Nada mejor que la lluvia para (no) pensar

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El reconfortante aroma de la lluvia.

Hojas sacudiéndose al ser mojadas.

El suave ronroneo de los truenos en la lejanía.

Círculos danzando en el suelo y entrelazándose entre ellos.

La gélida brisa que se lleva el calor y toda amargura.

Esa mágica melodía de las gotas al caer.

Dejé ir todos los pensamientos y vacié mi mente.

Una vez en paz, empecé a escribir.

Mariposas doradasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora