía molesto.

—Yo no tengo la culpa, Lisa...espero y te recuperes pronto — y sin más, salió con Jin. El cual no me dijo nada, solo me dió una mirada triste.

—Cariño, ¿Tienes hambre? — preguntó mi madre.

—No. Déjame sola — me dí la vuelta enrollandome con la cobija, escuché la puerta cerrarse.

Solté un suspiro.

—Te odio, Min Yoongi — mis lágrimas regresaron. Con más intensidad, pero lo hicieron.

—LaOmmaChida💜✨


Gracias por el apoyo, l@s amo. 💜💜✨✨✨

¡Girl does everything wrong! #Wattys2020 [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora