65. Viaje.

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Emma.

Terminé de recoger la cocina y me dirigí al salón para encender el aire acondicionado. Julio había entrado de lleno y estaba haciendo un calor que no era ni medio normal. Menos mal que vivía con Marco y tenía piscina. Después de todo lo sucedido y de haber estado más de un mes viviendo con Marco decidimos que era hora de mudarme. Eso sí, tuve que hablarlo con Sophie y con mi abuela, pensaba que quizá tendría que ir haciéndolo poco a poco, pasando unos días con Marco y otros con Sophie. Pero, una vez más, mi hermana acabó sorprendiéndome.

"Si te vas a vivir con Marco podré visitaros todo lo que quiera y ¡tiene piscina! "Eso fue exactamente lo que dijo, acompañado de un abrazo. De hecho, me ayudó a empaquetar todas mis cosas.

Habían sido unos meses muy caóticos en mi vida, dentro de poco haría un año desde que todo a mi alrededor comenzó a demoronarse y he sacado una conclusión. Todo el sufrimiento ha merecido la pena porque mi hermana pequeña ha recuperado a su abuela y porque yo he encontrado al hombre con el que quiero compartir el resto de mi vida.

Me senté en el sofá, cogí mi portátil y revisé mi currículum. Era hora de empezar a buscar trabaja en lo que verdaderamente me gustaba, la justicia. Había dejado la cafetería hacía un par de meses, había entrado en un círculo vicioso en el que mi vida se basaba en trabajar y estudiar. Ambas cosas estaban acabando conmigo y Marco habló seriamente conmigo.

Dejé el trabajo con la condición de que a principios de septiembre si no había encontrado nada relacionado con lo mío, trabajaría en lo que fuera, que no iba a permitir que él me mantuviera. No quería depender de nadie, ni mucho menos de Marco que estoy viviendo en su casa y a penas me deja pagar las facturas a media.

Mi teléfono sonó y lo cogí. La cara de Carla apareció en la pantalla y me sonrió.

-No quiero preguntas, solo tienes que obedecer ¿vale?

-A sus órdenes - cuando Carla te mandaba algo lo mejor era no protestar.

-Vas a subir a tu habitación, vas a coger la maleta grande y vas a meter lo que yo te diga.

-No me puedes decir eso y no dejarme hacer ninguna pregunta - me quejé.

-No veo cómo subes las escaleras, Emma.

Rodé los ojos y la hice caso porque sino era capaz de venir hasta aquí. Primero entré en una de las habitaciones de invitados y cogí la maleta grande. Me dirigí hasta la habitación principal y la abrí encima de la cama.

-¿Qué cosas tengo que meter, jefa? - Carla se rió ante mi comentario.

-Ve al vestidor y tienes que meter la ropa necesaria para 10 días.

-¿¡10 días!?

-Por favor, Emma, cierra esa boca y hazme caso, deja que los demás nos preocupemos por todo.

Sí, porque estaba preocupada por Sophie, por no poder pasar las vacaciones de Marco con ella e irnos a algún sitio, porque se lo había prometido.

-Sophie me va a matar.

-No, no lo va hacer, porque después podrás estar con ella, no me tires de la lengua que al final acabo contándote todo.

Solté una carcajada, Carla tenía razón, solo hacía falta insistirle unas cuantas veces para que acabara contando todo.

-Además, mete cosas bonitas ¿vale? Tenemos unos novios a los que impresionar.

-Entonces es un viaje en parejas, me gusta la idea - deduje.

-Sí, salimos esta noche de madrugada, Marco te dará más indicaciones. ¡Te quiero!

Y sin decirme nada más colgó dejándome con la palabra en la boca. ¿Qué acababa de pasar? Escuché la puerta de entrada abrirse y me lancé escaleras abajo con algunos bikinis en mis manos. Marco acababa de llegar de entrenar, dejó la bolsa de deporte en el suelo y me miró risueño.

-Veo que Carla no ha podido aguantar callada más tiempo.

-La conoces de sobra, ni si quiera sé cómo ha sido capaz de colgarme antes de desvelarme más cosas.

Se acercó hacia mí y pasó sus manos por mi cintura.

-¿Qué te ha contado?

-Ropa de verano y viaje de parejas. No he podido sonsacarle nada más.

Marco se rió y su cuerpo vibró junto al mío.

-Vamos, anda, tenemos que preparar muchas cosas.

Me dio un beso, cogió mi mano y subimos arriba. Marco utilizó una parte de la maleta y yo la otra, dejando la maleta de cabina para las cosas menos pesadas. Marco estaba de pie frente a sus camisetas mientras seleccionaba cuáles se llevaría. Me puse justo en frente de él, mirándonos cara a cara.

Levanté una de mis manos y acaricié su mejilla dejando que la barba raspara la palma de mi mano.

-¿No vas a darme ni una pista de a dónde vamos? - se mordió el labio y negó con la cabeza. Decidí seguir adelante con mi técnica. Bajé la mano hasta su pecho, acercándome a él y susurrándole al oído. - Dime sólo qué medio de transporte vamos a usar.

Pasé mi lengua por sus labios de una manera sutil. Estaba empezando a excitarse y no era el único.

-Sé lo que estás haciendo, cariño. - Paró mi mano antes de que se llegara a la hebilla de su cinturón. Hice un puchero y me separé del él.

-Sabes cómo odio la incertidumbre.

-Es una sorpresa, pase lo que pase será bueno.

Ahora fue él quien se acercó a mí y cogió mi rostro entre sus manos.

-Solo te voy a decir que tienes que coger tu pasaporte.

No pude reprimir una sonrisa y le besé. Entonces saldríamos de Europa.

Pasamos la tarde limpiando, dejando la casa ordenada y perfectamente lista para ser abandonada durante diez días. Las maletas estaban hechas y los nervios iban a poder conmigo, no podía parar de dar vueltas en la cama.

-Emma, cariño, tenemos que salir de casa a las cuatro de la mañana, intenta dormir. - Me giré y le miré de frente.

-Claro, para ti es fácil porque sabes perfectamente dónde vamos, pero para mí no. - Me quejé.

-Hazme caso, yo estoy nervioso por otras cosas.

-Y supongo que no me lo vas a decir ¿no?

-Si lo hago dejaría de ser una sorpresa - se acercó y depositó un beso en mi frente. - Te quiero.

-Yo más.

Apoyé la cabeza en su pecho y me obligué a dormir aunque solo fueran unas horas. No tenía ni idea de lo que este viaje me deparaba.

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¡Siento mucho haber tardado tanto! Está siendo época de exámenes, así que a penas tengo tiempo. Ya queda poco para que esto llegue a su final, así que me gustaría que comentarais qué os gustaría ver en el epílogo. ¿Boda? ¿Hijos? Dejadlo en los comentarios.

Muchísimas gracias por leer!!!

Mentiras. // Marco Asensio //Donde viven las historias. Descúbrelo ahora