Cuarenta y seis

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¿Y ahora?

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¿Y ahora?

Era la pregunta que inundaba los pensamientos de Alba. ¿Qué haría con eso que sentía? ¿Cómo cerrar capítulo con Raúl y empezar de cero con Paulo? ¿Dónde iba a vivir hasta que pudiera mudarse con él en la portería?

—No, no... Abi, vas muy rápido... —Alba hablaba consigo misma mientras ordenaba la casa—. ¿Y si ya no siente nada por mí? ¿Y si se cansó de esperarme? Encima sigue con la estirada...

Todas esas preguntas la abordaron cuando el oasis se disolvió, cuando solo quedaba la triste realidad. No iba a ser fácil materializar lo que ambos sentían, siempre y cuando Paulo siguiera enamorado de ella.

Con los pies sobre la tierra, se vistió y sintonizó su emisora radial favorita. Se preparó un café bien cargado, y comenzó a investigar en internet el significado de su extraño sueño. Buscó cada escenario y objeto predominante, y trató de armar el rompecabezas en base a sus experiencias y anhelos actuales.

En lo primero que focalizó su atención fue en el ramo de calas blancas que Paulo le extendía cuando ella yacía en la cama, enredada en la cintura de Raúl. Soñar con estas flores estaba relacionado a la estabilidad material de la vida, que Paulo le entregue las flores era la imagen onírica que le recordaba que él la ayudaría a iniciar una nueva vida cuando se decidiera a abandonar a Raúl.

Otra cosa que buscó fue la mochila que Paulo dejó en su habitación, un objeto que se prestaba a muchas interpretaciones, pero todas rondaban acerca de lo mismo: la representación de lo que cargamos a lo largo de nuestras vidas. Y se quedó con un significado que cuadraba a la perfección junto a las calas. La mochila significaba el pasado de una persona, y dejar la mochila a un lado era justamente eso. Dejar el pasado atrás para ofrecerle una nueva vida junto a él, teniendo en cuenta la manera en la que él le entregaba el ramo de flores.

Luego buscó el significado de soñar con su propio dormitorio, le costó dar con ese significado en particular, pero al encontrarlo la definición encajó perfectamente en su rompecabezas. Soñar con tu propia habitación era un signo de cambio inminente del estilo de vida y el lugar de residencia. Seguía encontrando signos de un cambio de vida a futuro, su inconsciente le gritaba que dejara de mentirse y se rindiera a lo que sentía por Paulo. Siguió buscando elementos.

Recordó la charla que terminó en una pequeña discusión en el balcón de su habitación. Soñar con balcones simbolizaba la conexión con lo interno y externo, o sea, lo que somos y lo que nos rodea. Asimismo, también simbolizaba la perspectiva de las cosas, algo que claramente necesitaba si finalmente decidía romper con Raúl. A esta definición sumó su propia interpretación; sabía que, si le confesaba su sentir a Paulo, iban a discutir la manera de contarle al mundo sobre la nueva relación que tendrían. Y recordó la rata que correteaba por el piso mientras ellos discutían.

Aquí encontró dos definiciones en distintas páginas. La primera informaba que soñar con este roedor era un indicio de traición, de infidelidad de la pareja. Algo de lo cual no tenía pruebas, pero tampoco tenía dudas. Había momentos en los que se preguntaba si Raúl tenía alguna amante, por sus desapariciones repentinas. Pero se le pasaba cuando el hombre se ponía posesivo, rozando lo tóxico. Y lo que terminó por convencerla fue la definición exacta del comportamiento de la rata en su mundo onírico. Que una rata corretee por el piso significaba que debía afrontar un problema o hablar con alguna persona con la que tenía un conflicto que resolver. Era lo que se avecinaba en su vida si decidía dejar todo atrás por Paulo, enfrentar a Raúl a pesar del maltrato psicológico que ejerció sobre ella durante toda la relación. Y cuando estaba a punto de abandonar su investigación, recordó lo más extraño del sueño.

Las cinco lunas rosadas y brillantes.

No encontró específicamente el significado de cinco lunas, era algo demasiado irrisorio y específico, así que solamente se focalizó en la luna llena. Y todo seguía la misma línea. Una luna llena gigante era el presagio de un gran cambio en la vida, el fin de un ciclo para comenzar otro. Quizás las cinco lunas significaban cinco grandes cambios, pero luego recordó que las otras oficiaban de satélite y no eran tan grandes ni tan brillantes como la que se dignó a apreciar abrazada a Paulo.

Ambos contemplaban un gran cambio a futuro.

Con todo esto, su cabeza era un mar de dudas, y su corazón un tsunami de emociones. Se sintió renacer, llena de vigor para aclarar su presente una vez le haya confesado sus nuevos sentimientos a Paulo. Cerró su laptop y comprobó que había gastado una hora navegando en internet, ya eran las dos de la tarde, y Raúl todavía no volvía del local.

Era el momento indicado para ponerle el pecho a las balas, enfrentar sus miedos más recónditos, y luchar por un futuro que, sin dudas, era más prometedor que el que tendría si no daba un giro drástico en su vida.

Eligió su ropa veraniega favorita, un short de jean celeste desgastado en varias partes, un top gris oficiando de corpiño, y una musculosa negra holgada de Pink Floyd. Para sus pies, eligió las Converse blancas, necesitaba algo cómodo y fresco para caminar en pleno verano por la ciudad. Se maquilló poco, pero utilizando colores intensos, la boca color carmín, y un intenso y delicado delineado para sus ojos. Colocó su perfume favorito en las zonas clave, y una vez tuvo listo su atuendo, preparó un pequeño bolso de ropa que ocultó al fondo del armario, en caso de que esa noche tuviera que abandonar a Raúl.

Habían pasado algunos minutos de las tres de la tarde cuando emprendió camino por la sombra hacia el departamento de Paulo, mientras intentaba ordenar mentalmente la forma más adecuada para confesarle sus sentimientos. Pero nada la convencía, temía que quizás había malinterpretado a Paulo todos esos años, y no soportaría un rechazo por anticiparse a algo que quizás necesitaba más tiempo para florecer. Así que optó por la salida más fácil. Ella sería quien acorte la distancia que los separaba cuando la situación se tornara confusa, ya no se resistiría como lo hizo tantas veces.

Dejarse llevar, esa era la clave. Y que pase lo que tenga que pasar. 

Todas las interpretaciones que acaban de leer son reales

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Todas las interpretaciones que acaban de leer son reales. Bueno... Lo que se dice "reales". Así que si alguna vez soñaron con alguno de esos elementos, ahí tienen algunos significados que circulan por internet.
Fue un capítulo muy difícil de escribir, sépanlo. 😅

 😅

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