Marco.
Aún no me explico cómo fuimos capaces de meter a Emma en ese avión sin que se enterara del destino que la esperaba. Solo hacía falta ver la cara de ilusión de Carla para saber a dónde nos dirigíamos.
Nos sentamos en nuestros asientos de primera clase, iba a ser un viaje bastante largo y me había encargado yo mismo de cargar el ebook de Emma al máximo.
-Si lo llego a saber me traigo el ebook, ya sabes que siempre me quedo dormida cuando llevo media hora de película - dijo mientras miraba atentamente por la ventana deseando que el avión comenzara a moverse cuanto antes.
-Toma, anda, que tengo que estar en todo - la guiñé un ojo y le tendí la pequeña funda con su libro electrónico dentro.
-Eres el mejor - invadió mi espacio personal y me besó antes de ponerse cómoda. Se quitó sus zapatos, se hizo un moño y se puso la sudadera justo cuando el avión comenzaba a moverse y el aire acondicionado se ponía al máximo.
Si algo había aprendido viajando tanto en avión era que siempre había que llevar una manga larga porque puedes llegar a pasar mucho frío aunque fuera pleno julio.
Justo al otro lado del pasillo Carla comenzaba a toquetear la pantallita que había en el asiento de delante mientras Sergio le explicaba que no se encendería hasta que no estuviéramos en el aire.
-Pues vaya rollo - contestó mientras se acurrucaba a su lado. Eran la pareja más romántica y pegajosa que había visto nunca.
Era la primera vez que los cuatro pasaríamos tantos días juntos, serían 10, contando con las horas de avión. Tendríamos que intentar no dormir porque cuando aterrizáramos allí sería de madrugada. Pero eso nos dio igual, porque cuando llevábamos dos horas de vuelo, la cabeza de Carla reposaba en el hombro de Sergio que veía una película y mis ojos comenzaban a mostrar signos de cansancio.
-Me has dicho que no podíamos dormir, así que, abre esos ojos - Emma estiró su brazo y entrelazó su mano con la mía.
-Si no te hubieras pasado la noche entera moviéndote, podría haber dormido algo.
-Eso ha sido un golpe bajo - susurró mientras se acercaba más a mí. Levanté un brazo y lo pasé por sus hombros. No era no posición muy cómoda porque teníamos en medio esa dichosa cosa que dividía los asientos, pero a penas duramos unos segundos así. Emma se apartó y me miró a los ojos preocupada.
-No sé dónde iremos, pero presiento que está en la otra punta del mundo. ¿Y si pasa algo en España? - llevé una mano hasta su mejilla y la acaricié.
-No va a pasar nada, cariño, y si pasa, nos cogeremos el primer vuelo que salga para España. Mi padre se ha quedado en Madrid, así que cualquier cosa que suceda, él podrá solucionarlo.
Aunque hubieran pasando meses, la idea de que su padre podía aparecer no se le iba de la cabeza, y, siendo sinceros, a mí tampoco. Pero no podíamos dejar de hacer vida normal por eso.
-Supongo...que...tendré que asimilar que ya ha acabado todo.
Asentí ligeramente con la cabeza y la besé. Se quedó más tranquila y relajada después de grabar a Carla. Habían decidido hacer un vídeo de esas vacaciones y habían estado grabando desde que salieron de casa. Sergio también sacó algunas fotos divertidas a su novia antes de quedarse dormido profundamente.
Me acomodé en mi asiento y comencé a ver el listado de películas. Quedaba mucho camino por delante.
.............
El símbolo del cinturón se apagó y Emma se lo desabrochó rápidamente. Recogió sus cosas, y casi me arrolla para salir del avión cuanto antes.
-¡No me puedo creer que estemos en Thailandia! - gritó emocionada.
Yo recogí mis cosas lo más rápido posible y salimos de aquel avión de los primeros. Recogimos nuestro equipaje y vimos el nombre de Carla escrito en una cartulina blanca. Genial, el transporte que nos llevaría hasta el hotel ya había llegado. Carla, la que mejor hablaba inglés del grupo, se subió en el asiento del copiloto y los demás nos pusimos atrás.
Cada vez que estábamos más cerca del hotel y mi pulso se aceleraba. Quería que fueran las mejores vacaciones de nuestras vidas, haría lo que fuera porque todo saliera bien.
Sergio me dio un codazo para asegurarse de que todo estaba bien. Yo, simplemente, asentí con la cabeza porque no me creía capaz de articular palabra. El hotel apareció al final de la calle y tuve que concentrarme demasiado para mantener mi respiración tranquila.
Emma miraba todo detenidamente, analizando cada detalle y disfrutando como una niña pequeña.
- No me lo puedo creer. - Cogió mi mano y la apretó con fuerza. Hacía meses que no la veía tan sonriente. Se dirigió a por las maletas que las acababan de bajar del coche pero yo no se lo permití.
-Tu y yo tenemos otros planes.
Carla me guiñó un ojo antes de que bordeáramos el hotel y pusiéramos rumbo a un lugar muy especial. Había memorizado los mapas mil veces, quería que todo saliera bien. El hotel estaba cerca de la playa y en a penas cinco minutos comenzamos a escuchar el mar.
-¿Dónde vamos, Marco?
No contesté, no podía.
-Estoy cansada y según me ha contado Carla, mañana madrugamos para hacer la primera visita a un templo.
Me paré de súbito y cogí su cara con mi manos.
-Por favor, déjate llevar ¿vale? No tienes que preocuparte por nada en este viaje.
Sonrió y se dejó llevar. Sabía que yo llevaba razón y no lo discutiría. Caminamos unos cuantos metros más , deberíamos cruzar la calle y allí estaría la playa. Me había costado mucho conseguir a alguien del hotel para que preparara todo, pero movería montañas por hacer a Emma feliz.
-Tienes que ponerte esto - le tendí un pañuelo a Emma.
-O simplemente puedo cerrar los ojos, te prometo que no te veré nada. - Negué con la cabeza, no era la primera vez que usaba esa estrategia conmigo. - Está bien, trae.
Cogió el pañuelo y se lo puso mientras yo me ponía detrás de ella y la guiaba. Sonreí, ya podía verlo y era tal y como lo había imaginado todas estas semanas atrás.
El pulso me temblaba, todavía no estaba preparado para aquel momento, pero tenía que hacerlo. Estábamos a punto de empezar una nueva aventura juntos.
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Mentiras. // Marco Asensio //
FanfictionDos personas; Una misma amistad; Un mismo destino. ¿Hasta qué punto estás dispuesto a mentir para que te quieran? Emma lo tiene muy claro, ¿y tú?