No puedo evitar sentir que te fallo algunos días. Esa voz chillona que me dice al oído que no te merezco se sujeta con tanta firmeza, que a veces termino dudando de todo.
¿Quién soy yo para haberte obligado a vivir conmigo y atarte a mi vida?
El lado optimista susurra que pudiste haber terminado en un lugar peor. Al menos acá tenés comida, agua, una cama donde dormir, un techo donde refugiarte, bastante amor.
Pero, ¿si eso no es suficiente?
La gente se reiría si escucharan que digo que lamento haberte adoptado. ¡Eso es mentira! Sos definitivamente lo mejor que me pudo haber pasado.
Igualmente, la sensación de insuficiencia no se borra.
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Mariposas doradas
Historia CortaPensamientos, escritos, microrrelatos y todo aquello que no tenga lugar propio. [Ilustración de Peter Xiao, peterxiaoji en Instagram]