capitulo 140

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Una pesadilla muy terapéutica

Excrotor – ya casi es hora.

Bernard – por desgracia la marca está casi completa.

En la mano de ambos justo en la parte posterior de esta se encuentra un pequeño tatuaje impreso.

Bernard – una máscara verdad.

Excrotor – si eso es nuestra pista.

Bernard – que crea que significa.

Excrotor – para que crea que se usa una mascara.

Bernard – no sabría decirte con seguridad, lo más obvio sería para ocultarse de alguien mas, pero dudo que ese sea el mensaje que nos este dando la zona de pesadilla.

Excrotor – yo tampoco lo creo, es una respuesta muy simple para este tipo de zona de pesadilla.

Bernard – tampoco es que podamos hacer mas, de echo ahora que estamos marcados tampoco podemos seguir esperando la, de lo contrario terminaríamos siendo asimilados.

Excrotor – eso temo pero deja una nota por si acaso.

Bernard – déjame lo a mi le dejaré una nota para que sepa lo sobre la marca eso le dará un poco de ventaja.

5 minutos después

Bernard – terminé, es algo apresurado pero esto  explicara  toda la situación.

Excrotor – bien entonces sigamos el tiempo se nos esta acabando.

Después de eso todos avanzaron por el pasillo que se diría más más profundo en la tierra  así siguieron hasta que llegaron a una hermosa puerta roja como la sangre la cuál tenía escrito una sola oración enzima de ella.

Bernard – excrotor este es el mismo idioma   que estaba grabado en la estatua.

Excrotor – eso me temo, deja leo esto talvez nos ayude más tarde. 

Al leer  las palabra que estaba grabadas la expresión de excrotor se puso tensa incluso más que cuando estaban en la sala de las estatuas.

Bernard – que dice.

Excrotor – abismo.

Bernard – *mirada confundida *   eso no es lo que esperaba.

Excrotor  – si concuerdo pero aún así no puedo evitar sentir algo extraño al leer esas palabras.

Bernard – extraño.

Excrotor – si talvez  es solo mi imaginación o un efecto visual pero juraría haber visto como  las letras se movían mientras las leía.

Bernard – talvez sea una pista.

Excrotor -  talvez pero aún tengo un muy mal presentimiento.


Bernard – *suspiro * tampoco es que tengamos muchas opciones.

Excrotor –* expresión amarga* si por desgracia solo podemos seguir avanzando o quedarnos y ser asimilados por la zona de pesadilla.

Bernard – entremos.

Dentro de la sala


Cuando entraron lo primero que vieron los dejo fríos, pinturas un sin número de pinturas decoraban toda la sala cual macabra  exhibición  de arte.

Cada pintura representaba un mundo negro y desolado lleno de monstruos y plagado de pecado miedo y desesperación.

En La primera pinturas se podía apreciar un hombre en un  bosque lleno  de ojos el cual intentaban escapar  desesperada mente de un ser delgado y oscuro el cual sostiene una linterna lo espeluznante no era el ser mismo sino la situación del pobre hombre, el pobre hombre tenía los pies enraizados al suelo cual árbol, de echo no solo eran sus pies sus manos también se estaban deforman de manera grotesca  cual ramas de árbol creciendo de un tallo.

Esta pintura ponía enfermo a todos no solo por lo grotesco de la imagen sino por la expresión retorcida y horrorizada del pobre hombre que trataba de alejarse del monstruo.

La segunda pinturas no fue mejor en ella se mostraba una ciudad roja  hundida  en la oscuridad y  sangre, cada edición estaba pintado de rojo con la sangre de los cadáveres  que colgaban sobre ellos.

La tercera fue demasiado fuerte para ser vista por más tiempo.

Chos vomitaron o se desmayaron al ver las por demasiado tiempo no era una exageración decir que cada pintura tenía una  energía mental.

Se podría decir que uno se podía volver loco con solo verlas por mucho tiempo, de echo la situación no fue mejor que en la primera sala alrededor del 20 por cierto de los sobrevivientes restante fueron completamente lisiados mental mente,

Ahora esos pobre soldados solo podían seguir viendo las pinturas, y nada más desechos o vegetales eran la única descripción para ellos, incluso  una marioneta tendría más vida que los soldados.

Sin embargo eso no fue lo peor de esta sala lo peor eran las voces que se escuchaban en todas partes, si los retratos susurraban al oído de los que se niegan a verlos, Aceves sonaban como un familiar o un amigo incluso un amante, pero lo que decían siempre era lo mismo

- Ayúdanos no nos dejes aquí    

Esa frase se repetí una y otra y otra vez cual grabadora, todos tenían lágrimas en los ojos por esta situación muchos no soportaron y terminaron viendo los cuadros solo para terminar como una marioneta con los hilos  cortados después.

Esta era una situación desesperada para todos bueno casi todos.

Excrotor – déjame adivinar Lucí , si tú me dejaste por el minotauro que te den o ahora Felicia si tú me dejaste por mi jefe anterior pues puedes besarme el culo ahora.


Bernard – enserio.

Excrotor – que este lugar  es muy  terapéutico, se podría decir que es más efectivo que mis visitas al psicólogo.


Bernard - ……..


Excrotor – que por fin no soy yo el que ruega por qué no lo abandonen, es mi venganza ahora quien es el que ruega zorras mal agradecidas.

Bernard - eres lo peor.






The devourer of soul Donde viven las historias. Descúbrelo ahora