Que se tome el tiempo que quiera

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No hay mejor viento que el de antes de una tormenta. Ese que borra cualquier rastro de las altas temperaturas anteriores. Que te envuelve por todos lados y te abraza con remolinos de hojas secas a tu alrededor.

Iguales a nosotros, los pájaros esperan hasta último momento para revolotear sobre las cuadras y buscar un refugio a salvo del aguacero próximo.

Los árboles se sacuden cada vez con más y más fuerza, hasta parecer que van a desenterrar sus raíces e irse volando en cualquier instante.

Sin embargo, aquel instante no conoce de horarios. El preámbulo a la tormenta puede durar horas, incluso, pero se mantiene firme aguardando a la lluvia.

Que se tome el tiempo que quiera, yo la espero.

Mariposas doradasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora