Cuarentena pt. 3

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Me siento cansada.

Mi cuerpo duele más de lo normal. Desde los pies —con molestias repentinas que me hacen querer cortármelos—, hasta la cabeza, literalmente, algunos días.

No tengo energía para moverme, ni siquiera para alcanzar algo. Y, a la vez, vivo con unas ansias por saltar, correr y girar hasta marearme.

Las que andan corriendo por allí son mis emociones; estoy harta de todo, no tolero que me hablen mal y me quiebro a llorar ante la primera cosa que no sale como esperaba (o, simplemente, está fuera de mi alcance poder solucionarla).

Pero no me preocupo tanto, sé que esto es temporal. Así como, de repente, unas semanas todo parece ir mal, también habrá tiempo para lo bueno.

Mariposas doradasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora