Tengo frío, me estoy congelando.
Siento el viento atravesando mi jean como miles de agujas que se clavan en mi piel sin descanso alguno.
El camino no es mucho, ya falta poco. Lo repito y repito mientras avanzo acercándome.
Antes no estaba así, cambió.
La parte racional de mi cerebro intenta distraerme diciendo que el frío no existe, que es solo ausencia de calor. Bastaría con abrigarse y eso taparía el problema. Hasta que volviera a surgir.
Y todo cambiara nuevamente.
Finalmente llego a casa y veo al ser que más amo.
Tal vez, después de todo, no era frío en mi cuerpo, sino falta de calor en mi alma.

ESTÁS LEYENDO
Mariposas doradas
Short StoryPensamientos, escritos, microrrelatos y todo aquello que no tenga lugar propio. [Ilustración de Peter Xiao, peterxiaoji en Instagram]